Juliete Farley.
Los comentarios comenzaron con una simple publicación en Facebook sobre el nuevo álbum de Taylor Swift y se convirtieron en una polémica sobre si las canciones de la cantante de 34 años son inapropiadas para niños y adolescentes.
«Me siento mal por todos los Taylor Tots porque la mayoría de los padres no van a considerar apropiado este álbum», publicó Crystal Barkley el 19 de abril.
Barkley se refería a «The Tortured Poets Department», el undécimo álbum de estudio de Swift en 18 años.
Aunque hay versiones limpias disponibles en varias plataformas de streaming, algunos padres siguen preocupados.
«Esto es para los padres que dicen que no van a usar la versión limpia/censurada», publicó CeCe Thompson. «Creo que eso es de ignorantes. Este NO es un álbum para niños. Tus hijos pueden seguir siendo swifties sin este álbum».
Las canciones incluyen «The Tortured Poets Department», así como «Down Bad», «But, Daddy, I Love Him», «Florida!!!», «loml», «I Can Do It With a Broken Heart» y «The Smallest Man Who Ever Lived».
Las siete tienen etiquetas que advierten a los consumidores que la letra de las canciones puede ser inapropiada para los niños por contener lenguaje sobre violencia, sexo o abuso de sustancias.
Aunque a los jóvenes fans de Taylor Swift se les conoce cariñosamente como «Taylor Tots», el 53 por ciento de los adultos estadounidenses son fans, de los cuales el 16 por ciento se declaran ávidos de la artista, según un estudio de Morning Consult. En la categoría de ávidos, el 44 por ciento se autodenominan «Swifties».
«Los músicos tienen derecho a expresarse como quieran, pero deben ser conscientes de su público», declaró Victoria Cobb, presidenta de Family Foundation, a The Epoch Times el 7 de mayo.
«Swift, sabiendo que su público es mayoritariamente joven, debería haber considerado una estrategia de relaciones públicas que advirtiera a los padres que no pretende seguir siendo un icono preadolescente y adolescente de forma productiva».
La Family Foundation, una organización 501(c)3 no partidista con sede en Virginia, es una organización pro-familia cuya misión es preservar y promover la familia.
«Creemos que la familia es la base de una sociedad próspera», declaró la Sra. Cobb.
Políticamente, los fans ávidos de Taylor Swift se inclinan hacia la izquierda: el 55 por ciento son demócratas, el 23 por ciento republicanos y el 23 por ciento independientes.
Según el estudio de Morning Consult, el 45 por ciento de los fans son millennials, el 23 por ciento baby boomers, el 21 por ciento de la Generación X y el 11 por ciento de la Generación Z, es decir, de 26 años o menos.
Letra de «Dark»
«¿¿¿¿Taylor Tot????», publicó Shyla Schoelkopf en Facebook. «No quiero que mi hijo de secundaria escuche algunas de estas [canciones]».
Jennifer Kopperman escribió: «Sí, todavía no he dejado que mi hijastra las escuche. Estoy dejando que su padre revise todas las canciones primero».
Otra usuaria de Facebook llamada Hannah Cardwell publicó: «Si me preguntas, la música temprana de Taylor es lo que los ‘Taylor tots’ deberían escuchar más hasta que crezcan y puedan entender su música más reciente un poco mejor. Su escritura se ha vuelto más compleja con los años, y hermosa, pero la primera Taylor es la que escuchábamos cuando éramos niños, ¿tal vez estos niños también deberían hacerlo? Es solo mi opinión».
En el pasado, los álbumes de Swift tendían a la música pop pegajosa, pero a medida que navegaba por las aguas a menudo turbulentas del romance, la cantante ha introducido letras maduras.
Recientemente, Swift encontró un nuevo amor con Travis Kelce, jugador de los Kansas City Chiefs de la NFL, lo que algunos interpretaron como un posible regreso a las canciones de amor feliz.
Un escaparate muestra recortes de cartón de Travis Kelce #87 y Taylor Swift durante el desfile de la victoria de los Kansas City Chiefs en la Super Bowl LVIII en Kansas City, Mo, el 14 de febrero de 2024. (Jamie Squire/Getty Images)
«Como madre, en realidad estaba en ese bando en el que pensaba que podríamos tener un álbum más feliz hasta que oí el título del álbum y luego empecé a oír, a medida que se iba publicando, lo que decían realmente las canciones», dijo la Sra. Cobb.
Lo que más preocupa a la Sra. Cobb son las letras que hacen referencia a la autolesión.
Por ejemplo, el estribillo de la canción «Down Bad» se repite: «¿Y si no puedo tenerlo? Podría morir. No habría diferencia. Caer mal, despertar en sangre… ¿Y si no puedo tenernos? Puede que no me levante. Podría quedarme mal».
«Cada álbum parece progresivamente menos útil para un público joven, y aunque es fácil para los padres captar los improperios o el aumento explosivo de improperios fuertes, en realidad es más importante que los padres entiendan su continua zambullida hacia la oscuridad profunda», añadió la Sra. Cobb.
«En un mundo en el que nuestros adolescentes se enfrentan a más problemas de ansiedad y salud mental, sus continuas referencias al suicidio como respuesta al fracaso amoroso son desgarradoras».
Por ello, la Sra. Cobb aconseja a los padres creyentes que evalúen la música que escuchan sus hijos y consideren la posibilidad de presentarles a otros artistas.
«Hay buena música de otras personas», afirma. «Solo tenemos que dar a las jóvenes mejores opciones. Fundamentalmente, un artista es libre de expresarse como quiera, pero es decepcionante. No fue consciente de su público. Yo diría que los padres deben tomar decisiones alternativas».