Bruno Thiers. Corresponsal de Rambla Libre en París.
La candidata patriota Marine Le Pen, y todos los líderes de su partido el Front National, estaban de seminario en Lyon mientras dos días, sábado y domingo 4/5 de febrero. Fue la oportunidad para Marine de presentar oficialmente su programa presidencial, hecho de 144 medidas concretas para Francia, en caso de que sea elegida Presidente del país el 23 de mayo próximo. Este programa está disponible en la Red, mediante este vinculo: https://www.marine2017.fr/wp-content/uploads/2017/02/projet-presidentiel-marine-le-pen.pdf
Aquí hay que poner de relieve el hecho de que hace años que los izquierdistas, con la evidente deshonestidad intelectual y moral que les caracteriza, pretenden que “Aparte lo de botar los musulmanes fuera del país el Front Nacional no tiene programa, y no conoce nada de Economía”, que extraño entonces que hasta hoy de todos los candidatos para dirigir a Francia, Marine Le Pen sea la única en haber publicado con total transparencia sus proyectos precisos para el país, detallados a lo largo del documento de “144 engagements” (= 144 compromisos)…Y entre estas 144 medidas, que propone Marine, muchas tratan de Economía. ¿Que extraño para los simplistas de los medias del sistema actual, no?
¿Y qué tal de los últimos sondeos? Bueno de momento le creditan a Marine de unos 25% de las intenciones de votos en la primera ronda de las elecciones, lo que la ubica en primera posición entre los 7 candidatos ya declarados. Emmanuel Macron, un candidato centrista y ultra-mundialista que traicionó al primer Ministro hace 8 meses al salir de su gobierno, está en segunda posición con el 21% de intención de voto, y François Fillon, que ha bajado mucho debido al escándalo de los altos salarios que otorgó a su esposa y a sus 2 hijos, en tercer posición con 20%. El candidato del partido socialista (que actualmente está al mando del país) Benoît Hamon de momento sólo en cuarta posición con el 14% de intención de voto.
¿Y tratándose de Economía, cual es la mayor diferencia entre Marine Le Pen y sus competidores de la derecha tradicional (François Fillon) y del centro mondialista (Emmanuel Macron)?
Se puede resumir así: ambos pretenden que para mejorar la situación económica de Francia (que en 2016 sólo logró 1.1% de crecimiento económico, mejor que los 0.7% de Italia, pero sin comparación con los 3.2% de España, 2% de Alemania, y 2% de Gran-Bretaña.) habría que bajar el gasto público, reduciendo los medios humanos de los servicios públicos del país… Marine Le Pen, por su lado, es consciente de que para acercarse del equilibrio presupuestario hay otro camino que es aumentar los ingresos para que al final hagan el balance con los gastos. En esta línea propone bajar la TVA (IVA) sobre los productos de consumo común, y mejorar los ingresos de las clases media y humilde, las que más han sufrido, desde hace 2 decadas de una fuerte baja de su “poder de compra”. ¿Cómo lo haría ella? Entre otros mediante una fuerte bonificación fiscal otorgada (por el Estado) a toda empresa que opte para aumentar los salarios de sus empleados.
Por ello, no sólo para salvar nuestra vieja civilización del islamismo, sino también para salir de una vez de la sagrada austeridad del gasto público, que los Alemanes han logrado imponer a toda la UE y que está matando al tejido económico de nuestros países, es vital que gane Marine Le Pen. Para volver a la libertad de ver las cosas a través del prisma de los ingresos (y no sólo de los gastos), de las inversiones en equipos públicos, para volver a que el futuro sea una esperanza, en vez de sólo preocupaciones y apuros… Una bocanada de oxígeno no sólo para Francia sino para todos los países europeos, que entonces podrían aprovechar de este cambio para sí mismos.