AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Acrobacia aérea: «El lago de los cisnes» a 3000 pies, con Laura Crespo Menéndez.

Redacción




Loreto Román. Periodista y escritora.

¿Y qué mejor manera de hablar de vuelo acrobático, de su formación, de los aviones que vuelan, su disciplina y actitud en vuelo y en tierra, revisiones, día a día, todo lo que te aporta y mucho más que no es poco, que charlar durante un ratillo con Laura Crespo, piloto de vuelo acrobático, entusiasta del vuelo en general, colaboradora en difundir los beneficios del vuelo y afirmar que con disciplina y procedimiento en todo el proceso, la acrobacia es seguridad? Vamos a conocerla y a entender muchos temas de este apasionante mundo del vuelo acrobático.

Preparada para volar, lo estoy deseando.

– Buenas tardes Laura. Como piloto y conociendo el tema,  hay una clara desinformación del vuelo y de la acrobacia. Acláranos un poco vuestra actitud que para muchos es una eterna desconocida.

– Buenas tardes Loreto.  Para muchos somos unos “locos”, para otros unos “intrépidos”, y pocos son los que dicen “¡yo quiero hacer eso!”. Realmente existe un desconocimiento muy grande en España acerca de qué es la acrobacia aérea, qué conlleva, qué aporta, y sobre todo, la ausencia de esos riesgos de los que se habla. ¿Me atrevería a decir que no tiene ningún riesgo? No, no voy a decir eso, claro que toda actividad “extrema” conlleva un riesgo, pero también lo tiene coger el coche, coger la moto, incluso simplemente salir a la calle a dar un paseo. Creo que no estamos exentos de riesgo en nuestro día a día.

Esta actividad está muy controlada, todo se encuentra bajo una estricta supervisión: los aviones, los equipos, las normas de las competiciones… No hay ningún fleco. No hay una grieta. No se permiten excepciones ni errores, no se permite saltarse aunque sea mínimamente una regla o un ínfimo detalle. Los aviones se revisan antes de cada vuelo y después de cada vuelo, además de las revisiones a fondo periódicas.

Somos muy conscientes de qué hacemos, con qué estamos “jugando”, y somos igual de conscientes de dónde están nuestros límites. Aquí no hay valientes. Si no se puede volar (por mala meteorología, o algún factor mecánico o incluso físico del piloto) no se vuela. Como me decían mis padres cuando empecé a volar (ambos son pilotos, mi padre acrobático también): “Laura, el cementerio está lleno de valientes”. De hecho, hay un refrán en el mundo de la aviación, que tú conocerás Loreto ya que también eres piloto: “más vale estar aquí abajo deseando estar ahí arriba, que estar ahí arriba deseando estar aquí abajo”.

Somos muy estrictos, sí, pero eso es lo que hace que podamos afirmar, sin duda alguna, que realizamos una actividad SEGURA.

Es cierto Laura, mucha razón. Cuéntanos ¿qué hace falta para volar acrobacia?, ¿debéis tener algún tipo de licencia especial?

Para volar acrobacia a modo de aprendizaje, o hobbie, sin objetivo de competir por ejemplo, realmente no necesitas nada, puesto que puedes hacerlo con instructor. Eso sí, nunca podrías volar solo. Si quieres volar solo y/o poder competir, entonces tienes que tener la licencia de piloto privado más la habilitación de acrobacia. En cuanto a cómo o dónde disponer de aviones para ello, puedes hacerte socio de un club, apuntarte a una escuela, volar con un particular que tenga su propio avión o bien ¡comprarte tú un avión! Esta última es la más deseada y la más complicada.

– Desde fuera todos pensamos que la acrobacia es cara, inaccesible para muchos.

– Es caro, no os voy engañar, ¡pero es asumible!, y también depende mucho del avión que vueles. Yo por ejemplo ahora mismo soy socia del Aeroclub Barcelona Sabadell, donde vuelo la Cap 10, un avión acrobático francés que es la “mamá” de los pilotos acrobáticos. Mi pareja e instructor (que es campeón de acrobacia) David Membrives, vuela entre otros el Extra 330 y el Sukhoi 26, aviones con un coste de mantenimiento y consumo de combustible mucho más alto.

