Enrique de Diego.
Rambla Libre ofrece hoy en exclusiva un nuevo documento con el que se demuestra que la diputada de Ciudadanos por Sevilla, Virginia Millán Salmerón ha mentido sistemáticamente sobre su curriculum y su trayectoria profesional o bien ha estado defraudando a la Seguridad Social trabajando en la economía sumergida.
Se trata de una comunicación interna en la que Virginia Millán se dirige a los militantes de Ciudadanos y les informa de que ha sido elegida diputada por Sevilla en la XI y XII legislatura y «he hecho un paréntesis en el ejercicio de mi profesión».
Sin embargo, Virginia Millán Salmerón sólo estuvo dado de alta en la Seguridad Social desde julio de 2.015 hasta el 31 de octubre de ese mismo año. Es decir, cuatro meses, si fue dada de alta el 1 de julio. Y lo hizo con una retribución mensual de 449 euros. No hubo ningún paréntesis en su vida profesional porque no había vida profesional, al menos en A.
Por de pronto, mintió presentándose como una abogada en ejercicio durante cinco años. Con ese engaño en el curriculum, que va mucho más allá que un máster, se presentó a las primarias de Ciudadanos de Sevilla. Es en julio de 2.015, al tiempo que es dada de alta en la Seguridad Social, cuando es candidata a las primarias, lo que sugiere que arregló una especie de coartada antes las denuncias de que había falseado su curriculum.
Ese falseamiento trataba de inducir a la especie de que no era lo que se conoce como una política profesional sino que acudía a la vida pública desde la profesión, que era la imagen que trataba de vender Ciudadanos respecto a sus candidatos. Sin embargo, su primer sueldo «real» fue como diputada. Pasó de no cobrar nada durante cinco años, y de recibir una retribución escuálida de 429 euros durante cuatro meses, a recibir unos emolumentos superiores a los 7.000 euros mensuales.
El documento que hoy ofrecemos en exclusiva muestra que la mentira fue persistente: «abogada» que hace «un paréntesis en su vida profesional«. El «como ya sabéis» respecto a la abogacía parece una ironía que indica que se cree sus propias mentiras.
Virginia Millán, en una huida hacia adelante, ha dado una nueva versión: habría trabajado «gratis para dos despachos de abogados como ‘pasante’ durante más de cinco años, haciendo colaboraciones«. En este caso, a la mentira se uniría una estafa a la Seguridad Social, y a la Agencia Tributaria, pues no habría estado cotizando ni declarando rendimientos. Un hecho éticamente muy grave pues representó a Ciudadanos en la Comisión parlamentaria contra el fraude fiscal.
Esa realidad fue ya apuntada por el que luego sería su esposo, el secretario de organización de Ciudadanos, Fran Hervías, cuando apuntó que podía haber hecho «prácticas» ante las denuncias internas sobre el falseamiento del curriculum. En un chat, Fran Hervías reconoce que es habitual saltarse los reglamentos y el ideario, porque «nos quedábamos sin partido«. Y apuntaba que «quizás haya hecho prácticas o algo«.
Fuentes solventes, testigos directos, confirman a Rambla Libre que Virginia Millán acudía diariamente a trabajar a un despacho de abogados sevillano desde su residencia en La Puebla del Río, localidad sevillana a 22 kilómetros de la capital, lo cual hace bastante dudoso que cada día hiciera 44 kilómetros para acudir a un trabajo sin remuneración. «Era la que hacía las fotocopias«, señala gráficamente una fuente. En cualquier caso, nunca ha tenido una experiencia profesional como abogada, ni ha firmado demandas, ni ha intervenido en sala, con lo que lo del «paréntesis en mi vida profesional» es una ficción y una mentira.
Ciudadanos solicitó de manera insistente la dimisión de Cristina Cifuentes por mentir sobre su máster, que era anecdótico en su vida profesional, y estaba dispuesto a entregar el poder al PSOE y a Podemos si la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid no dimitía. Sin embargo, no ha tomado medida alguna, ni abierto investigación ni expediente sobre la trayectoria de mentiras de su diputada sevillana, Virginia Millán Salmerón.