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Escándalo: El robo de la bebé de Clara Alfonsa Reinoso, tutelada por Margarita Robles, se hizo con la complicidad de la Clínica Dexeus

Redacción




Enrique de Diego.

Cuando el 18 de junio de 1987, Clara Alfonsa Reinoso dio a luz a una niña, que de inmediato le fue robada, estaba bajo la tutela de la actual ministra de Defensa y entonces Juez decano del Tribunal Tutelar de Menores de Barcelona, Margarita Robles Pérez. Ésta tenía el deber legal de velar por Clara Alfonsa.

El robo de la bebé se perpetra en la Clínica Dexeus de Barcelona con la participación directa de la ginecóloga Victoria López Rodó, que es quien atendió desde su ingreso y en el parto a Clara Alfonsa y quien la engaña aseverando que el niño, varón, ha nacido muerto.

Clínica Dexeus, donde se produjo el robo de la niña de Clara Alfonsa.

Paremos a considerar las extrañísimas circunstancias que se van dando en esta terrible historia: una adolescente, de 14 años, uno de los nueve hijos de una familia muy desestructurada, sin recursos económicos, bajo tutela judicial y residente en ese momento en La Casa de la Jove (con una edad menor de la permitida por los estatutos de la institución) es ingresada y da a luz en la Clínica más elitista y cara de toda España. Estando en desamparo y bajo tutela judicial no es llevada a un hospital público, sino al que sólo está al alcance de la más pudiente y alta burguesía catalana.

Victoria López Rodó.

La sucesión de los hechos sugiere una complicidad de la Clínica Dexeus como institución y no sólo de la ginecóloga Victoria López Rodó. Esa interpretación queda confirmada por los documentos que ofrecemos: recibí del Instituto Dexeus, con fecha 23 de junio de 1987, en concepto de “honorarios y anestesia” y factura emitida por el Consultorio Dexeus, por 20.000 pesetas, con fecha 22 de julio de 1987, en concepto de “visitas y ecografías”, ambos a nombre de Cristina Rimbau Andreu, quien obviamente ni fue anestesiada ni objeto de ninguna ecografía. Corre con los gastos de Clara Alfonsa Reinoso. Hasta parece, en términos burocráticos, que es Cristina Rimbau quien ha dado a luz. ¿En condición de qué pagaba y por qué se le permitía?

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El sociólogo Jordi Estivill.

El 25 de octubre de 2013, Jordi Estivill escribe, “a requerimiento de mi hija”, un relato de hechos. En 1985 llevaba más de 2 años viviendo en pareja con Cristina Rimbau. “Teníamos ganas de tener descendencia. Fuimos a hacernos unas pruebas de fertilidad y salieron positivas. Pero los hijos no venían. Por eso fuimos a la Clínica Dexeus para iniciar un tratamiento de fecundación in vitro. Nos atendió el Doctor Krauwell. Descubrió que Cristina tenía obstruidas las trompas y por eso no podía tener hijos. Se operó y después siguió todo el proceso de fertilización en dicha Clínica. Pero sin resultados”.

Fue entonces cuando empezamos a pensar en la adopción”. Estudiaron todas las posibilidades pero el hecho de convivir y no estar legalmente casados plantea problemas insalvables con la ley vigente entonces. “Unos amigos nuestros Ignasi de Gispert y Teresa Cervelló, que ya tenían un niño adoptado, nos dijeron que tenían una vía abierta. Se trataba de una menor que estaba embarazada, que quería tener el hijo pero que no podía ni quería conservarlo con ella”.

Cristina Rimbau, trabajadora social, en una conferencia.

En su relato, Jordi Estivill cuenta que la entonces su pareja Cristina Rimbau le dice que una persona que trabaja en el Colegio de Aparejadores ayudaba a esa chica económicamente, por lo que había que entregar un dinero. “A mí se me explicó –prosigue Estivillque era mejor que no conociera a la madre. Que tenía una familia desestructurada, sin recursos, en la que la madre de ella y otras hermanas se dedicaban a la prostitución”.

El 18 de junio fuimos a la Clínica Dexeus. Me quedé esperando en la sala de espera y al mediodía vino Cristina con Marina, que acababa de nacer, en brazos. Salimos en el coche de mis primos, ya que para evitar futuros problemas (posibles amenazas de la familia) se aconsejaba que no supiesen donde vivíamos”.

A esas horas, Clara Alfonsa Reinoso se está despertando de la anestesia. Para el parto se la ha puesto anestesia general, totalmente innecesaria salvo para que no se entere de nada de lo que va a suceder; en esa situación inerme e indefensa, hay que abrirla en canal para sacar al niño: 17 puntos de sutura; es como si en del quirófano de la Clínica Dexeus se hubiera enseñoreado Menghele. Clara Alfonsa va a recibir la visita de la ginecóloga Victoria López Rodó quien la engaña y la sume en una infinita desolación: el niño –varón- ha muerto. La primera idea de Clara Alfonsa cuando sea desamparada por Margarita Robles, una vez robada su niña, será tirarse a las vías del tren.

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Los hechos son tan terroríficos, inhumanos y repugnantes que superan a la imaginación. Entran en juego una institución, La Casa de la Jove, una Clínica de prestigio y renombre como la Dexeus, una abogada, Teresa Cervelló, que luego sería magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el hermano de la expresidenta del Parlament y la juez decano del Tribunal Tutelar de Menores de Barcelona, Margarita Robles Pérez. Resulta altamente inconcebible que estemos ante un caso aislado.

La trama mafiosa funciona con total tranquilidad e impunidad engañando de la manera más grosera y cruel a una adolescente desamparada que está bajo la protección de la Justicia, y específicamente de la actual ministra de Defensa. Todo avala que Margarita Robles fue presuntamente o bien la cabeza de la trama o cómplice necesario. Nada se pudo hacer sin ella.

¿Hasta cuándo se permitirá que Margarita Robles no dé explicaciones? ¿Hasta cuándo la oposición no se las exigirá en sede parlamentaria?