AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Abuelos, una idea genial

Redacción




Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.

“Venimos de una crisis brutal en la que se ha hablado mucho de los jóvenes. Se ha dicho que son la generación más preparada de la democracia española y que han tenido que afrontar una dura realidad trabajando, en muchas ocasiones, fuera de España por debajo de su categoría profesional. Es verdad que esa situación es un drama pero poco se ha hablado de ese millón y medio de personas de más de 50 años que han sido expulsadas del mercado laboral. Y, sin entrar a comparar qué drama es mayor, desde mi punto de vista, el segundo colectivo no tenía ninguna posibilidad de incorporarse al mundo laboral, además de tener hipotecas que pagar.”

SANTIAGO REQUEJO

Debut en el largometraje del director Santiago Requejo que prolonga en buena medida el espíritu y el estilo de Padre no hay más que uno, de Santiago Segura, el gran – y merecido – éxito de la temporada en el cine español .

Segura  nos contaba la historia de Javier (interpretado por él mismo ),  un padre de cinco hijos, de entre cuatro y doce años que no se ocupa  en absoluto de lo que supone el cuidado de la casa y de los niños, pero que habrá de aprender cuando la madre se marcha unos días de vacaciones al Caribe. Requejo se inspira también en avatares de la vida cotidiana más real:

Isidro (Carlos Iglesias) es un parado en edad que jubilación que no consigue encontrar trabajo con el nuevo paradigma del mercado laboral; las normas de juego han cambiado, y términos cómo “dinámicas de grupo” o “coworking” le son totalmente ajenos. Tras sentirse rechazado, decide montar su propio negocio con dos amigos. Para ello, deberán sumergirse juntos en un mundo dominado por la juventud.

Pero qué puede emprender alguien de su edad a quien la sociedad relega simplemente al cuidado de sus nietos. La respuesta es clara: con la ayuda de Arturo, un escritor de novelas románticas, y de Desiderio, un jubilado con ganas de ser abuelo, se embarcarán en el ambicioso proyecto de intentar montar una guardería.

NO TE LO PIERDAS:   ¿Qué ha sucedido con Cantabria Distinta? El partido más friki de la taifa de Revilla

Una guardería llevada por quienes en su vida actual se dedican en buena parte a cuidar a sus nietos, parece sin duda una idea genial.

Para desarrollarlo, los tres amigos se adentrarán en un coworking repleto de jóvenes, donde tendrán que sacar al emprendedor que llevan en su interior. Aunque para empezar les cueste entender el propio significado de la palabra.

La obra  presenta una estructura sencilla y cercana que toca a menudo el corazón del espectador. Todo está cuidado y filmado con cariño, además de extraordinariamente vivido por los protagonistas. Es cierto que alguna de las tramas secundarias no mantienen el mismo interés, pero el ritmo no se pierde en momento alguno. Abuelos tiene la habilidad para saber entretener tanto a jóvenes como a mayores. Es comedia familiar, con apuntes de crítica social pero sobre todo muy humana, lo que se traduce en una conexión evidente entre la historia y el público. Hay momentos de emoción, de divertimento, un cruce entre De Sica y Frank Capra con algún toque de Berlanga y del Minnelli de El padre de la novia y El padre es abuelo. Y por supuesto Antonio Mercero. Algunas críticas han recriminado el tono amable y esperanzado – sin eludir las aristas – de la película. Muy al contrario, es su mejor virtud.

https://www.abueloslapelicula.es/

La película cuenta con un brillante reparto: Carlos Iglesias, Ramón Barea, Roberto Alvarez, Ana Fernández, Mercedes Sampietro, Eva Santolaria, Clara Alonso, Raul F. de Pablo, todos ellos verosímiles, sacados de la vida real y capaces de hacer reir o pensar según sea la escena y la necesidad del guión.

NO TE LO PIERDAS:   Feijoo, el triunfador, Pedro Sánchez, el perdedor y Ciudadanos, nada de autocrítica

Imprescindible verla sobre todo si el espectador tiene  familia y los abuelos le ayudan – o le han ayudado – . Merece la pena.