Luis Bru.
Antes que nada destacar, la extraordinaria fiabilidad de Rambla Libre. Hemos ido informando de las penurias económicas y ya está aquí la ampliación de capital.
De los tipos de ampliaciones de capital que existen –para afrontar nuevos proyectos o para resolver una situación de crisis- la ampliación de capital de Libertad Digital SA no se inserta en ninguno de los dos, sino que se inventa un tercero en el que no sabe por qué se acude a la quinta ampliación de capital. Se trata de la primera mentira. Es obvio que se trata del segundo tipo: conseguir fondos para intentar resolver una crisis y angustiosa.
Por lo llamativo de la oferta, el 50%, y el total del montante que se quiere recaudar, 4.211.571 euros, hemos de suponer que Federico Jiménez Losantos tiene comprometidos los nuevos accionistas. Las dos ampliaciones fueron un fracaso: la primera abierta y la segunda, cerrada, en la que Losantos pignoró sus acciones como aval de un préstamo bancario, de 814.515,82 euros, contra su criterio fundacional de no acudir a préstamos de la Banca, porque restan –decía- independencia. En todas las ampliaciones anteriores, Libertad Digital SA mintió utilizando como gancho que iba a poner en marcha nuevos proyectos, lo cual era mentira cochina y, de hecho, sigue con Es Radio y Libertad Digital. Hemos de suponer que en esta ocasión, como decimos, tiene comprometidos los accionistas, porque, en cualquier otro caso, asistiríamos a un suicidio.
Nosotros hemos venido informando de una negociación con un grupo de inversionistas que estarían dispuestos a adquirir el 51%. En el casi un año que llevan hablando bien pueden haber rebajado sus pretensiones, manteniendo Federico Jiménez Losantos, muy mal gestor, cierto tono de preponderancia. Valga como dato a tener en cuenta que al inicio de la empresa Julio Ariza tuvo el 50% y no pintó nada. En cualesquiera de los escenarios, en la vida de Libertad Digital SA va a haber un antes y un después de esta ampliación de capital, que marca una codirección, y que van a tener que adoptarse medidas muy drásticas para intentar hacer viable a la empresa, como un ERE monumental (el personal no ha hecho otra cosa que aumentar, de 94 en 2011 a 144 en 2018) y la salida de algunos, como Javier Somalo, que han llevado al desastre a la empresa. Esperamos a ver y a contarlo.
Luego, la nota oficial quiere dar la impresión de que Libertad Digital SA. tiene un grupo, lo cual está muy lejos de la realidad; un chiringuito y pare usted de contar: Libertad Digital TV, está inactiva y se mantiene para justificar la venta a TNB, Cronos Multimedia, tiene poca actividad y personal, y Libertad Digital Publicidad y Márketing SL, es una broma y un agujero negro. Ponen en valor, que dicen los horteras, Unión Liberal Radio Madrid, 55% de las acciones, y Unión Liberal Radio, 45%.
Parece mentira que siendo Losantos tan declaradamente agnóstico se atreva a poner la necesaria creencia en sus propios actos, contra la evidencia de los datos y del histórico. Sobre Libertad Digital dice la nota oficial que “creemos que empezará a dar sus frutos de captación de nuevas audiencias y mejora del rendimiento económico el próximo año”. ¿Por qué? ¿En qué vísceras de qué animales han visto eso? Libertad Digital ha perdido el liderazgo en la red del mundo liberal-conservador a manos de Ok Diario, lleva muchos años instalado en la misma cifra. Lo lógico es pensar que seguirá igual o irá a peor.
La nota se detiene a sacar pechito en Cronos porque es la empresa a la que dedica sus desvelos Javier Somalo. Resulta infantil lo que dice: “tiene capacidad para ofrecer los mayores estándares. Con un plató equipado con las últimas tecnologías en el centro de Madrid, hemos realizado programación para cadena nacionales con la mayor exigencia (TVE) y estamos preparados para nuevos retos”. El centro de Madrid no aporta nada como activo. En TVE hicieron, por el favor del PP, un programa de Fernando Sánchez Dragó, con muy poca audiencia.
A continuación, añaden que “nuestros ingresos han crecido respecto del año anterior en unos 500.000 euros, es decir más de un 5%. Hemos alcanzado un EBITA positivo de algo más de 50.000 euros, cifra que mejora el obtenido en aproximadamente 250.000 euros”. Sin comentarios. Son cifras ridículas. No son para presumir de ellas.
Números cantan: “A pesar del gran esfuerzo en auditoría y desarrollo tecnológico, a la espera del informe final de auditoría, nuestras pérdidas después de impuestos, no superarán los 100.000 euros”. Pérdidas, y eso sin contar lo que se van a encontrar quienes perdiendo toda cordura o en una operación oscuramente política acudan a la ampliación de capital: una acumulación de activos ficticios, Libertad Digital SA tiene préstamos a las otras empresas del mini Grupo a largo plazo de 1.670.309,47 euros y a corto de 871.933,34 euros. Y un impuesto en diferido, de 3.388.403,56 euros, que se cobra a la Agencia Tributaria –si se deja, que no se suele dejar- si se obtienen ganancias en el plazo de 10 años.
“En 2020, esperamos consolidar nuestros números y a partir de 2021, seremos capaces de dar un beneficio muy atractivo para quien confíe en nosotros”. ¿En base a qué? Esto es jugar a la ruleta rusa con todo en cargador lleno. Mañana más.