Virginia Montes.
Y demente Biden cogió su fúsil herrumbroso e hizo el ridículo más espantoso. Lo cierto es que ninguna de las tres grandes cadenas ha retransmitido el discurso. NBC emitía Ley & Orden; la CBS, El pequeño Sheldon, y ABC, un concurso. Por supuesto, Fox News, pese a tratarse de un canal de noticias, ha hecho como si no existiese mientras Biden intervenía. Solo la CNN y algunos otros canales menores han dado el discurso en directo.
Sobón Biden ha escogido un sitio simbólico (“el lugar donde todo empezó”, ha dicho), el Parque Histórico Nacional de la Independencia, en Filadelfia, en el centro de la ciudad para su discurso sobre “la batalla por el alma de la nación”, una batalla que se juega en las próximas elecciones legislativas, ha dicho. De fondo, iluminado de rojo y azul, el Independence Hall, donde se firmó en 1776 la Declaración de Independencia y en 1787, la Constitución de Estados Unidos. A su izquierda, la agrietada Campana de la Libertad, reclamo de ese pequeño parque temático de la democracia que visitan miles de turistas.
Como un Júpiter de cuarta, en tal escenario, en el que faltó referencias a que los padres fundadores consagraron el derecho a portar amas para defender a la Patria de un ataque tiránico exterior y de la tiranía del propio Gobierno, propia de los «días de infamia» de Franklin D. Roosevelt, demente Biden tronó contra Donald Trump y su movimiento MAGA como enemigos de la democracia y radicales partidarios de la violencia política, que dominan el partido republicano, en una utilización grosera de la presidencia para un ataque partidista.
El enemigo es Trump, esa ya lo sabíamos. Es probable que trate de borrar el fiasco del FBI, quien ahora filtra que se encontró muchas cajas de documentos oficiales vacías. Demente Biden juega a incendiar Estados Unidos y a provocar una guerra civil, que no tendrá lugar, porque a su concurso acudirían los trans y los corruptos como su hijo Hunter. Es de broma. A demente Biden le sangra la herida del abrumador fraude electoral y acusa a quienes cuestionan su legitimidad de antidemócratas.
Solo piense en la cinematografía que se incluyó en la declaración de guerra de Biden. La iluminación, los marines uniformados, las relaciones espaciales, la geometría. Se esfuerzan mucho en transmitir un mensaje. Saben que este mensaje atrae a su base. Quieren sangre. Quieren que esos marines nos maten. Quieren que los F-15 de Biden conviertan la América rural en Afganistán. Quieren que sus enemigos (nosotros) seamos intimidados.
El discurso de Biden fue básicamente una declaración de guerra contra una gran parte de los estadounidenses. Y se apropió de muchos temas del MAGA (constitucionalismo, integridad electoral, nacionalismo) mientras redirigía el odio hacia quienes han estado abogando por estas cosas. Mientras tanto, busca unir estos temas populistas con agendas globalistas.
Esta es una guerra de información y propaganda asimétrica, sin restricciones, del siglo XXI. No seas ingenuo. No reaccionar de forma exagerada. Manténgase centrado y enfocado en ganar. Juega el juego largo. Elige tu campo de batalla. «Let´s go Brandon» (vamos Brandon) o, en su versión más directa, «Fuck Joe Biden».