Enrique de Diego.
Mi artículo ¡Ojalá Teruel se hunda y desaparezca! está teniendo un impacto superlativo y una audiencia totalmente inesperada. Cosecha 4K recomendaciones en facebook y 126 comentarios en Rambla Libre. Me gustaría contestarles a todos, pero a muchos no merece la pena porque son repetitivos exabruptos garrulos. Muchas faltas de ortografía. Una tendencia hiriente a utilizar el verbo haber sin hache. Muchos efluvios de pasión telúrica ayuna de racionalidad. Me ha hecho gracia que uno exclame ¡Arriba Teruel! Para de inmediato, atenazado por completos atávicos, pedir perdón por lo de arriba.
Teruel no existe, va camino de ser Kosovo, en un proceso de repoblación marroquí propiciado por los poderes públicos aragoneses, maestras alucinadas y bertolines desaprensivos y suicidas. Lo de Teruel existe es una patraña que no tiene gracia alguna, se ponga Ikea como se ponga. Teruel de ha despoblado por dos razones: 1) porque así lo han querido los turolenses que se dedicaron a emigrar. Podría decirse que aman mucho a Teruel pero de lejos y supongo que en verano; 2) las turolenses no tienen hijos, han decidido extinguirse. Lo demás es comentario. ¡A llorar al Muro de las Lamentaciones! Muchas hipocresía y mucha lágrima de cocodrilo y mucho localismo impostado de pastaflora.
Los turolenses decidieron, allá por los años 60 del siglo pasado, hacer las maletas e irse por aquello de las oportunidades. Afirmo –menosprecio de corte y elogio de aldea- que fue un error. Allá ellos. Lo cierto es que Aragón es Zaragoza y un inmenso despoblado. Zaragoza acumula 697.895 habitantes de un total de 1.208.750 de todo Aragón, Zaragoza, Huesca y Teruel.
Las turolenses no procrean, no tienen hijos. Es un hecho. Es un dato. La tasa de fecundidad de Teruel es de 1,34, -6,1 para la tasa de mantenimiento de la población. Si se tiene en cuenta que el 20% de los niños que nacen son hijos de emigrantes, la conclusión manifiesta es que los turolenses autóctonos están desapareciendo. Ese secar las fuentes de la vida es tendencia nacional y en otras provincias están peor: Palencia, 0,96, Lugo, 0,99, Zamora, 0,94, Orense, 096. Mal en todas las provincias: desde 2009 mueren más españoles nativos de los que nacen (en Lugo, Orense y Zamora mueren dos por cada nacido). En 2010 ya había el 30% menos de jóvenes españoles con edades comprendidas entre 18 y 25 años que hace sólo diez años. En unos pocos siglos –un suspiro en el devenir humano- hará falta un Dinópolis para mostrar las pocas decenas de españoles autóctonos que quedarán.
Doy por seguro que las turolenses tienen sexo pero los espermetozoides no dan con los óvulos, por la píldora del día antes o del día después, que, por cierto, provocan efectos demoledores en el organismo y en la psique. Las turolenses no tienen hijos. Algunas claramente no quieren tenerlos ni en pintura. Carla Hernández aporta como justificativo “el gran problema de sobrepoblación”, que “hace que la vida sea insostenible en el planeta tierra”. Salir por Malthus cuando la queja lastimera es la despoblación de Aguaviva y Teruel es un disparate lógico. ¡Mala suerte que nos hayan tocado a nosotros todas las locas estériles féminas malthusianas! Así que como peligra el planeta algunas turolenses no quieren tener hijos pero les parece bien traer a las demás con los suyos. Las turolenses prefieren tener perros y estudiar Periodismo, que es una soberana pérdida de tiempo, y no porque mi existencia denigre a esa profesión, sino porque las facultades vomitan cada año a tal número de graduados que no hay mercado para ellos, sino nuevas reediciones de la esclavitud, a la que parecen someterse encantadas. Menos rollos, caperucitas de parvulario.
