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Carta del Editor: George Orwell, lector predilecto de Rambla Libre

Redacción




Enrique de Diego.

Um lector ha hecho un meme con George Orwell leyendo Rambla Libre. Se lo agradezco. En este mundo de locos satánicos el meme cobra todo su sentido. Rambla Libre nació como una epopeya personal para buscar hacer lo que más gusta, peridismo independiente, del que ya no existe. Estoy muy orgulloso de ello. Todos los días se ponen seis noticias para el lector. Aún comprendiendo la ponzoña en que se ha convertido la política española, emanación de la escoria de sociedad, nunca, ni en mis peores pesadillas, pude imaginarme un ataque tan feroz y despiadado del sistema contra su población, ni mucho menos la respuesta lanar y vergonzosa de mis compatriotas. Cuando empezó el ataque -ya con el intento de linchamiento del exministro de Sanidad italiano ha empezado el ajuste de cuentas- no dudé un solo instante en mantener una posición beligerante. Tras ver en el espléndido programa La inmensa minoría de Fernando Paz a la Catedrática María José Martínez Albarracín -mi agradecimiento eterno a ambos- redoblé los esfuerzos, me hicé una camiseta con la que iba todos lados que ponía Yo no me vacunaré y deuncie la timo vacunación en el Juzgado de Instrucción nº 5, que tuvo la oportunidad de hacer algo muy noble, y achivó el caso con histriónicos argumentos de leguleyo.

Enrique de Diego.

Se cebó en Rambla Libre la censura de las redes sociales,. en esa cloaca globalista que es Facebook, en Twitter, en Amazon y en Google, siendo la más dolorosa esta última por ser expulsados arbitrariamente de la agencia publicitaria Google Adsense, lo cual nos dejó sin absolutamente ningún ingreso. En Facebook la verdad -de ahí el cariño profundo que siento por George Orwell- está proscrita. En Twitter se me avisó dos veces y se me ezpulsó por decir que las timo vacunas estaban produciendo muertes de bebés, lo cual es la estricta verdad. Esa cuenta la he recuperado. Publiqué un libro titulado «Yo no me vacunaré» que estuvo de número 1 en la lista de Amazon hasta que ese estercolero globalista decidió censurarme. Lo propio hizo con Repentintis. Los libros son un arma en esta guerra donde hay que utilizar todos los medios. Con Repentinitis conseguí llevar al gran público el fenómeno de muertes súbitas del adulto que caen fulminados por la proteína Spike que les han inyectado con la timo vacuna. Una forma cruel de matar a seres inocentes. La censura no ha podido porque al salir Rambla Libre mi informático tuvo la sabia prudencia de poner nuestro servidor a buen recaudo, digamos que en la Isla Tortuga de los servidores. Los libros censurados siguen en Amazon gracias a la plataforma lulu.com.

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Nunca ni Rambla Libre ni yo hemos dejado de hacer algo que podías y mucho menos que debíamos, ni hemos dejado a nadie en la estacada. Así fuimos a por el grupo Pilgrim aunque la más interesada luego nos salió por peteneras. A Marilo Martínez Heredia la acogimos y a Johana Fernández Martínez en sus historias de efectos adversos y a Mariló organizamos una operación exitosa de rescate cuando fue ingresada, contra su voluntad, en la Sección de Psiquiatría del Hospital de Getafé, como hacían los nazis y los comunistas con los disidentes; de nuevo George Orwell y el ministerio de la verdad. Hemos combatido con arrojo los intentos de Maldita y Newtral, esas cloacas, de meterse con la Catedrática María José Martínez Albarracín, que tiene nuestra máxima admiración como científica y con persona moral.

Eso me ha costado una persecución judical en toda regla con cinco causas penales y una civil. Ninguna tenía que ser admitida a trámite, cono se hizo con la sexta con una simpática feminista que me pedía 4 años de trena y 200.000 euros. De las cinco causas penales, he ganado una en la Audiencia por la que el juez de los Penal José Luis Pascul Martín me condeno a 1 año y 15.000 euros y la jueza de Instrucción Marta Alba Tenza a 2 años. Y me confiscaron mi cuenta corriente aunque han tenido que devolver lo incautado. Ahora van a tener que responder de sus terribles actos. En la Civil, con César Carballo, se me ha dejado solo. Los abogados que van de pura sangre son unos malditos peseteros que han encontrado un nicho de mercado. No ha llegado el momento de ajustar cuentas, pero todo se andará, con pelos y señales. Pero no somos «una gran familia», como dice Martín Sánchez. De eso nada.

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Enrique de Diego, ante la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Elche.

Dice a quien gustó llamar Jhukov, por la admiración que siente por el mariscal de la URSS, que «la resistencia individual es demoledora». Lo he demostrado con mi bizarra denuncia ante el SEPRONA de Elche el día 26 de abril, que ha hecho desaparecer las fumigaciones asesinas o los chemtrails. Voy a seguir contra viento y marea por la herida abierta en aprovechamiento del éxito, poniendo en solfa al UCOMA, al defensor del pueblo y a los grupos parlamentarios. Dejar que las lluvias caigan libremente representa miles de millones en cosechas salvadas, en libertad, en agua y se viene abajo los planes globalistas. Esa guerra la voy a seguir dando sólo, porque así no tienes que mirar a tus espaldas.

Las eleciones locales y autonómicas han sido una desilusión a medias, porque ha aumentado la abstención en más de 540.000, pero ver a la manada girar a la derecha no resulta alentador. Mi libro «¡No votes!» es un éxito personal, porque he asumido mi responsabilidad, pero un fracaso de ventas, de nuevo se me ha dejado solo. Voy a poner cada día el demencial puesto que ocupa en la lista de más vendidos un libro que segú el comentario de un lector, de los pocos que tiene, «es el despertar de la sociedad». A ver si se os cae la cara de vergüenza.

Acudiré a mis batallas que es la mejor forma de ganarlas, mientras otros arreglan el mundo y satisfacen sus pequeñas vanidades con un tuit o muestran su resquemor y su vanidad herida ante mis exitosas acciones. Ya aviso, a mi el totalitario Feijolito ni la bruja corrupta Ursula no me ponen ninguna identificación digital europea. Vade retro.