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Los CDC ponen fin a su timo de la tarjeta de vacunación contra el coronavirus

Redacción




Caden Pearson.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. están eliminando gradualmente sus tarjetas o certificados de vacunación contra COVID-19, según una actualización del 4 de octubre en el sitio web de la agencia.

Consideradas una controvertida reliquia de la época de la pandemia, las tarjetas blancas determinaban quién podía participar en la sociedad y quién no, por ejemplo prohibiendo o permitiendo la entrada a empresas, escuelas y lugares de trabajo, en función de si una persona había recibido la vacuna contra el COVID-19 o no.

Ahora, los CDC dejaron de imprimir las tarjetas porque el gobierno federal ya no se encarga de la distribución de la vacuna contra el COVID-19. Desde el punto álgido de las restricciones de la pandemia a finales del 2020 y hasta el 10 de mayo, el gobierno federal había enviado más de 980 millones de tarjetas, según los CDC.

“Los CDC ya no distribuyen las tarjetas blancas de vacunación contra el COVID-19 y no mantienen registros de vacunación”, afirman los CDC en sus preguntas frecuentes actualizadas. “Póngase en contacto con el sistema de información sobre vacunación (IIS) del departamento de salud de su estado. El IIS de su estado no puede emitirle una tarjeta de vacunación, pero puede proporcionarle una copia digital o en papel de su registro de vacunación completo, incluidas sus vacunas contra COVID-19.”

Sin embargo, ya pasaron los días en los que era necesario llevar la tarjeta de vacunación blanca metida en la cartera o el bolso si se quería acudir a un festival, un bar o un restaurante.

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Requisitos similares se hicieron comunes y controvertidos en todo el mundo, provocando críticas en algunos lugares de una economía de dos niveles.

Ahora que su necesidad es cosa del pasado, las autoridades sanitarias federales y locales no esperan que la supresión de las tarjetas suponga un cambio especialmente importante.

En 2021, después de que el presidente Joe Biden anunciara la obligatoriedad de vacunarse, las omnipresentes tarjetas blancas generaron una industria de mercado negro, lo que llevó a las autoridades estadounidenses a declarar ilegal este tipo de acciones. En diciembre del 2021, Nueva York llegó a tipificar como delito grave de clase D la falsificación de tarjetas de vacunación, y los infractores de las nuevas leyes estatales se enfrentaban a penas de entre libertad condicional y siete años de prisión.

Ese año, la Oficina Federal de Investigación declaró que comprar, vender o usar tarjetas de vacunación contra COVID-19 falsificadas era un delito, y los infractores se enfrentarían a una multa y hasta cinco años de prisión. El Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU. también bloqueó los envíos de tarjetas falsas procedentes de China.

En un caso reciente, un ex farmacéutico de Chicago fue declarado culpable en un tribunal federal por robar y vender en eBay tarjetas de vacunación contra el COVID-19 auténticas en junio.

¿Qué le espera a la prueba de vacunación?
Las tarjetas seguirán siendo válidas como prueba de vacunación. Pero a partir de ahora, la gente tendrá que solicitar su cartilla de vacunación en el departamento de salud, una clínica o una farmacia, como lo harían para cualquier otra vacuna.

Heidi Gurov, enfermera asesora del Departamento de Salud de Wyoming, aconseja a las personas que traten sus tarjetas de vacunación como cualquier otro registro de salud importante y recomienda guardarlas en un “lugar seguro”.

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En todo el país, los estados y algunas ciudades mantienen registros de vacunación, pero los procedimientos de inclusión y acceso a los registros pueden variar. En particular, los registros de inmunización de los esfuerzos de vacunación masiva durante los primeros días de la pandemia suelen almacenarse en estos registros, dependiendo de las regulaciones del estado en particular. No existe un registro de registros de inmunización unificado a nivel nacional.

Los estados varían en su enfoque de los registros de inmunización. Por ejemplo, en Texas se requiere el consentimiento del paciente, mientras que en lugares como Wyoming y Filadelfia los proveedores deben registrar las vacunaciones. Muchos estados ofrecen registros digitales a través de aplicaciones o sitios web, permitiendo a los usuarios guardar certificados o códigos QR como prueba de vacunación, y algunos ofrecen seguimiento y recordatorios para futuras dosis.

“Uno de los aspectos positivos (durante la pandemia) fue el aumento de la autonomía en el registro del paciente, especialmente en el de vacunación”, afirma Jeff Chorath, que gestiona el sistema de información sobre vacunación en el estado de Washington.

Las personas que perdieron su tarjeta de vacunación suelen poder solicitarla en el lugar donde se vacunaron o a través del registro de su estado. Algunos estados también ofrecen tarjetas de vacunación digitales.