Enrique de Diego.
Bueno, Albert, ahora que has empezado a ser pasto de las revistas del corazón y que sales en portada de la revista Semana, se me ocurre, que si va para adelante lo de Malu, que la gente dice que es pasajero, como dice en la canción, puedes tener más futuro en la música que en la política. Ahora se explica la salida abrupta de escena de Beatriz Tajuelo de quien se dice que te ha pillado in fraganti delito o adulterio, aunque con esto de la «pareja» lo del adulterio también ha de tener otro nombre que hasta el momento no se ha acuñado. El dato que se ofrece es que pasaste con Malu el día de San Valentín, esa festividad que se inventó El Corte Inglés con tanto éxito. Cuando te han preguntado has respondido: «Todo bien, muchas gracias«, que es una confirmación. Ya vas camino de «Sálvame» y Beatriz Tajuelo puede hacer cuentas por si le interesa entrar en la trituradora y la hoguera de las vanidades. Tiene en sus manos una mina. Puede abrirse la veda a más cuestiones, del tipo de qué caso haces a tu hija, a la que utilizas en discursos de campaña, pero a la que casi no ves.
Así que a lo de veleta, estás añadiendo una inestabilidad emocional adolescente. Pero haciendo de la necesidad, virtud, es posible que tengas mucho más futuro en la canción que en la política. En ésta ya no tienes las expectativas de antaño, ni parece que las promesas que te han hecho los amos del mundo a cambio de tu corrupción moral estén en condiciones de cumplirlas. Nublado por tu ambición irrestricta, has cometido errores estratégicos groseros: nunca debiste apoyar los Presupuestos de Mariano Rajoy para forzar elecciones. En ese momento, tenías los vientos alisios de popa y las encuestas de cara. Y ante ese error, te ganó por la mano un oportunista con más cara que espalda llamado Pedro Sánchez. Aún recuerdo tu cara de pasmo en la segunda moción de censura, cuando te quedaste en terreno de nadie, desconcertado y descompuesto. Lo de Andalucía ha sido para ti una victoria pírrica. Con tanto vaivén te ha puesto en evidencia. Lo de Manuel Valls en Barcelona va pareciendo cada vez más una excentricidad. Ahora incluso precisas echar mano de Inés Arrimadas para que te dé credibilidad, aunque Arrimadas empieza sonar bastante a coartada y como te entre con fuerza Vox en Cataluña estás perdido.
Luego está lo de la financiación de Ciudadanos, con el torpe de Ignacio Aguado dándome entrada judicial, que no sé si esa metedura de pata se le ha ocurrido a Pedro J o a Fran Hervías, con sus primarias telemáticas de pega. Vas a tener que dar muchas explicaciones, te adelanto, si la Justicia cumple su función.
Así que una opción sería que montaras con Malu un dúo al estilo del de Albano con Romina Power. Claro que lo de Malu es para que te lo pienses dos veces. La letra de su canción «Contradicción», concepto que te clava, Albert, pone los pelos de punta: «soy dolor, soy un nudo en la garganta, una canción, soy tormenta de esperanza y destrucción, pura confusión, bienvenido a mi contradicción». Claro que el premio es que «nadie te hará sentir más vivo», lo cual es una horterada colosal. Te veo, Albert, con Kiko Matamoros en el programa de María Patiño y de concursante estrella en Supervivientes. Es muy probable que ese sea tu sitio y todo haya sido preparación.