Enrique de Diego.
¡Qué asco me das, Luis María Anson, amante de la «Raulito», de Raúl Morodo, embajador chorizo en Venezuela, 3o millones de euros en Suiza depredados a la petrolera PDVSA! ¡Qué ambiente más sórdido creasteis en Abc, tú y la muchacha de virtud frágil, Cata, y esa nulidad alcoholizada de Joaquín Vila! Tú, que de joven ibas de pensador católico integrista, de discípulo de Charles Maurras, y en tus infectos librillos o librejos, emulabas a Joseph de Maistre, y despotricabas contra los herejes, contra el sufragio universal y contra la libertad de expresión. «La monarquía, hoy», «La hora de la monarquía», «Maurras, razón y fe», en los que te declarabas «radicalmente antidemócrata», considerabas poco menos que hereje a Jacques Maritain, con tu estilo pedestre, «la democracia inorgánica, el sufragio universal, los partidos políticos y el parlamentarismo, este es el atractivo y el nefasto ropaje exterior que emboba a los ingenios, a los débiles mentales o a los que no han estudiado suficientemente». ¡Quién te ha visto y quién te ve! La libertad de prensa «ha de tener forzosamente unos límites», de modo que «quienes han propugnado una libertad absoluta de Prensa, han fracasado». Eres como Groucho Marx, estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros.
En Estoril, Ansón o Anson, o como quieras llamarte, no te querían nada, tu «Don Juan» es una sarta de mentiras inconsistente, cuando llegabas montado en tu seiscientos a dar el torro, a hacer de correveidile, Don Juan decía «no le dejéis entrar, ni andando detrás», ya conocía tus perversiones ocultas. Y luego don Juan, en el testamento, no te dejó ni un mal recuerdo. ¡Ejemplar decías que era la familia real, que eso era lo que daba sentido a la institución! Y el putero, chorizo de marca mayor, de Juan Carlos de Borbón lleva las maletas él mismo de Bahrein a Suiza con 2,5 millones. No convivía con la silente Sofía desde que en Quintos de Mora le pilló in fraganti delito con Sarita Montiel y que seguramente asesinó, tirándola por la ventana, a Sandra Mozarowsky, embarazada, porque le complicaba la vida y la transición, que utilizó al CNI como una casa de putas, que organizó un golpe de Estado el 23 F, en el que ibas tú en el Gobierno, de ministro de Prensa, con Bárbara Rey, pagada con dinero de todos, y así hasta 5.ooo amantes, que cuenta Amadeo Inglés, hasta llegar a Corinna, 6 millones de euros de regalo del primo de Arabia Saudí, que es tan corrupto y tan cutre que era el conseguidor de Iñaki Urdangarín, que quien tenía que estar en la cárcel es él. Y todo lo sabía el fantoche coronado y la abortadora. No se puede imaginar gentuza, escoria menos ejemplar que tú señor, lacayo.
Pero tú eres igual o peor. Haciendo de mamporrero de Carlos Zurita cuando le pillaron en Portugal en un bar de gays, y Luis Gómez Acebo, otro del mismo palo como un palomo cojo. Y tú, con la Raulito, de tomante, que asco, sin salir del armario, que te ibas en avión a Portugal, siendo director de Abc, a que te diera por culo, cuando la Raulito era embajador de España en el país luso. Para ocultar tu orientación sexual, legítima, te buscaste la coartada de manosear, desmadejado, a las redactoras, «bonita», y a las candidatas a mises, todo mentira, a ti te va la Raulito, te pone la Raulito.
Convertiste al Abc en una cloaca de mierda, con tu hermano Rafael, te prostituiste tú y el periodismo, ¡que todos los monárquicos sois iguales, todo mentira y todo corrupción! Y lo grave es que eres un vendepatrias, que la Patria te importa una higa, algo con lo que se negocia. Vendíais a tanto la página, a cuanto la foto y a tanto más la cara de la noticia. El pobre José María Alvarez del Manzano sufrió un ataque desmesurado de Abc porque, ingenuamente, le dijo que no al chorizo de Rafael, y no sabía lo que pasaba, hasta que llamó a Génova y le dijeron que si le había visitado Rafa, y contestó que claro que sí, pero que no necesitaba un equipo de imagen, y le dijeron que pagara, que no se preocupara, que cambiaría la cosa, pagó y claro que cambió, pasó a ser el mejor alcalde de Madrid después de Carlos III.