Evidentemente, todo depende de tus prioridades. ¿Queréis que os sea sincera? ¡Yo estoy sin blanca! . Mi prioridad fue y es el vuelo, y luego se añadió la acrobacia. Eso es lo que me hace feliz, ¡muy feliz!. Cada uno tiene su razón de ser, y la acrobacia es la mía. Inconscientemente. Yo miro mi cuenta bancaria para saber si me da o no para darme un vuelo. Evidentemente eso implica que no puedas permitirte hacer prácticamente nada más. Que te compres lo justo que necesitas. Cierto es, si pretendes tener una casa, tener un coche, mantener un nivel de vida medio – alto y volar mucho… tienes que tener unos ingresos altos. No, ese no es mi caso, y por eso no puedo volar todo lo que me gustaría. No puedo entrenar todo lo que me gustaría. A nivel anecdótico os puedo contar que, tanto a mi primera como mi segunda competición me fui con un total de horas de entrenamiento que no llegaba ni al mínimo de lo que debería haber hecho en un mes.

Lo que quiero decir con esto es que: si quieres competir y llegar a algo, necesitas dinero, sí, necesitas patrocinadores, necesitas un apoyo (por cierto, si alguno me lee, ¡aquí estoy! Jajaja). Pero si quieres enfocar la acrobacia desde un punto de vista más “relajado”, por supuesto que es asequible. Cuanta gente no se gasta 200 ¡y 600!  euros o más en un reloj, en un bolso, en cosméticos, en ropa o en juegos de ordenador. Pues con 180, ya puedes disfrutar de una sesión de ver el mundo “del revés”.

Tienes que estudiar, interiorizar una y otra vez.

Cuéntame Laura, ¿te compensa ese sacrificio para poder acceder sólo a unos pocos vuelos al año?

– A mí, sí. Voy a ser clara. A mí la acrobacia me da la vida. Tal como suena. 30 minutos de absoluta felicidad compensa 5 meses de sacrificio. Además, la acrobacia no es sólo volar “en el aire”. Tienes que hacer muchas horas de vuelo en “tierra”, mucho estudio, mucha lectura (libros específicos de acrobacia), repasar mil veces las cosas… ver vídeos y más vídeos… La acrobacia la puedes disfrutar y aprovechar no sólo estando ahí arriba. Tienes que disfrutar de todo el proceso y todo lo que conlleva. Es como disfrutar de lavar tu moto o tu coche, no lo estás conduciendo, pero estás en contacto con él de algún modo.

– ¿Cómo te iniciaste en este mundito tan especial? ¿Qué fue lo que te llamó la atención?

– Con 17 años fui a una competición acrobática, y me quedé prendada. Salí de ese fin de semana pensando “yo haré esto”. Si bien es cierto que, si me tengo que remontar al verdadero origen, creo que no tenía ni uso de razón. Con 6 años vi la película “Dancing with the clouds”, con la Pitts Special, mi avión por excelencia. Para mí, EL avión. De hecho, mi objetivo es llegar a competir con él. Cuando vi ese biplano rojo y blanco haciendo esas “piruetas”, me fascinó. Me ponía la película una y otra vez, ¡cuando aprendí a poner el vídeo sola!.

Pero ahora en serio, cuando estuve en aquella competición, me dejó fascinada el control de los pilotos sobre sus máquinas, los aviones no volaban, bailaban. ¡Cómo podían hacer aquellas figuras! Empiezas a pensar en todos los factores de física y aerodinámica que entran en juego y más ansías entender y probar qué es lo que está pasando, cómo pueden hacer eso, qué se debía de sentir. Así que por fin llegó el día en que me regalaron por mi cumpleaños mi primer vuelo acrobático…. Y ese fue el principio del fin

NO TE LO PIERDAS:   Comité Federal del PSOE el 14 de enero

– Pasión, pasión y más pasión. Da gusto escucharte Laura. ¿Cómo os organizáis para entrenar? ¿Hacéis algún tipo de camping de entrenamiento?

– Por un lado, están los propietarios de aviones, que entrenan un poco más por libre lógicamente. Por otro lado, los pilotos que alquilan el avión a dichos propietarios, y entre ellos se organizan para cuadrar días para entrenar juntos. Por último, estamos los socios de clubs o escuelas, que dependemos de disponibilidad de los aviones, así como de instructores en su caso.

Como norma general, todos nos organizamos por grupos según los aviones que volemos y organizamos fines de semana de entrenamiento, o lo que podemos llamar efectivamente un camping de entrenamiento. Por ejemplo, los pilotos de Cap 10 y de la Zlin Z-50 del ACBS tratamos de organizar un entrenamiento cada mes en un campo de vuelo generalmente de Huesca, donde no haya poblaciones muy cerca ni mucho tráfico de aviones, y ahí vamos turnando vuelos. Allí pasamos un par de noches y así estamos desde el orto hasta el ocaso aprovechando a volar al máximo durante dos o tres días.

