Concluimos la publicación del extracto del capítulo del libro de Enrique de Diego, «Letizia, satánica y adúltera», con dos casos de satanismo, los cantantes Jay-Z y Bad Bunny. El satanismo es lo establecido. Enrique de Diego considera que conocer a las satanoélites y sus servidores es una contribución a la victoria sobre ellas, que será obra de San Miguel.
¿De qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma?
Ramón Luis Ayala.
El cantante de reggaetón Ramón Luis Ayala Rodríguez, mejor conocido como Daddy Yankee, se despidió en 2024 de la música en su natal Puerto Rico para dedicarse a una vida espiritual basada en Jesucristo. De esta forma, Yankee puso fin a una etapa que le ayudó a alcanzar la fama mundial y una fortuna valorada en 50 millones de dólares.
Daddy Yankee ofreció su último concierto el 3 de diciembre en el Coliseo de Puerto Rico, donde sorprendió a sus seguidores al anunciar que, por fin, encontró la forma de llenar un vacío, que la fama y el éxito no lograron llenar.
“Este día para mí es el más importante de mi vida y se los quiero compartir porque no es lo mismo vivir una vida de éxitos que una vida con propósito”, dijo el artista agregando que por mucho tiempo intentó “llenar un vacío en mi vida que nadie pudo llenar”.
“Y les tengo que confesar que ya esos días terminaron, alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo. Me pude dar cuenta que para todos era alguien, pero yo no era nada sin él”, señaló el cantante.
Además afirmó que durante su carrera pudo recorrer el mundo y ganar muchos premios y elogios, hasta que una frase de la Biblia le cambió el sentido de la vida. “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma?”, reflexionó el músico, para expresar posteriormente ante sus miles de seguidores: “No me avergüenzo en decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y que yo viviré para él”.
El puertorriqueño además anunció que aprovechará todo su éxito y fama para “evangelizar el mundo”.
“Todas las herramientas que tenga en mi poder, como la música, las redes sociales, las plataformas, un micrófono, todo lo que Jesús me entregó, es ahora para el reino”, dijo el músico, agregando: “No sigan a ningún hombre. Yo soy un humano. A todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que Él es camino, la verdad y la vida”.
Jay-Z y Bad Bunny, a la sombra del señor oscuro
Vamos a ver ahora dos cantantes de éxito que están a la sombra del señor oscuro. Jay-Z está casado con Beyoncé, son pareja de éxito. Él es una de los cantantes de hip-hop más exitosos. Ha vendido 75 millones de álbumes, ha sido 83 veces nominado a los premios Grammy, de los que en 23 ocasiones ha resultado ganador. El esquema funciona así: las discográficas están al dictado, los críticos son la voz de su amo en los medios de comunicación adictos, y la crítica se rinde en elogios, las televisiones y las radios ponen siempre sus canciones, porque el señor oscuro ha entendido que los mensajes simples pueden venderse a las masas aborregadas en la industria del entretenimiento. Pero Jay-Z liba sacrificios a satán. Pertenece a una secta elitista que hace fiestas con sangre humana. En su vídeoclip para Picasso baby rapea con la bruja luciferina Marina Abramovic.
Jay-Z se adentró de lleno en el mundo del arte más sofisticado para filmar el vídeo de la canción en forma precisamente de performance artística, en la Pace Gallery de Nueva York. Lo hizo inspirado por la acción de larga duración que Marina Abramovic realizó en el marco de la exposición The Artist is Present en el MoMA en 2010, y ella misma fue invitada a la filmación, junto con otros artistas célebres como Georges Condo y Lawrence Weiner, actores como Adam Driver, Rosie Pérez y Alan Cumming, directores de cine como Jim Jarmusch y Judd Apatow, o la misma Diana Widmaier Picasso, una de las nietas del pintor.
Bad Bunny, vestido de Baphomet
Benito Antonio Martínez Ocasio, Bad Bunny, era un joven sin atributos y sin sustancia, cajero de un supermercado provinciano, cuando acertó a pasar por allí Rafael Jiménez Dan, capitán venezolano y ex ministro chavista, que había conseguido de Nicolás Maduro una importante cantidad de dinero para hacer la “revolución del espectáculo”. Desesperado porque no encontraba a nadie dispuesto a cantar contra el imperialismo yanke, la sociedad de consumo y la propiedad privada, vio en aquel cajero la solución: un hombre sin principios, sin formación política, un muerto de hambre dispuesto a hacer lo que se le indicara. Jiménez Dan oteó los nuevos aires woke y se acercó al criminal en serie, George Soros y su Open Society. Bad Bunny, su pupilo, convirtió el reaggaton, esencialmente viril, en un campo para la diversidad sexual, la ideología de género, la ecología antihumana, el timo calentamiento global y toda la ingeniería social malthusiana de eliminación de población. Se pinta las uñas, se viste de mujer. Hizo la apología del confinamiento.
Pero satán quiere más. Una de sus últimas apariciones del conejo malo fue vestido de baphomet, rodeado de fuego: una imagen de culto claramente satanista. El mismo baphomet diabólico que la corporación globalista McDonalds regala a los niños.
En la calle, he escuchado a una joven decir que ‘el satanismo es la forma de oponerse a lo establecido’, cuando es todo lo contrario: rendirse, ser esclavo de lo establecido por las satanoélites.