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Escándalo: Un informe sitúa a la ministra Margarita Robles en el epicentro de la trama para robar el bebé de Clara Alfonsa Reinoso

Redacción




Enrique de Diego.

Un informe oficial refiere que el centro La Casa de la Jove, de Barcelona, manifiesta que “la menor consiente la adopción y que la jueza está informada”. La menor entonces es Clara Alfonsa Reinoso y la jueza era la hoy ministra Margarita Robles y entonces presidenta del Tribunal Tutelar de Menores de Barcelona, y quien tenía bajo tutela a Clara Alfonsa, entonces una menor, con 14 años, que dio a luz el 18 de junio de 1987 a la que sería registrada a los tres días como Marina Estivill Rimbau.

A Clara Alfonsa se le dijo que había tenido un hijo varón y que había nacido muerto. El 13 de abril de 2012, Marina Estivill solicitó la búsqueda de sus orígenes biológicos a través de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat. El resultado fue el descubrimiento de que Marina Estivill había sido una bebé robada hija de Clara Alfonsa Reinoso, como demostró fehacientemente la prueba de ADN.

Imagen de Clara Reinoso cuando sucedieron los hechos. /Foto: ramblalibre.com.

Ese informe oficial con la referencia al conocimiento de Margarita Robles de lo que se había hecho corresponde a la declaración de Mercedes Porrera, la directora de La Casa de la Jove, una institución de inspiración religiosa financiada por la Generalitat. Se encuentra en el informe, de 20 de enero de 2015, de Ángel Lázaro Riol, jefe del Servicio Jurídico, a María Mercé Miró, en ese momento directora general de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat catalana.

Coincide con la declaración de Clara Alfonsa a Rambla Libre de que, cuando fue trasladada de una residencia, Santa Eulalia, regentada por monjas a La Casa de la Jove, fue recibida por dos mujeres, una abogada, Teresa Cervelló, y una jueza, “una mujer morena” que “estoy dispuesta a jurar que era Margarita Robles”.

Junto a la declaración de Mercedes Porrera, y el testimonio de Clara Alfonsa Reinoso, hay un documento concluyente: es Margarita Robles la jueza que firma el auto por el que quita el desamparo de Clara Alfonsa y literalmente la pone en la calle, en situaciones de salud precaria y sin tener a donde ir. Esta es una historia que está aún por aclarar –el 25 de octubre hay fijado juicio para dictaminar que fue una adopción ilegal- y en la que participan personajes influyentes con apellidos sonoros de la burguesía catalana:

Teresa Cervelló: Amiga de Margarita Robles, según fuentes solventes. Abogada en el momento de los hechos. Murió a los 60 años tras una larga enfermedad. Accedió a la judicatura por el cuarto turno y llegó a ser magistrada del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña. En el momento de los hechos era abogada de Cristina Rimbau. Es quien traslada a Clara Alfonsa a La Casa de la Jove. «Nos dijo que era cuñada de Núria de Gispert», según admitió Mercedes Porrera. Nuria Gispert, bien conocida en La Casa de la Jove por haber sido abogada de la institución. En ese momento era secretaria general de Justícia y luego ha sido presidenta del Parlament.

Ignasi Gispert: Esposo de Teresa Cervelló y hermano de Nuria Gispert. Se le sitúa en la reunión en la que se decide el robo-adopción de Marina Estevill Rimbau.

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Mercedes Porrera Olivella: Directora de La Casa de la Jove, donde Clara Alfonsa pasó el último mes y medio de su embarazo. Es quien sitúa a la jueza como conocedora de cuanto se hizo. Tras el parto, le comunica a Clara Alfonsa que tiene que abandonar la residencia –era un piso- . Ante los llantos de ésta última, que cree haber perdido a su hijo, y a la que se la han dado 17 puntos, con alta fiebre, la deja permanecer unos pocos días hasta que encuentre a dónde ir.

Jordi Estevill: Sociólogo, autor de varios libros. Registra, junto a su esposa Cristina Rimbau, a los tres días del nacimiento de la niña, a la hija de Clara Alfonsa como Marina Estevill Rimbau, con los apellidos de ambos. Según el testimonio escrito de Marina, pagó por la operación del robo de la bebé, “1.000.000 de pesetas mensuales” durante un año. Se trató, pues, de una transacción económica. Jordi Estevill fue informado de que había una joven que iba a tener un hijo y que no podría mantenerlo. El matrimonio no podía tener hijos.  Según su testimonio escrito, «unos amigos nuestros abogados, Ignasi de Gispert y Teresa Cervelló, ya muerta, que ya tenían un niño adoptado, nos dijeron que tenían una vía abierta. Se trataba de una joven menor que estaba embarazada, que quería tener su hijo, pero que, según nos dijeron, no podía ni quería quedárselo… La versión que Cristina (Rimbau) me dio es que una tercera persona se encargaría de ver a la futura madre que residía en una residencia para jóvenes solteras y ayudarla. Lo siguiente es que dimos un dinero para cubrir los gastos. El 18 de junio fuimos a la Clínica Dexeus. Yo me quedé en la sala de espera y sobre el mediodía apareció Cristina con Marina en brazos, que acababa de nacer. Salimos de la clínica con el coche de unos primos míos».

