
Miguel Sempere.
Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, fue y viniendo siendo objeto de una persecución por el sistema, que sin indicios ni pruebas, le llevó a estar ocho meses en prisión preventiva. Esa persecución político-judicial también se ha completado con otra mediática, en la que no se respeta la presunción de inocencia. Miguel Bernad -considera que ha sido un «preso político«- ya ha llevado a los tribunales a uno de esos chacales de la casta, Javier Chicote, de Abc. Ahora, tras ser acusado por periodistas de El Diario de haber extorsionado o intentado extorsionar a Ana Patricia Botín, da un ultimátum a Ignacio Escolar: o rectifica o habrá querella.
En declaraciones a Rambla Libre, Miguel Bernad califica la información de eldiario.es de «auténtica calumnia. Ha vulnerado la presunción de inocencia, la dignidad y ha dañado mi imagen«. Lo que se pretende es «continuar mi criminalización y la de Manos Limpias, vertiendo todo tipo de falsedades, injurias y calumnias».

Se trata de «un juicio paralelo» realizado «por los medios de comunicación del sistema o afines», en relación directa con «las cloacas del Estado» que «en mi caso, presuntamente tienen nombre y apellidos». Miguel Bernad se define «como un disidente del sistema corrupto que me ha convertido en preso político».
Para el secretario general de Manos Limpias, «Rambla Libre representó y representa la independencia en su información». Rememorando su etapa en la cárcel, afirma que Rambla Libre «fue el único medio que informó objetiva y verazmente, mientras era sometido a una criminilización feroz y despiadada».
Sobre el digital de Ignacio Escolar, considera que «carece de credibilidad y de rigor, lanzando informaciones sin contrastar y ofreciendo a sus lectores seriales morbosos para aumentar su audiencia».
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