Luis Bru.
El «clan Ariza» controla el sindicato de Vox, Solidaridad. Los datos confirman que el titular del sitio web es Gabriel Ariza. Se confirma así escandalosamente el control por el clan cuya gestión empresarial se ha caracterizado por un total desprecio por los derechos de los trabajadores, que se resume en el lema de las manifestaciones de esos trabajadores quienes coreaban «Ariza, ni paga ni indemniza».
Gabriel fue uno de los cuatro empleados que quedaron antes del polémico concurso de acreedores en Intereconomía Corporación y factura a Vox a través de Tizona, empresa que suministra argumentarios para las redes sociales a los responsables en provincias de redes sociales.
Intereconomía, tras el concurso de acreedores, sigue estando bajo el control de Julio Ariza, en un clamoroso presunto alzamiento de bienes, apareciendo como propietario de El Toro TV el antiguo consejero delegado de Polaris World, José Luis Hernández de Arce, sobre el que está pedida la inhabilitación por su administración en lo que fue emporio fraudulento urbanístico de la provincia de Murcia. José Luis Hernández de Arce es el administrador úncio de Farnesio Ventures, con sede en Torre Pacheco.
Entre los timados por Julio Ariza figura Juan José Aizcorbe, diputado por Vox en Barcelona, a quien ha dejado de pagar 120.000 euros. También a Alfonso Arteseros le estafó por dos veces, no pagándole los derechos de autor y la producción de los vídeos que se vendieron con el diario La Gaceta, y sirviéndose del concurso de acreedores fraudulento para no cumplir dos sentencias judiciales, Estos son los casos más llamativos de una legión que tuvo que acudir al FOGASA.
El clan Ariza ha convertido a Vox, junto con Santiago Abascal, en su unidad de negocio, en su chiringuito, par su enriquecimiento personal, según señalan varias fuentes. «No se puede pensar en nadie más ajeno a los derechos de los trabajadores que el clan Ariza, ni más alejado del sindicato polaco Solidaridad». El nuevo sindicato afirma que no cobrara subvenciones, pero «lo mismo dijeron con el partido y luego se desdijeron. Vox es un negocio, de hecho Santiago Abascal ya ha pasado de no tener un duro a hacerse con una mansión de un millón de euros», comentan fuentes solventes.
Afiliarse al sindicato de Vox es de masoquitas y de esclavos vocacionales, servidumbre voluntaria.