Enrique de Diego.
Me cago en los trabajadores de la AEMET y en todos sus muertos. Les decís a vuestros putos amos que no se van a salir con la suya, que van a perder, y Dios quiera que en la emoción de la victoria no os lleve por delante y haber trabajado en AEMET no sea considerado un crimen contra la Humanidad, que lo es-
Vosotros, vuestra agencia ha publicado que 50 naciones está jugando a cambiar el clima, entre ellos España. Y todos los días encontramos los cielos con rayas que fumigan aerosoles con los peores metales pesados para la salud de los humanos, desde aluminio, has materiales, radiactivos como el estroncio. Y que matan las abejas. Y que nos van convirtiendo en un desierto, provocando la sequía. Porque esos chemtrails, malditos de la AEMET, y del UCOMA de la Guardia Civil, no tiene otra finalidad que provocar sequía, destruir nubes.
Vosotros, canallas, sois también víctimas y vuestras familias, Ya hay restricciones de agua en Cataluña y el piltrafilla de Juan Manuel Moreno Bonilla las ha anunciado para Andalucía. Vais a hacer que padezca el campo, que agonice, pero vais a asediar y matar de sed a las ciudades. Y cuando haya sed y hambre, vendrá la ira enloquecedora y enloquecida arremeterá ciegamente contra los culpables y sus cómplices.
Están los cielos de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso, los de la Comunidad Valenciana, con Carlos Mazón, los de Andalucía, Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, todos los cielos de España tiznados. Me cago en todos los trabajadores de la AEMET y en todos sus muertos. He puesto un tuit de ira, con la fotografía que ilustra esta carta, y que dice Cabrones, cabrones, cabrones, hijos de puta y ha tenido más de 300.000 visualizaciones, señal de que la gente mira al cielo y está indignada
Y todo para qué. Para forzar un calentamiento global mentiroso, engañoso e inducido. Como dice Lluís Pomar, geólogo: «El CO2 es la vida, el cambio climático es una gran mentira» Lluís Pomar (Lleida, 1949) es catedrático de Estratigrafía es el único firmante balear entre los 1.800 científicos mundiales que han suscrito el manifiesto ‘No hay una emergencia climática’.
Me cago, yo t muchísima gente, en todos los trabajadores de la AEMET y en todos sus muertos. Con el agua no se juega, canallas.