AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Javier Somalo contra César Vidal

Redacción




Luis Bru.

El inicio del llamado Gran Terror de Stalin se inició el 1 de diciembre de 1934, cuando Sergi Kirov, quien se había opuesto a que se aplicara la pena de muerte a los miembros del PCUS, fue asesinado en el Instituto Smolony de Leningrado, en circunstancias misteriosas, pues era un lugar sumamente vigilado y nunca se explicó de qué modo el asesino, Lenoid Mikolaiev, pudo atravesar el cordón de seguridad, y más aún que, una semana antes, Yagoda, jefe de la NKVD local, le retirara la escolta a Kirov.

Stalin reaccionó ante la noticia del asesinato con mucha violencia pero de una forma que sugiere premeditación. Abordó el tren nocturno a Leningrado y cuando rompía el alba, fue recibido en la estación de Moscú por Medved, jefe de la policía local de Leningrado, al que, sin mediar palabra, abofeteó. Stalin ocupó un piso entero del Smolony y asumió personalmente la dirección de las investigaciones. Stalin ordenó que mataran a garrotazos a Broizov, jefe de los guardaespaldas de Kirov; Medved fue enviado a un campo de concentración y fue asesinado tres años después; Nikolaiev fue ejecutado tras un juicio secreto; se fusiló a más de cien presuntos blancos; 40.000 habitantes de Leningrado fueron a parar a los campos. Poco después, todos los que sabían algo del caso Kirov estaban muertos o se habían perdido definitivamente en el archipiélago Gulag.

Federico Jiménez Losantos ha escrito algunas cuestiones curiosas respecto a su pasado comunista. Una de ellas, que para ser liberal hay que haber sido antes comunista, lo cual suena a autoexculpación; en otras ocasiones, ha presentado el comunismo, tal y como él lo veía, como un sustituto del cristianismo. En la más chocante, expresa que los métodos comunistas son buenos para defender la libertad. El problema es que esa subyacente nostalgia totalitaria ha sido trasladada al funcionamiento de Libertad Digital, si nos atenemos, por ejemplo, a que las reuniones en el despacho de Javier Somalo son conocidas entre el personal, tal y como contó Miquel Roselló, como las “gestapos”.

Cuando en 2013, César Vidal se despide de Es.Radio, con la salud maltrecha y tras un acoso de años, la reacción de Javier Somalo, salvando mucho las distancias, recuerda a la de Stalin tras el asesinato de Kirov, hay una violencia de que parece premeditada, teatral. Descuelga del pasillo, la fotografía de César Vidal y la estampa contra el suelo haciéndola añicos. Y desata de inmediato una auténtica purga en la que todos cuantos han colaborado con César Vidal en su programa son despedidos por Javier Somalo, en comandita con Dieter Brandau y Daniel Rodríguez Herrera. Esta purga está narrada en mi libro “La gran traición: Federico Jiménez Losantos apuñala a César Vidal en Es.Radio” (Amazon). Se llega a intentar despojarle a Vidal de su twitter y su facebook, robándole literalmente sus claves. Se borran todos sus vídeos de Youtube. ¡Más de treinta mil! Se le exige que retire de inmediato sus pertenencias del despacho o serán echadas a la calle.

NO TE LO PIERDAS:   Steegmann la emprende con Enrique de Diego

A la vista de los datos contables y de este tipo de actuaciones más propias de una checa virtual que de una empresa, lo sorprendente no es que César Vidal abandonara Es.Radio (donde “perdí mucho dinero”, según ha indicado) sino que no lo hiciera mucho antes. Lo sorprendente es que todavía intentara salvar la empresa mediando para vender las cinco licencias de TDT de la Comunidad de Madrid a Trinity Broadcasting Network. Se hacía imprescindible, en aras a la justicia, la reivindicación de César Vidal y mostrar toda la mentira en la que ha vivido ese microcosmos de Libertad Digital SA.

