Josep Sansano.
A pesar de su desastrosa gestión al frente de la Ciudad de la Luz (455 millones perdidos entre tres pésimos gestores), Elsa Martínez sigue lucrándose de los presupuestos públicos. El 20 de abril de 2017, cobró del Ayuntamiento de Alicante, 4.840 euros por la «coordinación del acto inaugural del Acuario de la Plaza Nueva de Alicante».
En lo que parece un cambalache típico de la casta, puesto que el Ayuntamiento de Alicante tiene al frente a un alcalde presuntamente socialista, Gabriel Echávarri, y está gobernado por un tripartito de izquierdas, la empresa Teriwfores Inversiones SL, con sede en Avenida General Marvá, 4, 8º B, emite factura por la cantidad citada incluyendo algunos criterios altamente cuestionables. Así el dinero cobrado por la «coordinación» de un evento menor incluye como conceptos «gestión de medios especializados y viralización en redes sociales» y también «elaboración del clipping de Prensa y notas de prensa».
Según expertos en redes sociales, esos conceptos «pueden contemplar un buen trabajo profesional, pero con frecuencia lo que esconden es puro humo».
La empresa de Elsa Martínez está domiciliada en su vivienda particular -compartida la propiedad con el jefe de gabinete del presidente de Diputación y presidente del PP de Alicante, Toño Peral– y en la que tiene una deuda con la comunidad de vecinos de 8.000 euros, según informan a Rambla Libre varios vecinos del edificio. Deuda reconocida por sentencia judicial.
Ayuntamiento de Alicante, incapaz de organizar un evento menor
Las dimensiones del escándalo se hacen especialmente claras, como señalan a Rambla Libre fuentes internas del Ayuntamiento, si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento de Alicante, con el presunto socialista Gabriel Echévarri al frente, es incapaz de organizar un evento menor, que no es ni la inauguración de las Olimpiadas ni tan siquiera de la Ciudad de la Luz, a pesar de tener personal especializado en protocolo, teniendo que externalizar la organización.
Otra cuestión que plantean a Rambla Libre fuentes políticas municipales es la idoneidad y la estética de contratar los servicios de la empresa de la exdirectora de la Ciudad de la Luz, cuya gestión fue tan calamitosa para el contribuyente.
Doscientas personas, escasa repercusión y críticas
La «inauguración» del acuario en la Plaza Nueva tuvo lugar el jueves 20 de abril de 2017 y nada de lo allí sucedido justifica, ni de lejos, el cobro de 4.840 euros por la «coordinación» ni mucho menos la necesidad de externalizar la gestión.
El acuario se cerró a mediados de agosto de 2015 tras el desastre de la muerte de cerca de 130 peces. Los comerciantes de la zona lamentaron la tardanza en volver a ponerlo en marcha, y en último término el que no se hiciera para Navidad, incrementando así sus pérdidas.
El único comunicado de prensa emitido fue una nota técnica del Ayuntamiento que detallaba la obra hecha, que costó 142.000 euros, que había consistido en «adecuar el interior de la edificación existente, con una nueva distribución de las urnas destinadas a albergar las distintas especies marinas«. Y mejoras en la refrigeración. Se añadieron algunas nuevas como estrellas de mar, langostas, pintarrojas, llisas, cangrejo ermitaño, galateas y castañuelas. En total, cerca de 200 ejemplares de 50 especies.
Un acto a mayor gloria de Gabriel Echávarri y de la concejal de Infraestructuras, Gloria Vara, que cortaron una cita normal con los colores de la bandera alicantina. Nada de viralización ni de clipping. Una repercusión escasa en los medios: cuatro crónicas en medios locales digitales, abc.es, valencia.gratis, cadenaser.com y 12tv.es, en la que se destacaba la inaccesibilidad de las instalaciones a personas discapacitadas. Gabriel Echávarri declaró, con notable exageración, que el acuario «será un proyecto único en el mundo con continuidad didáctica«. Asistieron 200 personas, una buena parte de ellos políticos y representantes de asociaciones comerciales, aunque, según algunas fuentes, no se tuvo en cuenta a los comerciantes de la zona.
Música bakalao: una idea del «bombero torero»
Sin notas de prensa, sin viralización, sin clipping, ¿qué es lo que hizo la empresa de Elsa Martínez para llevarse la bonita suma de 4.840 euros? La exdirectora de la Ciudad de la Luz puso un DJ que pinchaba música bakalao al lado de los peces. Con total seguridad, ninguna de las especies entendió la chusca ironía postmoderna de Elsa Martínez. La asociación animalista «No sin mis peces» calificó la idea de propia del «bombero torero«. Y explicó que «fuera bakalao no es ningún atenuante, hay que ser cafre y desconsiderado para generar este estrés a los pobres animales«.
A la vista de los hechos, la pregunta exige respuesta: ¿por qué cobró la exdirectora de la Ciudad de la Luz 4.840 euros, cuando su trabajo lo podía haber hecho cualquier funcionario cualificado del Ayuntamiento sin generar estrés al contribuyente alicantino?
Alicante: Elsa Martínez mantiene impagos de 8.000 euros con su comunidad de vecinos