No faltan las comeduras de coco, auténticas chorradas con barniz progre que son un total insulto a la inteligencia y una exuberante incapacidad para ver y analizar la realidad en aras de una estupidez irrestricta. Mamarachadas sentimentaloides del tipo de “ante sus opiniones sólo nos queda la esperanza de la educación a nuestras hijas en la igualdad, la diversidad y el respeto a otras culturas”. De lo que no van a quedar ni pavesas ni miasmas va a ser de la cultura turolense que alumbró la corajuda Orden de Alfambra o de Montegaudio, fundada por el gran conde Rodrigo Álvarez de Sarria, que puso sus confalones en Jerusalén al grito de Deus le vult! Otros tiempos, otras costumbres.
Volvamos a las mamarrachadas sentimentaloides porque no libo sacrificios ni rindo culto al paganismo mercantilista del feminismo ni a ese camuflaje de la inmensa estupidez de la corrección política. Puedo permitirme el lujo de decir las verdades del barquero. Han puesto comentarios Alicia, salutación comedida y educada, e Isa Bertolín, que termina con un viva al Teruel de la diversidad. Eso de la diversidad, Isa, es un camelo. La diversidad es una utopía tenebrosa. Es el conflicto. Sarrión va camino de Ripoll y Teruel de Kosovo. Esta semana la secretaria de Estado de Igualdad de Francia, Marlène Schiappa ponía el grito en el cielo porque muchos pueblos del Sur de Francia, donde llegaron al campo a trabajar musulmanes, están tomando medidas como segregar a hombres y mujeres en piscinas y transportes públicos. Esto va –ha dicho- contra los valores de la República. En muchos barrios de París, las mujeres no pueden entrar en cafeterías. “¿Qué será lo próximo, la lapidación?”, se ha preguntado la Schiappa. Parada en Sarrión.
Dice Marta Navarro Catalán que “no tienes ni idea del esfuerzo de todos los turolenses por intentar que Teruel siga viva”. Esfuerzos estériles y desnortados. Los turolenses votan con los pies yéndose y las turolenses practicando el control de la natalidad cero. La solución que han encontrado los bertolines es islamizar Teruel. Y prefiero que Teruel sea un desierto español a que sea un desierto marroquí. Sarrión, merced al patriarca Daniel Bertolín y otros como él, es ya Tánger con el 41% de los niños de la escuela marroquíes.
Teruel ha muerto. Va camino de ser Kosovo. Kosovo fue la cuna geográfica de los serbios. La historia es muy compleja y, al tiempo, muy sencilla. El imperio otomano repobló Kosovo con musulmanes albaneses. ¡Viva la diversidad, Isa! La diversidad no funciona. Es una ley inexorable. Sus consecuencias son siempre terribles. Serbia lo considera una provincia autónoma. El 17 de febrero de 2008, sin embargo, los albanokosovares declararon la independencia. Entre medias ha habido muchos genocidios de un lado y del otro. Los serbios ahora se han refugiado en el norte donde han creado, con el apoyo de Serbia, la Asamblea Comunal de Kosovo y Metojia. Los albanokosovares no lo aceptan. La demografía es siempre fundamental. Aquí la gente ha asumido auténticas patrañas como que la etnia y la religión no tienen importancia. Imaginarios de delirios agnósticos. Para mucha gente, los musulmanes, la etnia y la religión son decisivas. Isa, ¿de verdad te crees las chorradas que escribes?
No quiero dejar pasar lo de las maestras de los tres niños. Estoy harto de esas funcionarias a las que para mantenerlas hay que traer niños de desiertos lejanos. Esa plaga de las trabajadoras sociales que se dedican a destruir familias autóctonas. Esos servicios sociales destructivos. Mujeres que se realizan abjurando de la maternidad. O como dice Ana Marzo: «Las mujeres no estamos sólo para tener hijos». La cuestión es que las mujeres ya no están para tener hijos.
Lo siento, pero Daniel Bertolín no me parece un ejemplo a seguir. Cultiva trufas negras envenenadas. Parte de la soldada que paga a esos marroquíes con reagrupamiento familiar son la enseñanza y la sanidad gratuitas que pagamos todos los contribuyentes. Está jugando con el futuro de sus nietos. Los ha puesto en peligro. Menos milongas con la diversidad.
Teruel va camino de Kosovo y los responsables son los bertolines y los turolenses. Y lo demás es mala conciencia y comentario.
Francia alarmada por la islamización: lo próximo, la lapidación
http://ramblalibre.com/2017/02/08/ser-espanol-en-espana-es-una-ruina-senor-extranjero-usted-primero-por-favor/