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Las satanoélites desveladas (4): Walt Disney entregada a satán

Redacción




En esta cuarta entrega del extracto de un capítulo del libro de Enrique de Diego, «Letizia, satánica y adúltera», el autos constata que Walt Disney está entregada a satán:

Ahora retomamos el hilo para constatar el descaro con que, en estos tiempos sombríos, se manifiestan satán y sus esbirros, que se muestran a la luz pública. En Estados Unidos proliferan en fechas recientes, especialmente en el  último año, las actuaciones del averno. En Idaho protestan los satanistas porque la prohibición del aborto les deja sin la “libertad religiosa” para pacticar sacrificios humanos “rituales”.

El juez jefe David Nye del Tribunal Federal de Distrito ha desestimado una demanda presentada por el Templo Satánico (TST). El grupo alegó que la prohibición de la mayoría de los abortos en Idaho atenta contra su “libertad religiosa” de practicar abortos “rituales”.

Andrea Picciotti-Bayer, analista legal de EWTN News, ha señalado que una reciente exhibición instalada por el Templo Satánico en el capitolio del estado de Iowa no representa una expresión religiosa, sino más bien una burla de la religión. “La exhibición del Templo Satánico en el edificio del capitolio del estado de Iowa no está protegida por la Primera Enmienda”, explicó la experta a CNA. La estatua, que representa una figura con cabeza de cabra cubierta de espejos, vestida de rojo y negro y rodeada de velas, fue erigida a petición del Templo Satánico de Iowa junto a exhibiciones religiosas para la Navidad.

Un grupo de satanistas se sumó a la manifestación feminista contra Donald Trump, poniendo así de manifiesto la ligazón entre el feminismo woke y el satanismo, al igual que el aborto, practicado por la multinacional Planed Parenthood, es siempre un sacrificio ritual al príncipe de las tinieblas.

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No son, ni mucho menos, casos aislados. Es preciso tomar conciencia del riesgo al que nos enfrentamos. Por ejemplo, en la industria del entretenimiento. En Dragon Boll, exitoso vídeo juego para niños, hay el personaje Mr. satán y su coche 666. La plataforma Netflix, la compañía liderada Reed Hastings, le dio por lanzar el siguiente mensaje a los más pequeños, que apareció fijado en sus pantallas: «No creo en Jesús». Y Disney, ¿hay algo más inocente, en el imaginario colectivo, que Disney con su icono Mickey Mouse? ¿Se atreverá Disney a hacer al demonio, señor del mal, protagonista de sus dibujos animados? Pues sí. Y de forma reiterativa y obsesuva.

La multinacional de ocio y entretenimiento acumula una depreciación bursátil del 26% en el último año, pero se mantiene como fiel seguidora de los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que se resumen principalmente en ideología de género (sobre todo feminismo y homosexualismo, aunque también ha entrado en el tema trans y personajes no binarios) y en ateísmo (mucho panteísmo, ocultación de Dios, negación de lo espeitual e incluso dar protagonismo al demonio).

 

 

Claro que Disney no sólo es discípula de los postulados NOM, sino también propagadora y lo hace a través de sus series y películas, contenidos que ya son poco inocentes teniendo en cuenta que muchos se dirigen a niños y que se han convertido en un medio de adoctrinamiento.

Como cuenta la periodista Cristina Martín en el digital decano Hispanidad,com: “Paralelamente, la factoría de Mickey Mouse apuesta por la normalización del contenido satánico: tras mostrar a satanás deambulando por el paraíso fiscal de Delaware y luchando por la custodia de su hija…habida con una humana en la serie de dibujos animados Pequeño demonio, y declararle su amor pervertido en la serie ¡Vaya familia Claus!, llegará la serie Pauline. Se trata de una serie de comedia y drama fantástico que se emitirá en la plataforma de ‘streaming’ Disney+, que narra la historia de una joven de 18 años que accidentalmente queda embarazada tras una noche de aventura, pero que tiene muchos problemas encima (el estrés escolar, la crisis climática y los conflictos sociales), por lo que el embarazo no resulta ser la mejor idea. Claro que no sabe que Lukas, su aventura de una noche, es el mismísimo demonio, por lo que el embarazo le da a Pauline poderes sobrenaturales y se produce una batalla épica entre el bien y el mal”.

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Pauline normaliza el contenido satánico e incluso pinta al diablo como un interés romántico, según el portal Bibliatodo. Asimismo, recoge que MovieGuide se ha unido a la plataforma CitizenGO para intentar evitar que la serie se estrene. Ted Baehr, presidente y fundador de MovieGuide, ha señalado que “no podemos permitir que este contenido retorcido e inquietante corrompa los valores y creencias de nuestros hijos”. En otra serie de la factoría satánica Dios es el malo. Cuando se invoca a Dios en petición de ayuda, Dios acude con todo tipo de desgracias.