Katie Spence.
Antes de ser elegido alcalde de Nueva York en 2021, la campaña de Eric Adams posteó en Twitter, ahora conocido como X: “Debemos proteger a nuestros inmigrantes. Punto. Sí, Nueva York seguirá siendo una ciudad santuario bajo una Administración Adams”.
Menos de dos años después, el ahora alcalde Adams sugiere que la afluencia de inmigrantes ilegales “destruirá la ciudad de Nueva York”.
“Déjenme decirles algo, neoyorquinos. Nunca en mi vida he tenido un problema al que no viera un final. No veo un final para esto. … Este asunto va a destruir la ciudad de Nueva York”, dijo Adams el 6 de septiembre, durante una asamblea pública en el Upper West Side. “Estamos recibiendo 10.000 inmigrantes al mes”.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, empezó a enviar inmigrantes ilegales en autobús a varias grandes ciudades estadounidenses, conocidas como “ciudades santuario”, a partir de abril de 2022 para ayudar a las ciudades fronterizas de su estado. Y aunque sólo una fracción de los inmigrantes ilegales que llegan a Nueva York lo hacen en los autobuses del Sr. Abbott, el Sr. Adams ha calificado el programa de ” inescrupuloso”.
Una jurisdicción se denomina santuario porque ha promulgado políticas que protegen a los inmigrantes ilegales, incluidos los delincuentes, de las autoridades federales de inmigración y de la deportación.
Las ciudades elegidas por Abbott como destinatarias de su programa de autobuses se encuentran entre las 10 “mayores ciudades santuario de Estados Unidos”, según la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense (FAIR, por sus siglas en inglés).
Hasta el 8 de septiembre, la oficina del Sr. Abbott informó que había transportado en autobús a más de 11,300 inmigrantes ilegales a Washington desde abril de 2022; más de 13,500 a la ciudad de Nueva York y más de 7000 a Chicago desde agosto de 2022; y más de 2600 a Filadelfia desde noviembre de 2022.
Este año, Texas empezó a enviar inmigrantes ilegales en autobús a Denver y Los Ángeles. Denver ha recibido alrededor de 1100, y Los Ángeles alrededor de 480.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza han detenido a 1,973,092 inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera suroeste en los últimos 11 meses, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Más de un millón de ellos cruzaron a Texas.
En respuesta a la oleada fronteriza de 2021, el Sr. Abbott lanzó su iniciativa de seguridad fronteriza Operación Lone Star en marzo de 2021. El gobernador desplegó soldados de la Guardia Nacional de Texas y del Departamento de Seguridad Pública de Texas en la frontera sur, aumentó la financiación para la seguridad fronteriza, designó a los cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas extranjeras y puso en marcha su programa de autobuses al año siguiente.
“La crisis en nuestra frontera sur sigue aumentando debido a las políticas de la Administración Biden que se niegan a asegurar la frontera e invitan a la inmigración ilegal”, dijo el Sr. Abbott en un comunicado de prensa en ese momento.
“Texas apoya la inmigración legal, pero no será cómplice de las políticas de fronteras abiertas que causan, en lugar de prevenir, una crisis humanitaria en nuestro estado y ponen en peligro la vida de los tejanos”.
Las ciudades se quejan
El 9 de agosto, Adams dijo que la afluencia de inmigrantes ilegales a la ciudad de Nueva York ha provocado un “estado de emergencia sin precedentes”. La ciudad citó la falta de autorización de trabajo como uno de los problemas con los “solicitantes de asilo”.
“No tienen autorización para trabajar, así que tenemos que proporcionarles refugio. Les hemos proporcionado alimentos y acceso a la atención médica. Hemos matriculado a niños en escuelas. Hemos abierto casi 200 centros de emergencia, entre ellos más de una docena de centros de ayuda humanitaria a gran escala. Y hemos ayudado a los migrantes con las solicitudes de asilo”, dijo Adams.
“Pero hemos sobrepasado nuestro límite. … Por cada familia que solicita asilo a través de la atención de la ciudad, gastamos un promedio de 383 dólares por noche para proporcionar refugio, alimentos, atención médica y servicios sociales. Con más de 57,300 personas actualmente a nuestro cuidado, en una noche promedio, esto supone 9.8 millones de dólares al día, casi 300 millones al mes y casi 3600 millones al año”, dijo.
El 9 de mayo, la gobernadora demócrata del estado, Kathy Hochul, declaró el estado de emergencia por la afluencia.
Como reacción al envío por parte del Sr. Abbott de 42 inmigrantes ilegales a Los Ángeles el 14 de junio, el Ayuntamiento de Los Ángeles aprobó por unanimidad el 30 de agosto dos mociones para presentarlas contra el Sr. Abbott y Texas.
