Enrique de Diego.
El Padre Jesusmary Missigbètò, de nombre Janvier Gbénou, afronta un juicio canónico para reducirle al estado laical y pretenden despojarle de su carácter de Sacerdos in eternum de Cristo. En medio de tanto silencio cómplice, de la apostasía general, ha elevado su voz contra las herejías y el relativismo rampante de Jorge Mario Bergoglio. Su juicio es una farsa manifiesta, pero también fue el de Cristo, y no es más el discípulo que el Maestro. He aquí un buen y digno discípulo del Señor
– Su historia personal, de dónde es, cómo es su familia, desde que generación son católicos
Mi bisabuelo se llamaba Dohèmeto. Era un animista de Nigeria. A finales del siglo XIX y principios del XX, durante una guerra tribal, fue hecho prisionero y llevado a Benín. Tras su liberación, se instaló allí y dio a su primer hijo el nombre de ‘Gbénou’, que significa ‘nacido fuera de su patria’. Mi familia es católica gracias a mi abuelo Gbénou Joseph. A mediados del siglo XX, se convirtió al cristianismo con su hermano menor, que desgraciadamente murió poco después. Mi abuelo le hizo un funeral cristiano, en contra de los deseos de la gran familia, que quería celebrar los ritos funerarios tradicionales. Falleció poco después, envenenado por sus oponentes.
– Cuándo llegó la Obra a Costa de Marfil, cómo conoce la Obra y cuál es el itinerario de su vocación
El Opus Dei inició sus actividades en Costa de Marfil en 1980. Los padres de mi madre habían emigrado de Benín a Guinea, donde nació mi madre. Después se trasladaron a Costa de Marfil. Mi padre emigró de Benín y se instaló en Costa de Marfil por motivos profesionales. Allí se conocieron y mi madre me dio a luz en Benín en 1980, aunque nuestro lugar de residencia habitual era Costa de Marfil. En este país cursé toda mi educación primaria, la secundaria y luego la universidad, donde estudié informática y gestión empresarial. Un año antes de ir a la universidad, conocí el Opus Dei a través de un amigo que recibía allí formación cristiana. Enseguida me gustó el carisma principal de la Obra, que es la búsqueda de la santidad en medio del mundo, en la vida familiar y profesional. Por eso solicité la pertenencia al Opus Dei en agosto de 1997.
– Va a Roma, a Bruno Buozzi, qué estudios de Teología o Derecho Canónico hace, cuándo se ordena. Qué encargos apostólicos recibe como sacerdote…
En 2006, viajé a Roma para estudiar Teología en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Y en 2009, me especialicé en Filosofía en la Universidad de Navarra, donde defendí mi tesis doctoral en 2012. El 5 de mayo de 2012 fui ordenado sacerdote de Jesucristo para la eternidad. Tras un período de prácticas pastorales de 6 meses en Granada, regresé a Costa de Marfil, donde durante unos meses fui capellán de alumnos en Abiyán, la capital económica, y después, de 2013 a 2020, capellán de alumnos y estudiantes en Yamusukro, la capital política.
– Cuándo tiene dudas sobre la ortodoxia de Bergoglio, las comunica a sus directores, cuál es su reacción
Viviendo en Yamusukro, tuve una gran sorpresa en 2016 con la aparición de las herejías de Amoris laetitia, luego en 2018 con la nueva histerectomía de esterilización directa decidida por el Papa Francisco, el Cardenal Luis Francisco Ladaria y el Arzobispo Giacomo Morandi. Tomé mi tiempo para rezar y estudiar, y luego comuniqué mis dudas al Padre Serge Abdoulaye Sissoko, Vicario Regional del Opus Dei, y luego a Monseñor Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei. También me puse en contacto con mis profesores de Roma y Pamplona. En todos ellos percibí miedo a afrontar el problema de las herejías de Bergoglio. Y cuando, en la formación sacerdotal, el Opus Dei comenzó a hacernos aceptar los errores morales y doctrinales del papa argentino, me sentí traicionado por la institución. El 21 de noviembre de 2020, publiqué mi primer texto crítico sobre Francisco usando el nombre de pluma ‘Father Jesusmary Missigbètò’. ‘Jesusmary’ resume mi amor por Jesús y María, mientras que ‘Missigbètò’ procede de la etnia goun de Benín y significa literalmente ‘Respetad al hombre’. En realidad, es un mensaje enviado al Papa Francisco para pedirle que respete a los cristianos, que les tome en serio y no los engañe con su relativismo y su ética de situación.
«El Opus Dei se ha convertido en silente y cómplice de los errores de Bergoglio»
– Le han dejado solo y han actuado implacablemente… ¿Cree que sus tesis son compartidas por otros miembros de la Obra (a mí me consta que sí)?
Muchos otros miembros del Opus Dei comparten las mismas ideas que yo y se han sentido traicionados por la prelatura que, en tiempos de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, predicaba la verdad tradicional de la Iglesia, pero que con Francisco se ha convertido en silente y cómplice en la promoción de sus errores.
– Sus textos son muy fundamentados y plantean como una corrección fraterna evangélica a Bergoglio
Todos mis textos son efectivamente una corrección filial a Bergoglio, es decir un acto de caridad para que corrija sus errores y no se vaya al infierno predicando sus medias verdades. Nuestra Señora de Anguera fue muy clara cuando dijo: “Queridos hijos, mi Jesús os ama, pero no os olvidéis: Él es el Justo Juez… No entrarán en su Santuario Eterno los que siembran la media verdad causando ceguera espiritual en muchos de mis pobres hijos… Amad y defended la verdad. Acoged el Evangelio de mi Jesús y escuchad las enseñanzas del verdadero Magisterio de su Iglesia” (5.216, 14 de diciembre de 2021).