No siempre se puede hacer esto ya que muchas veces no puedes asistir a estos entrenamientos, por lo que tienes que coger el avión por tu cuenta y entrenar cerca del aeropuerto de origen, en este caso Sabadell. Lo malo es que se aprovecha mucho menos el tiempo.

La acrobacia llega a ser parte de tu vida.

– ¿Y eso de las G’s qué es exactamente? ¿Qué sentís? ¿Necesitáis prepararos físicamente?

– ¡Esta creo que es la pregunta que más nos hacen!. De hecho, es muy importante entender esto. Veamos, cuando hablamos de “las Ges”, hacemos referencia a la Fuerza G, o Fuerza de la Gravedad, que es la atracción que la tierra ejerce sobre todos los cuerpos. Ahora mismo tú y yo nos encontramos sobre una fuerza G de +1, es decir, positiva, y soportando una vez el peso de nuestro cuerpo. Para que os hagáis una idea, positiva es cuando tu cuerpo se aplasta sobre el asiento, y negativa es cuando se separa.

Cuando hablamos de que nos hemos sometido, por ejemplo, a 8 G’s positivas y 5 negativas, significa que hemos soportado sobre nosotros 8 veces el peso de nuestro cuerpo, es decir, aplastándote, y 5 veces dicho peso intentando sacarte del avión.

Ahora bien, ¿duelen las G’s? (me lo preguntan mucho). No, no duelen como tal, es decir, no es como cuando tu madre te daba con la zapatilla cada vez que tiras o empujas de la palanca, pero sí son altamente molestas y difíciles de soportar en ocasiones. Resumir este tema es complicado, pero intentaré hacerlo.

Lo que se siente es una presión muy, muy fuerte. Durante las positivas, lo que está ocurriendo en tu cuerpo es que la sangre baja hacia las piernas, y en las negativas la sangre sube a la cabeza. Es por ello que en las positivas se produce la famosa (¡y tan famosa!) visión en negro y la posterior pérdida de conocimiento si no dejas de estar sometido a esas G’s. Para ello se debe apretar los músculos de piernas y abdomen, todo lo fuerte que puedas, antes de iniciar la maniobra, para retener la sangre y evitar que tu cerebro se quede sin ese riego, que es lo que te lleva a dejar de ver. Durante las negativas debes hacer lo mismo, pero además, también tienes que hacer fuerza con el cuello (sí, es muy difícil esta parte), para evitar que la sangre suba a la cabeza. En estas maniobras se pueden romper vasos capilares, y depende de lo fuerte que sean, bajas del avión pudiendo decir literalmente “parecía enfadado, ¡tenía los ojos inyectados en sangre!”

Entonces, qué se necesita para poder ser piloto acrobático: buena forma física. Si bien es cierto que hay gente que de forma innata tiene una buena tolerancia a las G’s, esto funciona hasta cierto nivel, y para cierta frecuencia de vuelos. Para llegar a altos niveles, necesitas un buen fondo físico. Tienes que entrenar, hacer ejercicios de cardio sino todos los días, al menos 5 días a la semana. El corazón trabaja muchísimo en una tabla acrobática. Piensa que sometemos nuestro cuerpo a cambios rápidos y bruscos de presión. El corazón tiene que bombear sangre muy rápido, y de repente muy lento, y así sucesivamente. ¡No queremos infartos en vuelo!, bromeo.

Por otro lado, hay que fortalecer piernas, brazos, abdomen y espalda. Como explicaba, tienes que hacer mucha fuerza con abdomen y piernas apretando. Sino los tienes fuertes, a los 3 minutos estarás exhausto. Los brazos y la espalda son muy importante ¡yo no tenía nada de fuerza cuando empecé! ¡Y aún me peleo con el avión!. Si echáis un ojo a vídeos, podréis ver que cogemos la palanca con dos manos muchas veces. No es por comodidad, es porque se necesita mucha fuerza. Siempre he sido muy deportista, desde pequeña, pero nunca me había centrado en fortalecer mis brazos, ¡y vaya si ahora lo hago!

– ¿Y cuéntame Laura, justo antes de volar, os preparáis de alguna manera? ¿necesitáis una preparación además de física, mental?

