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En vuelo hacia las dunas de Corrubedo en una RV7A

Redacción




Loreto Román. Periodista y escritora.

En esta ocasión volaremos hacia las dunas de Corrubedo, ahí donde confluyen las rías de Muros y la de Arousa, Rías Baixas, y lo realizaremos en una RV7A, la avioneta que podéis ver en la foto. Nuestro comandante será Javier Martiñán, buen piloto y mejor amigo. Observaremos estos impresionantes arenales que se encaran al Océano Atlántico, desafiantes, como si de cualquier mar se tratase. Océano Atlántico en su más pura esencia. A modo de comentario sobre esta avioneta, RV7A, hace ya unos años conocí a un propietario que me dijo: “Hay dos tipos de avionetas, no lo olvides, las RV y el resto”. Ahí queda eso. Como anteriores artículos volaremos juntos por las Rías Baixas, observando la infinidad de dibujos que el mar ha sido capaz de realizar sobre el litoral, para que así todos los demás podamos observarlo de otra forma, en otro sentido, más global, y no dejemos de repetir cientos de miles de veces, no serán suficientes, lo impresionante que nuestra naturaleza es. Desde el campo de vuelo de Cerval, Norte de Portugal, hacia Corrubedo. Vamos allá.

Lo dicho, salimos en esa RV7A después de las revisiones pertinentes, depósitos con combustible, cabecera de pista y a volar. La RV7A, tren triciclo con motor Lycoming de 180cv, despega sobre los 60 nudos. Vamos tomando altura, estabilizando el avión, y de Cerval hacia la ría de Vigo. Javier nos informa sobre la velocidad de crucero, “la que quieras, es una pasada, pero solemos ir entre los 170 y 180 nudos”. Vemos las Islas Cíes, la isla de Toralla a nuestra derecha, y atravesamos la ría. De frente Moaña, Cangas, la infinidad de playas especiales que nos encontramos, Nerga, Viñó, Barra, Donón, que nos abren paso hacia la Ría de Pontevedra. Creíamos que estaba todo visto, que más dibujos sobre la costa eran imposibles. Pues no, muchos más. La ría de Aldán nos da la bienvenida hacia la de Pontevedra, Bueu, Marín, continuamos con playas.

La isla de Tambo parece defender Pontevedra en el dibujo de la ría. De frente a nosotros, hacia el Norte, Combarro, Raxó, Sanxenxo, A Lanzada, San Vicente do mar. Esta es mi zona, paseada, volada y navegada. En un tramo pequeño de costa te encuentras desde las playas mas mansas y tranquilas a las más fuertes y batidas. La isla de Ons y Onceta, parece indicarnos el rumbo Norte. La seguimos.

Y nos adentramos en la ría de Arousa con O Grove, La Toja, Cambados, a Illa de Arousa… Y continuamos con más y más formas, dibujos y en determinados lugares esa tranquilidad que sólo el mar aporta. ¿Cómo es posible demostrar casi al mismo tiempo esa fortaleza en los lugares en los que los faros han cumplido y lo siguen haciendo el papel imprescindible de avisar a la gente de mar de que ahí no se juega, y por otro lado reflejar tranquilidad, paz, como si de una gran piscina se tratase?. Así es el Océano Atlántico, un mar con carácter

De frente a nosotros, Rianxo, Puebla del Caramiñal, Riveira… En vuelo percibes que te estás dirigiendo hacia el Norte. Es todo un poco más verde y menos construido por el turismo, más natural. 

Y sí, es aquí en el lugar en el que confluyen las rías de Arousa con la de Muros, donde nos encontramos las dunas de Corrubedo, espacio natural protegido, y también es aquí el lugar en el que el Océano Atlántico baila como en ningún otro lugar sobre sus arenales, rocas y cualquier dibujo que se acerque a el demostrando una vez más su carácter único. Recuerdo hace ya bastantes años en una ocasión que nos acercamos un grupo de amigos hasta allí para disfrutar del lugar, mientras algunos estábamos jugando con la arena, uno de ellos que venía de Madrid permanecía sentado sobre la duna mirando al mar. Nos acercamos a él y le preguntamos qué estaba haciendo. “No sabéis lo que tenéis”, respondía como si no fuésemos conscientes de todo ese sorprendente baile del Océano sobre la costa. Y es así, muy cierto, no somos conscientes de todo lo que la naturaleza nos ofrece. Aunque, especifico, en vuelo estamos un poco más cerca de ello.

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Desde la RV vemos con mas detalle todo este espectáculo de mar y grandes arenales, y de las manos del hombre en su intento de preservar todo esto realizando pasarelas de madera para hacer sus recorridos accesibles y al mismo tiempo no destruirlas. Ahí estamos, ese es el camino, respeto a la naturaleza.

Corrubedo es un espacio natural protegido en donde podemos ver zonas dunares, como la duna móvil (de 1 km de longitud, 250 metros de ancho y 20 metros de alto), la laguna de agua salada de Carregal y la de agua dulce de Vixán, playas fantásticas como la de a Ladeira con una extensión de 1350 metros y la más próxima al pueblo de Corrubedo y a la Duna móvil, la de O Vilar, playa larga y de surfistas y la de Anguieiro.  

Illa de Arousa.

Toda esta zona es un importante lugar de reproducción, migración e hibernación de aves que allí se encuentran durante todo el año. En la laguna de Vixán, que comentamos en el párrafo anterior, hay un observatorio de aves, gran atractivo ornitológico. En invierno gran número de aves acuáticas descansan en las aguas de las lagunas, entre otros los patos, cormoranes, chorlitos dorados, garzas reales y cisnes,junto con gran número de nutrias. Y podemos observar también la vegetación propia, además de las junqueras y el carrizo, paraíso de botánico de plantas endémicas raras y con valores singulares.

En vuelo, si continuamos hacia delante por la ría de Muros, muy próximo tenemos el castro de Baroña, castro costero, situado sobre una pequeña península, asentamiento de pescadores de la Edad de hierro, muy bien conservado.

Dunas de Corrubedo.

Regresamos al campo de vuelo, está anocheciendo. Lo bueno de realizar cientos de miles de vuelos es que valoras todo de otra forma, mucho mas, ya que llegas a ver lo que de otra manera sería imposible, maravillas de la naturaleza. Y te das cuenta de la importante que es protegerlo. Plan de vuelo dunas de Corrubedo cumplido. Gracias Javier Martiñán por habernos enseñado todo este fantástico litoral. Y con vosotros, lectores, espero haber conseguido haceros disfrutar con la descripción de toda esta costa, intensa, y en vuelo, otra forma de ver la vida. Hasta el artículo siguiente.

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