– ¿Cree que asistimos a un plan para destruir la Iglesia desde dentro y sembrar confusión doctrinal en los fieles?
Sí, no hay duda, porque Bergoglio representa una ruptura importante con los 265 papas que le han precedido. En el pasado, ha habido papas infieles e indignos de su misión. Pero esta es la primera vez en los 2.000 años de historia de la Iglesia que un papa ha sido oficialmente relativista, utilizando la ética situacional para justificar el pecado presentando el mal como bien.
«Callan porque temen por sus puestos»
– Qué opina de la siguiente afirmación: muchos sacerdotes están preocupados con la deriva doctrinal pero callan porque se juegan su supervivencia económica. ¿Es así?
Es triste, pero es cierto. Muchos cardenales y obispos callan porque temen por sus puestos, así que lo normal sería que todos los sacerdotes alzaran la voz públicamente para denunciar el exceso bergogliano. Por desgracia, muchos de ellos también tienen miedo. No lo digo yo, lo dice Nuestra Señora de Anguera: “Queridos hijos… Mi Jesús necesita vuestro testimonio valiente y público. Muchos elegidos para defender la verdad retrocederán por miedo” (1 de enero de 2020, 4.908).
– ¿Cómo le ha afectado a usted desde el punto de vista económico y de subsistencia esta terrible persecución eclesiástica?
Desde el punto de vista económico, de momento no tengo ningún problema. Si el Vaticano y el Opus Dei me destituyen del estado clerical, entonces ya no tendré el apoyo económico que me da el Opus Dei. Pero, con la gracia de Jesús y la ayuda de María, espero que las autoridades eclesiásticas sean razonables y no me echen, porque a la Iglesia le faltan sacerdotes y yo todavía puedo servir al Pueblo de Dios con mi sacerdocio.
– ¿Qué apoyos humanos y sobrenaturales ha encontrado?
Muchas personas de mis páginas de Twitter (https://twitter.com/fatherjesusmary/) y Facebook (https://www.facebook.com/fatherjesusmary/) rezan por mí. Muchos amigos me apoyan. También muchos periodistas, entre ellos usted. Me gustaría dar las gracias especialmente al Arzobispo Carlo Maria Viganò, que me ha defendido públicamente en varias ocasiones. Sentirse apoyado moralmente en esta lucha por preservar la verdad de la enseñanza tradicional de la Iglesia es muy importante: “Un hermano que es ayudado por su hermano es como una ciudad fortificada” (Proverbios 18:19).
– ¿Que le parece la afirmación de que Bergoglio no es Papa pues está excomulgado, según el documento Universi Domini Gregis, por haberse concertado para manipular el Cónclave con la mafia de cardenales de la mafia de San Galo?
El Colegio Cardenalicio y el Colegio Episcopal deberían tener el valor de estudiar seriamente todos los problemas ligados a la dimisión de Benedicto XVI y a la elección de Francisco, para dar una respuesta oficial al Pueblo de Dios. Recemos por estos dos colegios para que no tengan miedo de Francisco y defiendan la Verdad Eterna de Dios, es decir, Jesucristo. También existe el problema de la excomunión de Francisco por herejías.
– Su juicio canónico ¿se ve ante el Opus Dei, juez y parte?
El Opus Dei es juez y parte. Es una triste situación. El modo en que se organiza la justicia en la Iglesia no siempre es imparcial y abre la puerta a abusos de poder cuando hay problemas entre una diócesis o una institución y un miembro de la Iglesia.
«Mario Fazio nos engañó cuando dijo en 2913 que Bergoglio apreciaba mucho el Opus Dei»
– En los ambientes internos del Opus Dei se considera a Mario Fazio el caballo de Troya de Bergoglio para desactivar y destruir el Opus Dei. ¿Está de acuerdo con esa idea extendida?
No sé cuál es la relación particular de Fazio con Bergoglio, pero sí sé que Fazio nos engañó cuando dijo en 2013 que Bergoglio apreciaba mucho al Opus Dei. Luego se supo la verdad. Por ejemplo, el prelado no fue nombrado obispo, la prelatura ya no depende del Dicasterio de los Obispos y ahora se considera una asociación clerical. En 2014, en una homilía pública, Francisco calificó al Opus Dei de secta. En 2018, en una exhortación apostólica que contiene varias de las ideas de san Josemaría sobre la santidad, Francisco, que conoció muy bien el Opus Dei en Argentina y fue frecuentado por muchas personas del Opus Dei, ni siquiera tuvo la amabilidad de mencionar a san Josemaría cuando citó a otros santos, e incluso a Josefina Bakhita, que fue beatificada con Josemaría.
– ¿Cree que tendrá un juicio justo?
Rezo para que el Vaticano y el Opus Dei salgan de su ceguera y no toquen mi sacerdocio. Mantengo la esperanza de que se dirijan a Bergoglio y le pidan que rectifique los errores de su magisterio en lugar de castigar injustamente a los sacerdotes que tienen el valor de pedir públicamente la rectificación de sus errores que atacan el matrimonio, la familia y los Sacramentos.