– Buena pregunta. ¡Mucha agua! Debemos de estar muy bien hidratados. Hacemos trabajar mucho al sistema circulatorio, y la deshidratación conlleva un estrechamiento por así decirlo tanto de venas como arterias. Esto provoca que al no circular la sangre correctamente, no hay una buena oxigenación de células, (ni músculos claro).

Hacer un poco de cardio antes de volar, es muy positivo, hay quien lo hace, hay quien no. A mí me gusta ni que sea hacer unas flexiones, activar el cuerpo.

En relación a la preparación mental, ¡definitivamente sí!. Piensa que no sólo tenemos que aprender de memoria la tabla acrobática, sino que debemos tener interiorizado cada movimiento antes de subir ahí arriba, porque no hay tiempo para pensar, todo pasa muy rápido. A mí me gusta compararlo con el patinaje artístico. No hay tiempo para que te pares a pensar ¿y ahora qué venía?. Por eso la concentración es importantísima. Lo que solemos hacer es “marginarnos” y bailar. Bailamos en tierra lo mismo que haremos en el aire. Nos vamos cada uno a una esquina del hangar, de la plataforma, donde sea. Nos imaginamos que estamos subidos en el avión y repasamos los movimientos y maniobras. A mí me gusta subirme en el avión, encerrarme, y mentalizarme. Sí, la concentración es fundamental.

Pero para darle más emoción al asunto, a partir de categoría intermedio, e incluso este año deportivo, tenemos los programas llamados desconocidos, es decir, que te los dan ¡horas antes!. No los has practicado jamás, no los has volado, y tienes que aprendértelo de memoria interiorizando cómo ejecutarlos.

NO TE LO PIERDAS:   Hermann Terstch "abofetea" al pelota de Pedro J Ramírez
Necesaria y estricta revisión del avión.

– ¿Realmente hay tanto estudio y técnica detrás de la acrobacia?

– ¡Mucho! Muchísimo. A mí ha habido gente que me ha preguntado “¿pero tan difícil es? Si al final combinas un poco palanca y pies y ya ¿no?”. Con un solo vuelo acrobático haciendo las figuras más sencillas, te das cuenta de todo lo que hay detrás. Sí, realmente tienes que estudiar, interiorizar, practicar, una y otra y otra vez. Entender todo muy bien, qué es lo que está pasando en el avión, por qué se comporta y reacciona como lo hace, cómo tienes que mandarle y en qué grado etc. Los que están en el top no han llegado en dos días, no.

– ¿Qué beneficios tiene hacer acrobacia? ¿Qué os aporta?

– Bueno, a nivel “emocional” te podría decir muchos motivos. ¡Es un vicio! Lo que sientes ahí arriba bailando con tu avión, no se puede describir. Es una sensación de libertad y conexión con la máquina que sólo los que han vivido algo parecido entenderán.

Ahora en serio, la acrobacia yo la defino como “un seguro de vida para los pilotos”. A cualquier piloto se le puede meter una Cessna en barrena por ejemplo, y si me apuras, un Airbus también entra en pérdida y se embarrena ¡es un avión!. Sin quererlo, sin buscarlo, te encuentras en esa situación. Bien, pues es importante saber identificar qué es lo que le está pasando al avión, por qué y sobre todo, cómo salir de ello. La acrobacia te enseña todo esto. No sólo a saber salir de “situaciones anormales” sino aún más importante: saber cómo prevenirlas. Siempre digo que cualquier piloto debería estar obligado a realizar unas mínimas horas de acrobacia para poder obtener su licencia. Hay muchos accidentes que se podrían haber evitado con unas breves nociones de acrobacia. 

– ¿Cuéntame Laura, has sentido miedo alguna vez?

– No, miedo no, respeto siempre. Tienes que ser consciente de que estás haciendo una actividad en la que si algo falla no puedes poner los 4 intermitentes y pararte en el arcén, o sentarte en una esquina. Tienes que aterrizar el avión pase lo que pase, te encuentres como te encuentres.

– ¿Y te ha pasado algo alguna vez haciendo acrobacia que te asustara?

– Hum… no, aún no. No asustarme como tal pero sí hacerme pensar. Un día por ejemplo, saliendo de una figura, me desorienté. Se me quedó la visión en negro y cuando volví a ver no sabía muy bien en qué posición estaba ni en qué lado de la pista, pero bueno, nos entrenan para esas situaciones. Cortas motor (si estás yendo contra el suelo, al menos no aceleras), te sitúas, y llevas el avión a la posición deseada. Por eso las alturas de seguridad son muy importantes y muy respetadas.

