Enrique de Diego.
Tras encontrarme con la sorpresa deprimente, aunque esperable, que los generales diputados de Vox son hombres sin honor, que más les valiera atarse una rueda de molino al cuello y tirarse al mar, pues ni van a defender a los niños, los muy hijos de perra, me dirijo a ti Macarena Olona, que vas de patriota y llevas la sagrada bandera hasta en las bragas. Con el hombre de vacunas, se ofrecen a los españoles unas armas letales, de matar con explosivo ARN mensajero, que, evidencia científica, difunde la tóxica proteína Spike por el torrente sanguíneo y la aloja en todos los órganos vitales: bazo, hígado, textículos-ovarios en gran cantidad, médula, corazón y cerebro. Quienes frívolamente, para poder viajar, para irse de vacaciones, las últimas, sufrirán terribles enfermedades autoinmunes en las que su deteriorado sistema inmunológico atacará a su propio cuerpo al tiempo, que al llegar el otoño-invierno, el coronavirus encontrara un suelo debilitado y fértil para cepas más agresivas.
Te adjunto, ceporra, la información de este genocidio, que no depende de a ver si hay suerte, que no depende de la opinión, sino de la verdad científica, ocultada y perseguida por las televisiones, sino que va a ser, por evidencia científica, ahí está el estudio en timo vacunados japoneses, con resultado «aterrador», ahí están las aseveraciones de la Catedrática María José Martínez Albarracín, que ha clavado cada paso, los estudios del Premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier, del ex vicepresidente de Pfizer, Michael Ledong, del más eminente virólogo, Geert Vanden Bosche, del Dr. Zelenko, quien clama contra la salvajada de inocular el veneno a los niños, como un crimen contra la humanidad, o el abogado Reiner Fuellmich, que puso contra las cuerdas a Wolswagen por el escándalo del diesel, para quien «es un crimen más horrendo que el del Tercer Reich». Hay cientos de voces que se han levantado contra el genocidio, contra el aniquilamiento de la población mundial y específicamente de los españoles.
Voy a ser comedido y condescendiente por esta vez, pero el tiempo urge, y la próxima vez iré a degüello y te situaré en el terreo de los enemigos de la Patria, porque esta es el conjunto de los españoles, en trance de desaparecer, con tu silencio cómplice. Te dejo aquí este vídeo donde la doctora Judy Mikovits, una auténtica heroína, y no como tú, deja bien claro la trama corrupta que hay en torno a esas armas letales que se vender con el honorable nombre de vacunas, con Anthony Fauci, a la cabeza, y que es una crítica emergencia de seguridad nacional.
Ante esta cuestión, que está poniendo en riesgo a la población española, que quiere cebarse sobre los niños, esterilizándolos a todos y reduciendo a pavesas su esperanza de vida, todas las demás palidecen, todas las demás no son nada y menos que nada, y tú partido Vox, sólo nos queda Vox, decís, es cómplice del asesinato en masa perpetrado con jeringuillas e inyectando veneno, tóxica proteína Spike a mazo. ¿Vas a ser silente y complaciente observadora del genocidio? ¿Los vas a dejar morir, como ya mueren los timo vacunados chilenos, a la que la corrupta OMS les dice ahora que «la vacuna no es la panacea», anda e idos por donde amargan los pepinos? Y ¿no es extraño que Vox, y tú Macarena Olona, azote del discurso progre, en este tema estéis tan en amigable y suicida consenso?
Porque los que quedemos, que seremos muchos, no vamos a tener piedad, como no la habéis tenido vosotros, con los que no hayáis dado la cara. Pregunta en el Parlamento, cuestiona la vacunación masiva, defiende a los niños españoles, o deja de bramar improperios manoseados y frases hechas, donde eres parlamentariamente brillante, y saca las entretelas del sistema y para el genocidio. Me consta que en la militancia de Vox están escandalizados con vuestra silencio como putas y no levantéis la voz en protesta contra el exterminio. O reaccionar pronto o la próxima vez iré a la yugular, Macarena Olona, Agustina de Aragón de pega y baratillo, más falsa que un Judas de plástico. Aplícate. ¡Defiende, de una vez, ten ovarios, a los españoles!
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