Luis Bru.
El sistema cuando ha invertido mucho en un caso como ha sucedido en el Esther López, la joven desaparecida el 12 de enero y hallada el 5 de febrero, a 3 km de Traspinedo, cuando ha metido la pata, se retira sembrando el campo de dudas. Voy a explicar como no hay ningún misterio:
1.- No hubo violencia de género, ni ningún tipo de violencia. En un primer momento, todos se abalanzaron a hacer declaraciones en esta línea: la delegada del Gobierno para la violencia de género, Victoria Rosell, el candidato del PSOE, Luis Tudanca, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado. Sin embargo, el cadáver desmintió estas afirmaciones, pues no presentaba muestras de violencia, ni de defensa, estaba con su ropa intacta y con sus pertenencias personales.
2.- El cuerpo de Esther López no se movió de donde fue encontrado, falleció entre las 5,40 y las 5,50 de la mañana; a las 5,40 envió un whatsapp a su madre, y cuando esta le llamó no contestó al móvil. Ese terreno no entró dentro de las batidas. La cuneta en la que apareció es en una zona llana, sin excesiva vegetación. La delirante hipótesis de que el cuerpo fue llevado allí el día en que fue encontrada no se sostiene. Habría pisadas de la persona que lo llevó, contando con que fuera una, y señales en la hierba. ¿Por qué no se la encontró en una cuneta de fácil acceso? Vaya usted a saber, pero el caso cierto es que no se la encontró hasta que la localiza un senderista el 12 de febrero. Puede ser que fuera a causa de que el cuerpo sólo era visible desde la cabina de un camión o un tractor, que la ropa -un vaquero negro y una prenda de abrigo de borreguito- sirviera de camuflaje. Son conjeturas.
3.- No sufrió ningún atropello. No tenía ningún hueso roto, ni ninguna marca que pueda justificar tal cosa, ni tampoco la fantasiosa versión de que pudo ser atropellada por una furgoneta plana de morro.
El caso de Esther López no tiene ningún misterio. Para resolverlo se precisa una mentalidad abierta y ningún tabú, El informe de la autopsia de Esther López señala que la joven murió de un shock hipovolémico. Se trata de un término técnico utilizado para hacer referencia a la pérdida de sangre profunda, o de otros líquidos vitales para el organismo que pueden hacer que el corazón y otros órganos dejen de funcionar. Es decir, murió de Repentinitis a causa de la timo vacuna.
La hemorragia interna en toras y abdomen es producida por un macro coágulo causado por la timo vacuna. Es el dictamen concluyente de la Catedrática María José Martínez Albarracín: «El territorio de la vena esplénica, procedente del bazo y que drena sangre en la vena porta: un gran tronco venoso que se dirige hacia el hígado y que está formado por la confluencia de la vena esplénica y las venas mesentéricas que recogen la sangre del intestino. El término “hemorragia interna” suele referirse a una hemorragia visceral, frecuentemente de estos territorios vasculares y, sabemos que las inoculaciones covid, activan el sistema linfático y las células linfoides activadas se concentran precisamente en el bazo. La hemorragia digestiva o “hemorragia interna” es pues una complicación relativamente frecuente de estas mal llamadas vacunas».
El sistema ha preferido, hasta ahora, dejarlo en la nebulosa, produciendo daños injustificados a los dos jóvenes que la acompañaron y a un tercero, que fue injustamente detenido durante 72 horas. Y, por supuesto, mantener en el limbo de la confusión a la opinión pública, hasta que Rambla Libre entró en el caso y el dictamen aclaratorio obra oficialmente en manos de la Guardia Civil.
El caso Esther López: Murió por “hemorragia interna” a causa de un trombo, por el pinchazo