Virginia Montes.
El macronismo, aquella ilusión transversal, se tambalea y descompone. Entre la estupidez galopante de Emmanuel Macron y la desbandada de ministros, el Elyseo es una juerga, con Benalla al fondo, más que una fiesta. Un auténtico peso pesado del ejecutivo, una pieza básica, como Gérard Collomb -en plena guerra contra el islamismo- le da con las puertas en las narices a Macron, quien no aceptó la dimisión pero va a tener que tragarse un vaso muy amargo.
Georges Képénékian ha declarado a Le Figaro que esté a punto de renunciar como alcalde de Lyon para dar paso al actual ministro del Interior. Gerard Collomb ya tiene la cabeza en Lyon y más precisamente en el ayuntamiento de Lyon. A la espera de que el Presidente de la República acepte su renuncia al gobierno, su sede en Lyon parece ya lista. De hecho, Georges Képénékian, actual alcalde de Lyon, está presto para dejar su cargo y dejarlo en manos del Ministro del Interior. La entrega podría ser rápida ya que Gerard Collomb aún es un concejal de la ciudad. Por lo tanto, solo necesita un consejo para ser reelegido alcalde de Lyon por sus miembros. Al final de la jornada, Georges Képénékian también presentó su renuncia al prefecto, según BFMTV.
Al mismo tiempo, Gerard Collomb aseguró que también está listo para regresar a Lyon el miércoles 3 de octubre. «Si se encuentra un sucesor en la noche del martes al miércoles, habré pasado los poderes al Ministerio del Interior y sí, puedo regresar a Lyon», aseguró al diario. Sin embargo, está listo para esperar 24 o 48 horas para que el Primer Ministro y el Presidente de la República acuerden su sucesor. «Mantuve varias reuniones importantes este martes y si debemos respetar los compromisos asumidos para este miércoles, lo haré«.
Es firme, la renuncia está registrada y estará bien de regreso en Lyon. «Le expliqué al presidente que los franceses y los Lyonnais necesitaban que las cosas fueran claras. Siempre he cumplido lo que dije y mi prioridad es comprometerme con los Lyonnais «, insistió el ex Ministro del Interior antes de poner fin a cualquier posible controversia con Emmanuel Macron. «Siempre hemos tenido y siempre tendremos discusiones francas. No hubo malentendidos. Desde que trabajamos juntos, me he quedado en mi lugar. Él entendió mi compromiso y mi apego a Lyon «.