Enrique de Diego.
Garrulo, mostrenco, puto nazi Antonio Garamendi, para ya que te vas a llevar un lechón que para qué las prisas. No has visto lo que ha pasado a Federico con sus barbas que tiene ya dos bonitas querellas por presunta incitación al odio, y tú, tan contentito, con recibir en tu pocilga de la CEOE a los de Pfizer, y porque Pedro Sánchez te ha prometido el oro y el moro si te bajas los pantalones hasta los calcañares y te empecinas en eso de la timo vacunación obligatoria, qué vas a armar un pifostio que te va llevar a ti por delante, ciprunio, en medio de lo más parecido a una guerra civil. Lombriz en traje de baño, que la gente ha despertado ya y sabe que le inyectan un veneno de muerte, la proteína Spike, que les esteriliza y les mata, que, de primeras, hay una siega de muertes repentinas, que agárrate los machos, y de miocarditis en los más jóvenes.
Así que piénsatelo tres veces, y déjate de soplapolleces, que te va a llevar por delante a ti y a todo el mundo que lo intente, que la sociedad no está para bromitas. Que en Estados Unidos demente y sobón Biden, fuck Biden, que corean en todos los estadios, la está cagando y está fracasando. Mira, Antonio Garamendi, tonto del culo, tonto hasta decir basta, tonto a más no poder, avaricioso, que te has quedado toda la tontuna para ti, que la gente se pone muy bruta cuando le obligas a inmolarse, cuando le pones entra la espada y la pared, pone pie en pared y arremete. Esta sociedad no necesita que se la presione más. Tú puedes ser o dar el detonante, encender la mecha que haga estallar todo.
Te han prometido el concurso de las televisiones, de los medios de defecación, pero ¿quién cree a estas alturas, después de tan burdas y groseras manipulaciones, en lo que esputan y evacúan ese lodazal de inmundicia y de mentiras? Mira, Federico, antes de tirarte a la piscina, que está vacía, que te lo digo yo, calladito y mudito, porque sino le cae algún soplamocos más en forma de querella. Y déjate de rollos pomposos y fatuos del «diálogo social», que CC OO y UGT, más la pocilga de la CEOE, no representáis a nadie y se os va a amargar el marisco y el Moet Chandon de las subvenciones. Tú, Antonio Garamendi, machotín, tranquilo, a vivir que son dos días, y a no armarla porque la vas a armar gorda y te van a incendiar la CEOE, que están los ánimos muy caldeados, y en Londres ya han pedido ante la sede de la Fundación Bill & Melinda Gates, que ya no se soportan, «arresten a Gates» y en la India el Colegio de Abogados, que allí parece que hay un Colegio digno, ya andan pidiendo pena de muerte para el «filantrópico tóxico», y a ver si a ti, sin comerlo, ni beberlo, te va a pasar lo mismo. Venga, pedazo de lameculos, que todos los de Guecho son especialistas en eso y tú eres de las familias con tan dudoso pedigree, recapacita y dejar de hacer el imbécil.