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Acertar: Hacer lo contrario de lo que diga Losantos

Redacción




Luis Bru.

Losantos no da ni una, últimamente. Ha declarado «resucitada» a Inés Arrimadas, y está más muerta políticamente que viva. Afirma que Ciudadanos tiene un millón de abstencionistas, como si fueran potenciales votantes. Es ridículo. No sé como se le hace caso porque tiene la cabeza como un sonajero o, lo que es peor, como una faltriquera y está muy pelado. Después de decir que el pin parental no significa nada, y creerse que en Madrid no hay adoctrinamiento, le ha exigido a Vox que renuncie porque no tiene ninguna importancia. Sobre la materia las tuvo con Rocío Monasterio hasta ponerse desagradable e insoportable.

Luego Isabel Díaz Ayuso le hizo ver una Ley LGTBI en la Comunidad de Madrid que es de armas tomar y que sí hay adoctrinamiento, pero era mejor que se olvidara -«olvídate», le ordenó como a un miserable lacayo- porque no tienen «mayoría» y se tienen que aguantar con la «progresía tirana» porque la respaldad Ciudadanos, con el acomplejado Ignacio PaniAguado. Así que Federico se tiene que meter la lengua en el culo.

En Vox ya le tienen calado y en Hazte Oír ni te cuento. Descrédito total. «Vox, no hagas ni caso a Federico», aconseja Hazte Oír. Y tiene documentación frente a la tendencia de Losantos a hablar siempre ex catedra y establecer dogmas más falsos que un Judas de plástico. En octubre de 2018 Federico Jiménez Losantos recomendaba a Vox no presentase a las elecciones en Andalucía: «A mí me parece arriesgadísimo, después de lo Vista Alegre que ha sido tal éxito entiendo que tengan la tentación, pero es muy peligroso» (presentarse en Andalucía). Ahí cambió la historia. ¡Qué ojo clínico para quien se ha autodenominado guía amoral de la derecha! Este está más perdido…

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Aunque no tanto, nadie es tan tonto que no identifique sus intereses, Federico Jiménez Losantos vive de la publicidad, como todos, vive de la publicidad institucional, lo cual es muy poco liberal, y se posiciona contra el pin parental porque no es más lacayo de baja altura moral. Lameculos.

«A Vox le va mejor cuando no hace caso a Federico», sentencia Ignacio Arsuaga, consciente de sus numerosos fallos de juicio, errores de bulto. «Nuevas presiones de Federico: las negociaciones después de las municipales, se complicaron, e incluso el PP se permitió el lujo de no cumplir los acuerdos firmados, con el aplauso de Fedrico. Algo se está pudiendo arreglar, pero Federico siguió insultando a los votantes de Vox».

Otra en la frente: «A Vox no le va bien cuando hace caso a Federico. Ahora tenemos la negociación de los programas de gobierno de Murcia y Madrid, en las que la defensa de la vida, la familia y la libertad se juegan mucho. Vox ha cambiado de estrategia y está mostrando firmeza. Y ahora Jiménez Losantos ha redoblado la dosis de insultos y de presión para que los de Vox entreguen sus votos a Ciudadanos y al PP a cambio de nada, de nada para las familias y el derecho a la vida».

Federico Jiménez Losantos ya no influye. Cuando se hace lo contrario que dice el pequeño gurú, es que se ha convertido en un cencerro. Nueva acepción de Acertar: hacer lo contrario de lo que dice Losantos. Así no te equivocas nunca.