Más grave fue cuando hiciste a Jordi Pujol «español del año», pagando, que de eso saben mucho Mauricio Casal y Francisco Marhuenda, dos gentecillas, que aunque el traidor se vista de seda mona se queda. Blanqueando, como se dice ahora, a un separatista y a un corrupto. También pasó por caja Xabier Arzalluz, el del árbol y las nueces, que te cagaste y te measte en todos los patriotas que dieron su vida por España, con la cobarde saña, por la espalda, con el tiro en la nuca, de los que movían el árbol y las nueces las recogía Arzalluz y tú te quedabas con un buen puñado. ¡Pobre España que ha tenido y tiene traidores, de peluquín y puñoenrostro, como tú! Traidor, felón, más que traidor y mil veces traidor.
En corrupción, te has movido por una peseta, hasta utilizaste como recaudador de mordidas de toreros en Hispanoamérica a Vicente Zabala a cambio de crónicas benignas y elogiosas, y cuando su avión se cayó en Colombia, con la maleta repleta de dinero, tu mayor preocupación es cómo la podías recuperar a cualquier precio, y mandaste al segundo de Zabala, Andrés Fagalde, con el encargo de buscar una aguja en un pajar, que en Colombia si encuentra la policía una maleta llena de dinero, se la lleva a casa, igual que los narcotraficantes, y te quedaste compuesto y sin Raulito, todo compungido, pero no por la muerte de un amigo, que no tienes, sino por el extravío de la maleta.
Y luego está tu chico para todo, Joaquín Vila, que nunca ha escrito nada, ni ha hecho un reportaje, ni una maldita entrevista, y así inútil hubo que ascenderle, primero a redactor jefe y luego a subdirector, que pone en su negro y vacuo curriculum, lleno de fracasos, que ha sido el subdirector más joven de España, lo que no dice es que es por follarse a Catalina Luca de Tena, alias Cata de noche, que en el tórrido amancebamiento actuaban de celestinos Ignacio Ruiz Quintano y Tomás Cuesta. Y hubo viajes a Londres, con lo que Londres significaba de aborto para las niñas bien o mal, muy mal, porque Cata estaba allí de florero y para que la traládese el alcohólico, que cuando bebía, a fuer inútil, de no escribir nada, lo hacía muy a menudo, con constancia digna de mejor causa, se ponía violento y lascivo como un torete, y con motivo de la presentación de la delegación de Abc edición Toledo hubo que sacarle de Comisaría y del calabocillo porque estando en una casa de putas, con José Antonio Vera, le dio por forzar a la fulana, que hay que ser degenerado y enfermo mental porque las de su oficio lo hacen de mil amores si se las paga el estipendio, y en todo caso merecen respeto, pero Joaquín Vila, el chico de Anson, borracho como una cuba no se lo tiene y la derecha sin moral o para pasársela por el forro de los cojones tiene bula y la Policía hizo la vista gorda.
Y con Cata, el problema es que estaba casado, y no sé porqué no se quería ir con Cata, la prefería tener de barragana, que a eso le llama postmodernidad y otros, con más propiedad, le llaman puterío, dama, dama, de alta cuna y baja cama, su bajeza de España; Cata, la pobre, la que no sabe de nada, la que Guillermo tenía en la redacción para que aprendiera, y lo único que aprendió fue cochinadas con Joaquín Vila, que a su hermana Petisa no le gustaba nada aquel adulterino y sórdido amancebamiento, y Guillermo se murió con la pena de no tener nietos, y a lo peor un Vila-Luca de Tena se perdió en Londres y tú Luis María, con todas y con esas, novio de la Raulito, tenías cogido por las partes pudendas a Guillermo con el zorrerío de Cata. Y ha quedado para dar discursos, como antes quedaban para vestir santos, mucho más decente y digno.
Esta vida no termina aquí, ni la muerte es el final, y todos hemos de responder ante Dios en un Juicio Universal, a Dios nadie le engaña, ni tú, hipócrita y mentiroso, Luis María. Sal de armario ya, Anson. Se sincero contigo mismo, al menos. No seas maricón, se gay.
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