César Vidal. /Foto: larazon.es.

Es obvio que Javier Somalo actuó en todo momento, incluso en ese histérico de la ruptura de la foto de Vidal, con el beneplácito y la aquiescencia de Federico Jiménez Losantos. Porque ¿quién es Javier Somalo para haber llegado tan lejos, para asumir la dirección general de la empresa? Su único mérito conocido, según coinciden todas las fuentes, es la adulación, con gestos tan lacayos como esperar puntualmente cada día a las 12 horas al fin del programa de Federico, para acompañarle hasta el coche entre vaharadas de adulación, el alimento de los inseguros y los mediocres. Somalo no tenía ninguna experiencia gerencial. Antes de entrar a trabajar en Libertad Digital SA, había sido técnico de sonido en Radio España. ¿Qué tipo de empresario es Losantos para haber puesto el dinero de los accionistas en unas manos tan inexpertas? Y ¿por qué? ¿Le ha dejado hacer Somalo a Federico lo que le diera la gana? ¿Hasta dónde han llegando entrambos?

Reproduzco como magnífico colofón de este artículo, el comentario del lector Mike Sala. Muy ilustrativo. Se puede decir más alto, pero no más claro ni mejor:

Desde luego, Don Enrique, las cifras y los balances expuestos aquí y en el libro «La Gran Traición…» son para temblar. No parece haber luz al final del túnel. Además, conseguir hoy financiación para un medio digital no es cosa menor. Menos aún si dicho medio se parece más a una grillera que a una casa de orden.

Cuando César Vidal abandonó EsRadio «invitado» por las circunstancias y algún que otro buitre, muchos lo atribuimos a algún problema de salud de Vidal, quizás a la necesidad de tomar un tiempo de calma… puede que todo a la vez. Vidal fue lo suficientemente discreto y caballero para no dar pistas. Ni metió el dedo en la herida, ni publicó entonces ningún artículo que luego, pasados los años, le hubiera proporcionado el motivo y el placer de plantarle a unos cuantos en la cara algún que otro «os lo dije». Placer a veces malsano, pero que le deja muy ancho a uno.

Pero, a raíz de leer los artículos publicados aquí y el libro «La Gran Traición…» cuyo trabajo de investigación de Enrique de Diego validó César Vidal sin ahorrar ni detalles ni reconocimientos, creo que es de ciegos no querer ver que si Vidal entonces se preocupó por las finanzas del proyecto e inmediatamente arreció contra él la maniobra envolvente que unos cuantos «garrapatas» ya ejecutaban desde un tiempo antes, está claro que todo ello apunta a que dichas finanzas arrojan menos luz que un discurso de Podemos.

Si lo que se asegura en aquéllos artículos, en el posterior libro, y en los recientes escritos de Don Enrique fuera falso… ¿realmente le habrían ocultado a Vidal las circunstancias económicas reales de Libertad Digital SA y los proyectos paralelos como LDTV y EsRadio?

Si lo que en Rambla Libre se asegura no fuera verídico, pero siendo un hecho real la salida de Vidal de LD, la conclusión no sería otra que los responsables de la empresa serían verdaderamente estúpidos por perder, del modo más indigno además, a uno de los principales puntales y preferido de la audiencia, no precisamente por ostentar un currículum escaso como el que tienen otras lumbreras de LD.

Entiendo que a alguien le pueda sentar mal lo publicado, si se es fanático de FJL, de EsRadio, de LD, o incluso de la comunicadora cuyo mérito es tener un programa de radio nocturno que no hace otra cosa que animar a la audiencia a copular como conejos. Pero analizar fríamente una información (que es el único modo de comprenderla realmente) no es compatible ni con fanatismos, ni con filias, ni con fobias. 

Al menos yo, a mis 53 años, ya no estoy para ser groupie de nadie.

Un saludo cordial a todosy y gracias por su referencia a mi comentario, Don Enrique. Espero lo siguiente con verdadero interés.