Tom Ozimeck-
El multimillonario financiero y activista político George Soros dijo a The Wall Street Journal que cedió el control de su imperio de USD 25,000 millones a su hijo Alex Soros, quien dio a entender que estará aún más comprometido políticamente que su padre.
George Soros, de 92 años, dijo a Journal que entregó las riendas de su Open Society Foundations (OSF) a su hijo de 37 años.
El megadonante demócrata afirmó al medio de prensa que inicialmente no quería ceder el control de la fundación a ningún miembro de su familia “por una cuestión de principios”.
Sin embargo, dijo que con su hijo “piensan igual” y que él asume el timón de la fundación porque “se lo ha ganado”.
Alex Soros declaró a Journal que es “más político” que su padre y que le preocupa la posibilidad de que el expresidente Donald Trump gane la carrera presidencial a la Casa Blanca en 2024.
“Por mucho que a mí me encantaría sacar el dinero de la política, mientras el otro lado lo esté haciendo, nosotros tendremos que hacerlo también”, dijo el hijo, sugiriendo que los grandes bolsillos de la organización de Soros se desplegarán para apoyar las campañas presidenciales opositoras a Trump.
El filántropo Alex Soros, hijo de George Soros, asiste a un evento en Nueva York el 4 de junio de 2013.
Alex Soros fue elegido discretamente como presidente de la junta directiva de la Open Society Foundations (OSF) en diciembre de 2022, según Reuters.
Ahora dirige la actividad política como presidente del comité de acción política de Soros.
“Nosotros vamos a redoblar nuestros esfuerzos para defender el derecho al voto y la libertad personal en casa y apoyar la causa de la democracia en el extranjero”, dijo un portavoz de Alex Soros al medio Financial Times en relación con sus prioridades de acción política.
The Epoch Times se puso en contacto con la OSF para pedirle más detalles sobre el futuro compromiso político de la organización, pero no recibió respuesta al cierre de esta edición.
“Fiscales de Soros”
George Soros, un inversor de origen húngaro valorado en miles de millones, es una figura controvertida en Estados Unidos, después de que grupos vinculados a él vertieran dinero en campañas de candidatos a fiscales de distrito de línea izquierdista en todo el país.
Trump se ha comprometido a atacar a lo que él y otros republicanos han descrito como “fiscales de Soros”, tras ser acusado por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, quien supuestamente recibió dinero de Soros para su campaña durante las elecciones de 2021.
En respuesta a la acusación de que apoyó a Bragg, Soros dijo en marzo que nunca lo conoció y que no contribuyó con ningún dinero a su candidatura electoral.
“Yo creo que algunos en la derecha prefieren centrarse en teorías conspirativas descabelladas que en las graves acusaciones contra el expresidente”, declaró Soros a Semafor.
Sin embargo, dejó claro su apoyo a determinados fiscales. En un artículo de opinión anterior, explicó por qué ha hecho donaciones a “fiscales de mentalidad reformista” y no tiene “intención de dejar de hacerlo”.
“Los fondos que aporto permiten que candidatos sensatos y reformistas sean escuchados por el público”, indicó Soros.
“En los últimos años, los fiscales reformistas y otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de todo el país se han unido en torno a un programa que promete ser más eficaz y justo”.
También señaló que esto incluye políticas de justicia penal menos punitivas.
“Esta agenda incluye dar prioridad a los recursos del sistema de justicia penal para proteger a las personas contra los delitos violentos. Insta a que tratemos la drogadicción como una enfermedad, no como un delito, y pretende acabar con la criminalización de la pobreza y las enfermedades mentales”, indicó Soros.
“Esta es la razón por qué he apoyado la elección (y más recientemente la reelección) de fiscales que apoyan la reforma. Lo he hecho con transparencia, y no tengo intención de dejar de hacerlo”.
Las declaraciones de Alex Soros a Journal y a Financial Times sugieren que la Open Society Foundations (OSF) y los grupos afiliados seguirán adelante con la agenda trazada por George Soros. El presidente de la OSF, Mark Malloch-Brown, abogó recientemente por la adopción de un “nuevo orden económico” centrado en “la justicia y la estabilidad”.
Si hay “una consigna para este nuevo marco de gobernanza mundial, esta debe tener ‘inclusividad’” y junto a ella, “un multilateralismo que tenga las raíces y el poder de permanencia para el nuevo mundo al que nos dirigimos”, afirmó Malloch-Brown en un discurso.
Un reto de este nuevo mundo, según su opinión, sería si los derechos colectivos sustituyen a los derechos individuales y si “el interés del estado por construir esa transición verde, proporcionar un crecimiento inclusivo significa que sea a expensas de los derechos humanos”.
“No está nada claro dónde se sitúa esa batalla, así como no está nada claro dónde se sitúa la batalla por la democracia”, dijo Malloch-Brown.
Algunos críticos de la labor de la OSF han argumentado que su agenda política se inclina demasiado hacia la izquierda.
Musk llama “Magneto” a George Soros
Elon Musk, CEO de Twitter, desató recientemente una polémica al comparar a George Soros con Magneto, el supervillano de X-Men.
“Soros me recuerda a Magneto”, escribió el dueño de Twitter, en referencia al villano de los cómics de Marvel, que es un judío superviviente del Holocausto.
Musk dijo que Soros “quiere erosionar el tejido mismo de la civilización” y “odia a la humanidad”.
Los comentarios de Musk se produjeron después de que la empresa de gestión de inversiones de Soros, Soros Fund Management, confirmara en una declaración ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos que había vendido toda su participación en acciones de Tesla en el primer trimestre de este año.
Jonathan Greenblatt, CEO del grupo de derechos civiles Liga Antidifamación, dijo que las declaraciones de Musk “envalentonarían a los extremistas”.
“Soros es a menudo señalado por la extrema derecha, utilizando tópicos antisemitas, como la fuente de los problemas del mundo”, publicó Greenblatt en Twitter. “Ver a Elon Musk, independientemente de su intención, alimentar este segmento —comparándolo con un supervillano judío, afirmando que Soros ‘odia a la humanidad’— esto no solo es penoso, es peligroso: esto envalentonará a los extremistas que ya urden conspiraciones antijudías y han tratado de atacar a Soros y a las comunidades judías como resultado”.
Musk defendió más tarde sus comentarios sobre Soros en una entrevista con CNBC, diciendo que es una cuestión de libertad de expresión. A la vez, insistió en que no es antisemita y “en todo caso sería un pro-semita”.
“Es libertad de expresión. A mí se me permite decir lo que quiera”, dijo Musk en la entrevista.