Editorial.
Vox acierta de pleno, al 100%, en su posición respecto a los menas de Ceuta. Nuestro elogio más cálido a Manuel Gavira quien, ante el reto cosnumado de la llegada de 13 menas de Ceuta, ha declarado: «En este momento, es cuando ya el Gobierno de Andalucía es absolutamente frágil».
Los menas son la gran mentira de la clase política. Efectivamente, cuestan mantenerlos al mes 4.700 euros mientras las pensiones para nuestra abuela jubilada cobra 456 euros. Es la gran mentira porque son menos extranjeros no acompañados, pero eso es una media verdad, que es la peor de las mentiras. Todos tienen familia y el sentido común y el mínimo sentido moral nos dice que donde mejor están es con su familia. En vez de actuar éticamente, la clase política ha desarrollado una falsa maternidad, desde Isabel Díaz Ayuso, que no tiene hijos y ha vivido amancebada, hasta Noemí Santana, que es lesbiana, según la cual son niños, que dijo Teresa Rodríguez, la gran falsaria y la gran madre de todos los menas.
Vox acierta, además, a la luz de la experiencia. Los menas no traen más que conflictos e inseguridad, violaciones en grupo, como la del Parque del Oeste, y agresiones sexuales de todo tipo. La tutela de las instituciones es otra gran mentira, es un gran negocio para las fundaciones y las onegés, que se desentienden de ellos. Para Vox ha llegado el momento de desenmascarar al PP. Moreno Bonilla es un gran fantasma. Hablando de que tenemos una «obligación legal y moral», este vendido a las farmacéuticas en la misma alcoba, demuestra ser un político rastrero y ruin. Dado a los chiringuitos como el PSOE: el Presupuesto andaluz destina alrededor de 15 millones de euros para atender a estos extranjeros no acompañados. Esto es una vergüenza, una canallada.
Todos los menas deben salir de territorio nacional
De hecho, la región que más menores acoge es Andalucía, con 2.507 en esa estadística, hoy son 3.000, de ellos 1.700 inmigrantes no acompañados. Tras la comunidad andaluza, Canarias es la que más menores acoge (1.849) y detrás Cataluña (1.168). Les siguen Melilla (798), Ceuta (496, con cifras de diciembre), la Comunidad Valenciana (473), País Vasco (471) y Madrid (356).
Invadir un territorio no debe tener premio, no deben hacerse caer estos indeseables sobre la espalda de los contribuyentes, ya muy expoliados. Tiene toda la razón Iván Espinosa de los Monteros al decir que «España está siendo atacada. Una nación extranjera ha cometido una auténtica invasión, violando nuestras fronteras con un propósito muy claro: invadir España». Invadir es «irrumpir, entrar por la fuerza». Debe cambiarse la Ley de Extranjería o que se cumpla en su integridad. Todos los menas deben salir de territorio nacional. Ninguno de los ¡2.000! llegados a Ceuta debe ser acogido.
Vox debe ser consciente de que tiene detrás de él a la opinión mayoritaria de la población española, no de la publicada y manipulada. Vox debe demostrar que no es un mero satélite del PP y extender esa postura firme a toda España, a Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso, una política de tres la cuarto, que sueña con recomponer el bipartidismo, que ha sido la perdición de España, patina, yerra y es un chisgarabís. Menas go home.