AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


¡Hay que asediar por hambre a las ciudades!

Redacción




Luis Bru.

No hay sustituto a la victoria. No hay negociación posible entre un gobierno lacayo de los globalistas que tienen entre sus planes el exterminio de todo el sector primario, de los hombres que trabajan y de sus familias. No hay diálogo posible con Pedro Sánchez que es un perfecto inútil quien califica a todos los que se le oponen de «negacionistas climáticos» y tiene la desvergüenza de tener un ministerio de «Reto demográfico» que proclma su voluntad genocida de eliminación de población. Todo el sector primario ha sido condenado primero al hambre y la sed, después a la muerte.

Es preciso ser consciente de lo que está en juego y asumir los riesgos de raíz a los que se enfrentan agricultores, ganaderos, pescaderos y transportistas; estos son testigos de que fueron engañados por un gobierno títere al servicio de los globalistas. Estos no van a ceder en sus designios criminales. No van a ceder en la corrupta Bruselas. Hay que vencerles, así de sencillo. Nada hay peor que no tener claros los objetivos en una guerra y ésta es cruel y despiadada, se pelea por los alimentos, por el agua, por la libertad y por la vida. No hay medias tintas en el combate. Hay que vencer a toda costa.

Por de pronto, el sector primario es una minoría: trabajan en él 1.287.600 personas, lo que representa sólo el 6,3% del total, siendo más numerosos los del sector servicios, 15.904.883 y en número menguante los empleados en la industria: 2.726.100.

Sin embargo, es el único sector cohesionado y lo que es más importante, armado. Ellos, y los transportistas tiene vehículos pesados, capaces de paralizar la nación, que es de lo que se trata. El resto de la población está desunida o despistada. Es preciso radicalizar las protestas. Aquí se pone un vídeo de lo que se puede hacer al inicio de las hostilidades, pero no se puede sostener en el momento actual del conflicto. Ahora hay que vencer, no queda otra.

NO TE LO PIERDAS:   Carta del Editor: Castellanos, hundid a Mañueco, el muñeco diabólico

Si el campo no produce, la ciudad no come. Es preciso hacer que esa máxima evidente sea sentida en toda su crudeza, sin vacilar, sin miramientos, como los héroes y las heroínas de nuestros antepasados. Por ahora, se ha tratado como un problema de orden público y se ha reaccionado mediante la represión a través de la guardia pretoriana de Marlaska, que se ha empleado con saña y brutalidad. Ha de entenderse como una lucha desesperada por la supervivencia. Hay que dejarse de buenismos. El buenismo sólo nos llevará al suicidio y la derrota. Ningún miedo a los tigres de papel mojado del aparato de sucia propaganda del enemigo; sí, así, enemigo.

Hay que cortar los suministros al enemigo, romper la cadena alimentaria, que no lleguen alimentos a las ciudades para provocar el levantamiento de sus ciudadanos. Todo el tiempo que sea necesario. Nada hay peor que traten a los agricultores como cuestión menor a tomarse a chirigota para ser pasto de la UIP.

Colapsar los centros logísticos, colapsar las carreteras y vías de acceso. Es cuestión de firmeza y fuera de voluntad, Los policías tienen familias que padecerán hambre y les harán entrar en razón: quien les paga es el pueblo y no el Gobierno, a quien se deben es al pueblo, no al Gobierno.

Cuando se vea esta determinación, las clases medias urbanas se sumarán sin dudarla, dejando sus temores atávicos y entonces vendrá la victoria sobre el pútrido globalismo y un tiempo de paz y seguridad jurídica será dado a la nación. No hay sustituto a la honorable victoria,