AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


Luis Barcala da asco y el Ayuntamiento de Alicante apesta a chorizo

Redacción




Josep Sansano.

Los del Partido Popular no aprenden, son una mafia dedicada al enriquecimiento de sus cargos, una organización para el delito y no tienen regeneración posible. Rambla Libre adelantó en exclusiva que el acceso de Luis Barcala a la alcaldía de Alicante era un caso de corrupción, un pacto oscuro en el que debían ser pagados los servicios de Nerea Belmonte, la tránsfuga de Podemos que dio la alcaldía a Barcala, a Elsa Martínez, su asesora aúlica y exdirectora de la Ciudad de la Luz, y exesposa de Toño Peral, presidente del PP de Alicante, con el que mantiene estrechos lazos económicos y deudas comunes.

Nerea Belmonte. Al fondo Miguel Ángel Pavón. Foto: elmundo.es.

En un gesto de completa desvergüenza el PP se atrevió a sacar pecho por un acceso que no es más que el retorno de las etapas negrísimas de Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo, llegando a organizar un acto impúdico de exaltación con la presencia de Mariano Rajoy, felizmente expulsado de la presidencia del Gobierno. La inefable e inconsistente Isabel Bonig, en una alucinación momentánea, declaró que había empezado la reconquista.

Desde Rambla Libre anunciamos que el pago del pacto oscuro se iba a desvelar con prontitud y así se ha sucedido, aunque lo peor y más escandaloso está por llegar. Resulta enervante que Luis Barcala se atreviera a adoptar una posición de dignidad el día de la detención de Eduardo Zaplana, al que había adulado tanto en el pasado, diciendo que le daba asco.

Luis Barcala saludando con efusión, el 16 de abril, a Eduardo Zaplana. /Foto: valenciaplaza.com.

Asco da la forma corrupta de que haya accedido este petimetre a la alcaldía de Alicante para oprobio añadido de los alicantinos, este tiralevitas de Sonia Castedo, que todavía no nos ha contado los méritos de su cuñada para haber accedido al Ayuntamiento, fuera de ser su cuñada.

NO TE LO PIERDAS:   Deconstruyendo a Bill Gates: A todos los idiotas les da por la ingeniería social

Rambla Libre tiene confirmado de fuentes solventes que el voto en blanco de Nerea Belmonte no fue un hecho fortuito y sorprendente de una decisión de última hora, sino que estaba decidido desde hace cuanto menos meses, desde antes de la elección de Toño Peral como presidente del PP de Alicante, de modo que fue la certeza de que Luis Barcala accedería a la alcaldía lo que explica el pacto de familias que dio acceso al ex de Elsa Martínez, que es la que, realmente, manda actualmente en el PP alicantino, aunque resulta chocante.

Elsa Martínez, controlando, en primera fila del Pleno. /Foto: ramblalibre.com.

Según publica El Mundo, en Ciudadanos del Ayuntamiento de Alicante consideran que existen «suficientes indicios» como para sospechar que el voto en blanco de Belmonte se pudo haber dado a cambio de algo, «teniendo en cuenta las noticias aparecidas en los últimos días».En la dirección de Cs citan tres elementos que creen que se pueden demostrar la relación de Belmonte con el PP: el incremento de gastos en publicidad institucional y protocolo (algo que aún se está tramitando como una modificación de crédito que irá a pleno este jueves); la reforma del Reglamento Orgánico del Pleno que Barcala pretende desbloquear en los próximos meses y que reconoce «derechos políticos» a la tránsfuga; y el reciente fichaje de un asesor, Miguel Ángel Redondo, «que ha servido de enlace con Belmonte».

El portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón ha solicitado que la fiscalía anticorrupción amplíe la investigación sobre el posible intento de compra de voto por el PSOE a Nerea Belmonte, al PP, por los claros movimientos desde alcaldía. Redondo es uno de los primeros pagos; en el incremento de gastos de publicidad y protocolo va Elsa Martínez.

NO TE LO PIERDAS:   Doctor Luis Miguel de Benito: "Entre el personal sanitario son pocos los pinchados y ahora muchos médicos recapacitan que fue un error"

No es que algo huela mal en el Ayuntamiento de Alicante, es que apesta.