Fernando Alonso Barahona. Crítico de cine.
La idea de la película surge de mirar al pasado y querer reescribirlo para cambiar tu presente y tener otro futuro
ORIOL PAULO
Una misteriosa interferencia entre dos tiempos provoca que Vera, una madre felizmente casada, salve la vida de un chico que vivió en su casa 25 años antes. Pero las consecuencias de su buena acción provocan una reacción en cadena que hace que despierte en una nueva realidad dónde su hija nunca ha nacido.
Ahora, Vera tiene que encontrar esa pieza clave que lo cambió todo cuando salvó al muchacho. Sin embargo, poco a poco irá descubriendo que su vida anterior no era más que un espejismo.
Oriol Paulo firma su tercera película como director tras El Cuerpo y Contratiempo. Encabezan el reparto Adriana Ugarte (Julieta, Palmeras en la nieve), Chino Darín (La reina de España, Historia de un clan), Javier Gutiérrez (El autor, La isla mínima), Miquel Fernández (Cien años de perdón, La gran familia española). A ellos se añaden inesperadas colaboraciones especiales como las de Francesc Orella, Ana Wagener, Silvia Alonso y un rostro habitual en este género de thriller sobrenatural o fantástico, la siempre excelente Belén Rueda.
Tú crees que se puede viajar en el tiempo? . Así comienza el tráiler de esta original y arriesgada propuesta del director que trata de bucear en los límites siempre sinuosos, imposibles, pero fascinantes del tiempo.
Durante la tormenta juega con el espacio y el tiempo ( como hiciera Edgar Neville en La vida en un hilo 1948 y José Luis Garci en el mediometraje El gran truco – incluido en la serie de TV- Historias del otro lado). Y ello nos lleva a un interpretación antropológica sugestiva.
“Y entonces descubrí algo inesperado y acaso aún más interesante; que puede haber una “antropología cinematográfica», porque el cine es, con métodos propios, con recursos de los que hasta ahora no se había dispuesto, un análisis del hombre, una indagación de la vida humana“.
Julián María (Discurso de la toma de posesión como académico, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 16, diciembre 1990)
La vida humana posee una estructura que se descubre analizando la propia vida; el resultado de este análisis ( tal y como lo describe Julián Marías en su imprescindible “Antropología metafísica “ ) es una teoría que se puede denominar analítica.
Estas estructuras analíticas permiten aprehender la realidad singular de cada vida, y la forma más singular de hacerlo es contándola. Tradicionalmente, la metafísica, tal y como fue concebida por Aristóteles, se identifica con la ontología, es decir, con la ciencia del ser y la teoría del conocimiento; sin embargo, Ortega, sin renunciar a esa visión, incluye un nuevo modo de acercamiento. Para saber a qué atenerse, el hombre necesita una certidumbre radical, en la medida que no la tiene, la busca, porque le es necesaria; de este modo, en certera expresión de Julián Marías, la metafísica, según la razón vital, sería la búsqueda de la certidumbre radical acerca de la realidad radical.
El cine es un ingrediente de la vida y un prodigio motor de imaginación y sueño, pero la vida de cada cual es insoslayable, no puede vivirse por nadie, so pena de inautenticidad y suplantación.
¿Dónde se esconde la vida auténtica de Vera, la protagonista de la película? (magnífica Adriana Ugarte). Espejismo frente a verdad (referencia a la mítica Vértigo, de Hitchcock ). La paradoja del tiempo es un imposible metafísico, pero en los terrenos creativos del arte todo puede convertirse en realidad, escorzo de realidad tal vez, pero que penetra en la retina del espectador.
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Merece la pena adentrarse en esta propuesta, tal vez imperfecta, pero que sabe escarbar en la angustia y la emoción de esa aventura en la que todos estamos inmersos y que se llama vivir. “Yo soy yo y mi circunstancia “ escribía Ortega, añadiendo “Y si no la salvo a ella, no me salvo yo“. Lo que Vera (Adriana Ugarte) intenta en esta película es literalmente salvar su circunstancia para salvar su propia vida.