La primera moción dice: “Investigar e informar si se cometió tráfico de personas, secuestro o cualquier otro delito el 14 de junio de 2023 o antes, cuando el gobernador Greg Abbott de Texas envió a 42 inmigrantes de McAllen, Texas, a Los Ángeles, California”.
El segundo establece: “Investigar e iniciar los procedimientos sobre cualquier posible acción legal civil que pudiera emprenderse contra el Estado de Texas, el gobernador Greg Abbott o cualquier otra entidad en relación con la planificación y las acciones del 14 de junio de 2023”.
Antes de la votación, el concejal de Los Ángeles Hugo Soto-Martínez declaró: “Estas mociones tratan sobre investigar si el gobernador Greg Abbott cometió secuestro, tráfico de personas o cualquier otro delito cuando envió a familias vulnerables en un viaje de 23 horas en autobús con poca o ninguna comida o agua”.
“La competición entre estos republicanos sobre quién puede ser más racista, creo, es un fracaso absoluto y muestra, claramente, que no tienen ninguna intención de gobernar con eficacia”.
Cuando se le pidió un comentario sobre las mociones, la frontera sur y los inmigrantes ilegales, Josue Marcus, un empleado de la oficina del secretario municipal de Los Ángeles dijo por correo electrónico que la oficina del secretario municipal “no puede hacer comentarios sobre estos asuntos”.
Al igual que Nueva York y Los Ángeles, la ciudad de Chicago se autodenomina “ciudad acogedora” para los “solicitantes de asilo”.
“Tenemos la responsabilidad de proporcionar acceso a refugio, comida y atención médica a todo el mundo, independientemente de su estatus migratorio”, afirma la página web de la ciudad.
“Muchos de nuestros recién llegados han caminado cientos de kilómetros, sorteando grandes peligros a través de múltiples países en busca de seguridad y oportunidades en Estados Unidos. Estamos comprometidos a ayudar a cada familia e individuo, proporcionando servicios humanos con respeto y dignidad”.
Sin embargo, tras recibir a unos 8000 inmigrantes ilegales a través del programa de autobuses del Sr. Abbott, la entonces alcaldesa demócrata Lori Lightfoot contraatacó.
“Simplemente no tenemos más refugios, espacios o recursos para dar cabida a un aumento de individuos a este nivel”, escribió la Sra. Lightfoot en una carta al Sr. Abbott.
“Aunque comprendo los importantes retos a los que se enfrentan las ciudades fronterizas, esta situación es completamente insostenible. El problema nacional de la inmigración no se resolverá traspasando la responsabilidad a otras ciudades”.
El Sr. Abbott respondió a la Sra. Lightfoot el 1 de mayo: “Como alcalde de una ciudad autodeclarada santuario, es irónico oírle quejarse de la lucha de Chicago para hacer frente a unos pocos miles de inmigrantes ilegales, que es una fracción de las cifras récord con las que lidiamos en Texas de forma regular”, escribió el Sr. Abbott.
“Tiene usted razón en que ‘esta situación es completamente insostenible’, pero éste no es un problema de Texas: es un problema de todos los Estados Unidos de América. … Hasta que Biden asegure la frontera para detener la afluencia de la migración masiva, Texas continuará con este programa necesario”.
La Sra. Lightfoot emitió una Declaración de Emergencia el 9 de mayo.
El 28 de agosto, el nuevo alcalde de Chicago, Brandon Johnson, y el gobernador demócrata de Illinois, JB Pritzker, escribieron una carta al secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, en la que afirmaban que la ciudad de Chicago había gastado más de 250 millones de dólares en apoyar a los solicitantes de asilo, y pedían al DHS que agilizara la autorización de trabajo para los “no ciudadanos”.
Al igual que en otras ciudades santuario, la llegada de autobuses de Texas a Washington D.C. encontró resistencia.
Un representante de la oficina de la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, escribió al Secretario de Defensa el 19 de julio de 2022, solicitando la asistencia de la Guardia Nacional para “ayudar a prevenir una crisis humanitaria prolongada” en la capital de la nación.
“El ritmo de llegada de autobuses y el volumen de llegadas han alcanzado puntos de inflexión. Nuestros esfuerzos colectivos de respuesta y servicio se han visto ahora desbordados: el centro regional de acogida que ayudamos a establecer en el condado de Montgomery, Maryland, está al límite de su capacidad; nuestro sistema de servicios para personas sin hogar está ya sometido a una gran presión”, escribió la oficina del alcalde, según un reportero de la NBC, que publicó la carta en X.
