Enrique de Diego
El Partido Popular es una mafia, una organización dedicada al delito, al enriquecimiento ilícito y oscuro de sus dirigentes y cargos y al empobrecimiento de la población y a la destrucción de la nación.
Da muestras del nivel de degradación en que ha caído España que la mafia del PP no solo sea legal, sino que pueda reunirse de manera pública y gobierne España, con el destrozo cada vez más evidente.
No hay dirigente que con una Justicia independiente, y no esta mierda que tenemos, no mereciera un juicio justo e ingresar en prisión. Es un partido con caja B demostrado, que rompe pruebas, que se financia ilegalmente y sigue haciéndolo, en el que todos roban, porque se trata de un sistema, en el que el presidente ha cobrado sobres en negro producto de la corrupción y en el que la mezcla entre Estado y partido es tan total que a cambio de las comisiones se resuelven las licitaciones. Y eso lo hacen desde Rajoy y el marido de la Cospedal al último concejal.
Es un partido amoral –ahora va a aprobar la eutanasia y los vientres de alquiler- que miente siempre, nunca cumple nada de lo que promete, que me produce vómitos y náuseas porque son una pandilla de chorizos y ratos que están reunidos para ver cómo pueden seguir robando y han robado tanto que han dejado a los españoles sin pensiones.
Es un partido en el que nueve empresarios, auténticos capos, confiesan que lo han financiado ilegalmente. Y no pasa nada. El 18 Congreso del PP es un lugar tan infecto que Alí Babá y los cuarenta ladrones lo abandonarían de inmediato, escandalizados.
El Partido Popular es la mayor escoria inmunda que ha producido España.