Crisrtina Rimbau: Trabajadora social, amiga y cliente de Teresa Cervelló. Es con quien acuerda el robo de la bebé en una reunión en una cafetería. Su abogada le informa de que hay una adolescente embarazada que va a dar a luz pronto. Cristina Rimbau paga todos los gastos de la Clínica. A ella es a la que se le emiten las facturas, tanto de cuidados médicos, ecografías, como de la estancia y el parto, con lo que se puede llegar a extraer la falsa impresión de que es ella quien ha estado internada. Jordi Estevill y Cristina Rimbau han terminado separándose.

Victoria López Rodó: Ginecóloga, hermana del exministro de Franco, Laureano López Rodó. Es la que atiende a Clara Alfonsa Reinoso en la Clínica Dexeus de Barcelona. La dice que el niño viene pequeño por deficiente alimentación de la madre y le sugiere que se cuide. Es quien la comunica que la niño, varón, ha nacido muerto, reiterando que venía pequeño.

Clara Alfonso Reinoso: Tiene 14 años en el momento de dar a luz. Es miembro de una familia fuertemente desestructurada, formada por una madre dedicada a la prostitución y por un padre alcohólico y violento, que somete a Clara Alfonsa a continuos malos tratos. Su embarazo es fruto de una violación. Ella quiere tener a su hijo y en ningún momento se le pregunta sobre nada relativo a la adopción, que hubiera rechazado de plano. Estaba bajo la tutela de Margarita Robles. Es literalmente echada, por orden de la actual ministra de Justicia, de La Casa de la Jove, con alta fiebre, 17 puntos de sutura y sin medios para salir adelante ni lugar a donde ir. Terminará recurriendo a Manuel, hijo del propietario de un restaurante, en el que Clara Alfonsa limpiaba los suelos, y que la respetaba. Se casarán y tendrán tres hijos.

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Margarita Robles: Juez decano del Tribunal Tutelar de Menores de Barcelona en el momento de los hechos. La directora de La Casa de la Jove la sitúa como conocedora de todo. Firma la retirada judicial del desamparo, documento en el que comete el error de indicar que Clara Alfonsa tiene 17 años. Es posible que para salvar el hecho de que en los Estatutos de la citada institución se prohíbe tener a menores de 16 años. Sin ella es difícil comprender que se procediera al robo de un bebé estando la madre bajo su tutela. Es el nexo de unión entre los diferentes personajes de la trama por su amistad con Teresa Cervelló. O fue negligente o cómplice. Tuvo un encuentro con Clara Alfonsa en las cercanías del Congreso de los Diputados el 30 de agosto de 2017.

Marina Estivill Rimbau: Es su interés en conocer sus orígenes lo que desvela todo lo sucedido, en otro caso Clara Alfonsa hubiera seguido creyendo que su hijo varón nació muerto. Es registrada a los tres días de nacer con sus actuales apellidos. Esto es totalmente impropio en una adopción provisional.

La historia podía bien haber sido de otra forma. Las posibilidades de que Clara Alfonsa no desapareciera en alguna cloaca de la calle eran muy pocas. Con cuatro hermanos, de nueve, declarados en desamparo y en centros de los servicios sociales, no podía volver con su familia, muy desestructurada como hemos visto. Es altamente probable que la trama evaluara las escasas posibilidades que tendría casi de sobrevivir y en cualquier caso de desentrañar la trama de la que había sido víctima. El engaño fue perfecto hasta que los servicios de la Generalitat y su hija se ponen en contacto con ella.

Ha llegado el momento de no mirar para otra parte y de aclarar un hecho terrible que ha destrozado la vida de una madre. Hasta el momento, Margarita Robles, oficialmente, ha reiterado que no puede acordarse de todos los casos que ha llevado, aunque en otra entrega veremos como sí recuerda el caso. Es necesario, que dadas sus actuales responsabilidades, responda parlamentariamente. Clara Alfonsa hoy sigue pidiendo respuestas y explicaciones. Y Margarita Robles debe darlas y la oposición exigirlas.