– ¿Cómo funciona eso de “las competiciones acrobáticas”?

Es difícil resumir la dinámica de una competición en pocas líneas. Básicamente existen 5 categorías, de menor a mayor nivel: elemental, deportivo, intermedio, avanzado e ilimitado. Volamos lo que se llaman Tablas Acrobáticas, que a nivel de competición, se llaman Programas Acrobáticos. Son diferentes figuras compuestas por líneas y rotaciones, enlazadas entre sí en un orden predeterminado. Cada figura tiene un valor, medido en lo que se llaman “K’s”. A mayor nivel en el que estés, los programas son más complicados. También, a mayor nivel, introducen como he mencionado antes, los programas desconocidos. Tienes que volar tanto el conocido, como el desconocido.

Volamos en la “caja acrobática”, un cubo imaginario, donde existen unos límites laterales, inferior y superior. Es muy importante destacar que según la categoría en la que estés, dicho límite inferior, va cambiando. A mayor nivel, se baja el límite. Desde los 500 metros de elemental, hasta los 100 de ilimitado.

Ahora, ¿cómo funciona el sistema de puntuaciones?. Hay unos jueces que son los que valoran, en resumen, la precisión de todas las maniobras y la posición del avión dentro de la caja acrobática durante la ejecución del programa. También se encargan de tu seguridad, en el caso de que vean que te has bajado de los límites o perciben algún peligro en la caja, como por ejemplo pájaros, te hacen parar el programa inmediatamente. Por supuesto, si bajas de límites, supone una penalización importante, pudiendo llegar a descalificarte.

– Entiendo que no vale cualquier avión para cualquier nivel

– No, según avanzas necesitas aviones con unas prestaciones más amplias. A mayor nivel, mayor dificultad de las maniobras y mayor es la exigencia no sólo que se le pide al piloto sino al avión. Se necesita un motor más potente y una estructura que pueda soportar más G’s.

– Y ya personalmente Laura, ¿Cuál es tu objetivo, qué esperas conseguir?

– Principalmente tengo dos objetivos claros, pero hay un tercero que creo que es el más importante. Primero, ser instructora de acrobacia, segundo, representar a nuestro país no sólo en Europeos sino llegar a los Mundiales (en un futuro a medio -largo plazo claro, soy realista) y tercero, disfrutar. Suena muy obvio, pero a veces nos exigimos tanto que puedes llegar a olvidar el verdadero motivo del por qué estás aquí.

-¿Crees que este mundo está algo olvidado?

– En España, sí. Indudablemente. Creo que aquí lejos de fomentar la aviación en general ¡y ya ni hablar de la  acrobacia!, se intenta obviar y frenar. Simplemente, haz la prueba: durante un mes sigue la sección de deportes de todos los medios de comunicación que quieras. Dime cuánto se habla de la acrobacia aérea.

Un deporte tan exigente, duro, espectacular, tan bonito ¡e histórico!. No creo que ningún otro deporte haya librado batallas y combates. Sí, como se lee. Combates. Porque la acrobacia ha estado presente desde que el primer avión para uso militar entró en juego. Aviones de “papel y madera” que ya hacían uso de la acrobacia aérea para fines de defensa y ataque.

No sabía que, por ejemplo, el éxito de Los Aliados en la Primera y Segunda Guerra Mundial, se hubiera conseguido a base de balonazos. Sin embargo, ¿por qué nosotros estamos en la sombra?

– Y ya para finalizar, ¿Te gustaría decirle algo a nuestros lectores?

– Me gustaría decirles a todos aquellos que sientan curiosidad por este mundo, que lo prueben, que es algo indescriptible. Nada de lo que puedan leer hará jamás justicia a lo que se siente realmente. Tienen que vivirlo. Puedo asegurar, que muchos de los que se suban a bailar a 3.000 pies, no querrán hacerlo más en tierra. Y puedo asegurar, como me dijo mi padre nada más bajarme del avión en mi bautismo acrobático, que lo peor que les podrá pasar, les pasará: ya les habrá picado, y no habrá vuelta atrás .

Ha sido estupendo compartir contigo Laura estos minutos de vuelo acrobático y empaparnos de toda esa fantástica pasión por el vuelo que demuestras en todas tus palabras. Seguro que a partir de ahora más de uno se animará a “subir a bailar a 3000 pies”, como dices, y no querrá hacerlo jamás en tierra, estoy segura…