“Con las promesas de Texas y Arizona de continuar indefinidamente con estas aborrecibles operaciones, la situación es terrible, y consideramos que se trata de una crisis humanitaria, que podría desbordar nuestra red de apoyo social sin una intervención federal inmediata y sostenida”.
El Departamento de Defensa se negó a prestar apoyo. También se negó cuando la Sra. Bowser volvió a solicitar ayuda el 22 de julio y el 11 de agosto de 2022.
El 8 de septiembre de 2022, la Sra. Bowser declaró una “emergencia pública”, declarando en un comunicado de prensa: “El sistema de servicios para personas sin hogar del Distrito no está configurado para apoyar las necesidades únicas de los migrantes, y nuestros proveedores de servicios comunitarios para personas sin hogar no cuentan con el personal necesario para apoyar las necesidades de los migrantes”.
Dijo que la declaración de emergencia le permitía establecer una “Oficina de Servicios para Migrantes”, que, entre otras responsabilidades, “atendería a todos los autobuses y facilitaría la continuación del viaje”.
El 15 de septiembre de 2022, la Sra. Bowser repitió su deseo de “facilitar el viaje hacia adelante”, diciendo a Fox 5 D.C., “Vamos a hacer todo lo que podamos en D.C. para asegurarnos de que la gente tenga una bienvenida humana y traslado a su destino final”.
Cuando se le preguntó si la afluencia de inmigrantes ilegales le había dado una “mejor comprensión de lo que [los estados fronterizos] están tratando”, la Sra. Bowser dijo a Fox 5 D.C., que fue elegida para “asegurarse de que los residentes de D.C. tienen lo que necesitan, y que nuestros sistemas pueden apoyar nuestras necesidades”.
El alcalde de Denver, Michael Hancock, emitió una declaración de emergencia el 15 de diciembre de 2022, en respuesta a una oleada de inmigrantes ilegales. Sin embargo, la afluencia no fue resultado de los autobuses del Sr. Abbott, y el Sr. Hancock criticó a la Administración de Biden por obligar a las ciudades a gastar recursos que no tenían para resolver un problema federal.
“Permítanme ser franco: esta afluencia de inmigrantes, la naturaleza imprevista de su llegada, y nuestro espacio actual y los problemas de personal han puesto una inmensa presión sobre los recursos de la ciudad hasta el nivel en que están a punto de llegar a un punto de ruptura en este momento”, dijo el Sr. Hancock en una conferencia de prensa.
“Es un momento de crisis, y las ciudades de todo el país se están viendo obligadas a hacer frente a algo para lo que no están preparadas”, afirmó.
Una “ciudad acogedora”
De las seis ciudades santuario que reciben autobuses cargados de inmigrantes ilegales del Sr. Abbott, sólo Filadelfia no ha declarado el estado de excepción o emergencia pública.
La ciudad afirma en su página web: “Como ciudad orgullosa y acogedora, Filadelfia seguirá recibiendo a nuestros vecinos recién llegados con dignidad y respeto. Las agencias de la ciudad, los socios de atención masiva de la Oficina de Gestión de Emergencias, los líderes inmigrantes y las organizaciones sin ánimo de lucro que sirven a los inmigrantes están trabajando juntos para dar la bienvenida, ayudar y proporcionar apoyo a estas personas y familias”. Un portavoz de la ciudad dijo que “Filadelfia ha dado la bienvenida a más de 2500 personas que buscan asilo y a más de 60 autobuses procedentes de Texas” desde noviembre de 2022.
“La ciudad alquila unas instalaciones como centro de descanso temporal para acoger a personas que buscan asilo. Inmediatamente después de su llegada, las personas y las familias son recibidas por la Oficina de Asuntos de Inmigrantes de la Ciudad, la Oficina de Gestión de Emergencias, el Departamento de Salud Pública de Filadelfia, una serie de socios sin fines de lucro, así como hospitales locales que brindan varios servicios esenciales”, dijo el portavoz.
En noviembre de 2022, cuando llegó el primer autobús procedente de Texas, el alcalde demócrata de Filadelfia, Jim Kenney, criticó la política de autobuses del Sr. Abbott, calificándola de “cruel y racista”, pero dijo que la ciudad se alegraba de acoger (en aquel momento) a unos 30 inmigrantes, según Fox 29. Todos menos dos abandonaron Filadelfia con destino a otros lugares no revelados.
En respuesta a la indignación de ciudades como Nueva York y Chicago, Los Angeles Times reportó recientemente de que el gobierno de Biden está considerando la posibilidad de obligar a los inmigrantes ilegales a permanecer en Texas mientras esperan su audiencia de asilo y a llevar dispositivos de control GPS, como tobilleras.