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Soraya Saénz de Santamaría, la única opción viable para revitalizar al PP

Redacción




Editorial.

No es para Rambla Libre, ni para sus lectores, una sorpresa que se hayan inscrito para votar en las primarias del Partido Popular 66.384 militantes. Ese número no representa, como se está diciendo, el 7,6% de la militancia. No es ninguna sorpresa porque hemos informado puntual y cabalmente de como en las elecciones a la presidencia del PP de Alicante la militancia al corriente de cuotas, la real, no superaba el 5% o como en muchas localidades a los «militantes» no se les cobran cuotas o se hace a través de asociaciones fantasmas.

En suma, se ha inscrito para votar el 100% de la militancia real. El PP ha vivido en la mentira y en la ficción afirmando que contaba con 800.000 militantes, a fuerza de no depurar los listados y de que los caciques locales -el PP es una suma de cacicatos locales- hayan inflado, cuando les ha convenido, los censos. El PP ha de partir de la realidad.

Nos parece una osadía tremenda que Pablo Casado haya presentado su candidatura. O es una huida hacia adelante o un intento de hurtarse a las consecuencias de un curriculum que atufa a tráfico de influencias. Casado tiene todas las posibilidades de ser imputado. Sus títulos carecen de credibilidad. No tiene el mínimo de fortaleza y de consistencia para afrontar una labor de oposición en un momento histórico tan delicado y difícil. El PP no está para aventuras ni para operaciones de márketing. La corrupción en el PP no la ha inventado Mariano Rajoy, sino José María Aznar, y el entorno de Esperanza Aguirre la elevó a niveles superlativos. De ese mundo viene y se debe Pablo Casado, un viejo prematuro, acostumbrado a repetir argumentarios.

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María Dolores de Cospedal tiene el techo de cristal. Su esposo, Ignacio López del Hierro es un conocido comisionista, habitual de consejos de Administración por los que no aparece. Cospedal no tiene autoridad moral para regenerar y limpiar el partido. Es el puro aparato.

Soraya Saénz de Santamaría es la única opción viable para revitalizar el PP. Tiene las condiciones de preparación y carácter necesarias. Es una mujer hecha a sí misma, que conoce los entresijos del poder y del Estado, capaz de coordinar equipos. Ha demostrado tener personalidad propia y peso específico lidiando con problemas muy complicados. Es una magnífica parlamentaria, de verbo fluido y fondo contundente, como ha demostrado tanto desde la oposición como desde el Gobierno.

No sólo ella, sino todo el PP, han de recuperar la comunicación no solo con las menguadas huestes de militantes sino con la derecha social, de la que el PP se ha ido distanciando, haciéndole el juego a la izquierda. El PP necesita un rearme ideológico y un baño de coherencia para confrontarse con una izquierda de tics periclitados y pequeños dogmas destructivos. Soraya Saénz de Santamaría es la única que puede aplicarse a esa tarea. Lo demás es comentario o juego floral.