Miguel Sempere.
La operación de poner en marcha un España Suma, que el PP va a poner sin prisa pero sin pausa, no encontraría dificultades programáticas, salvo la eutanasia y ciertas posiciones «progres» de Ciudadanos en materias como la memoria histórica, pero consideran que la emergencia nacional en que se entraría con un Gobierno de Pedro Sánchez con Unidas Podemos, y el apoyo de Esquerra Repulicana de Cataluña, que no contaría con la simpatía de barones como Emiliano García Page y Javier Lambán, no dejaría margen de maniobra a Ciudadanos y a Inés Arrimadas para oponerse al proyecto.
Las fuentes de Génova señalan que el PP sería generoso con los dirigentes de Ciudadanos. No habría ningún problema de encaje en Cataluña, pocos problemas en Andalucía, y ninguno con Inés Arrimadas y Begoña Villacís, que reforzarían la opción del centroderecha.
Sin embargo, Ignacio Aguado se perfila como en principal obstáculo para un España Suma. Está mal visto tanto en el PP como en Ciudadanos. En el PP se recuerda su «fichaje», próximo al transfuguismo, de Ángel Garrido, que sentó muy mal entre los populares, y del que destacó su valentía para dar el salto: «Seguramente, va a poder dormir mejor ahora», fueron sus palabras. Que Ángel Garrido haga un viaje de ida y vuelta se hace muy duro de tragar para las huestes populares.
En ese sentido, se destaca que las relaciones no están siendo fluidas como cabría esperar de un coaligado leal. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ante la toma de postura de Ciudadanos en la Comisión de Investigación de Avalmadrid, afirmó que «no comparto que Ciudadanos haga Gobierno en la Comunidad y haga oposición en la Asamblea». Se destaca la falta de capacidad para el liderazgo de Ignacio Aguado. «Es extremadamente gris» y «Federico le trata poco menos que como un deficiente mental», aseguran fuentes del PP.
Tampoco en Ciudadanos tiene ahora Ignacio Aguado muy buen cartel. Sentó muy mal que con el cadáver político aún caliente de Albert Rivera se autopropusiera para sustituile. «Se lo ha creído, pero no olvidamos su gesto. Si cae no llorará nadie por él», comenta un dirigente de Ciudadanos que afirma conocer bien a las bases de Ciudadanos y compartir su sentir. Además, tiene problemas judiciales, como el litigio por presunto pucherazo en las primarias presentado por Juan Carlos Bermejo.