Virginia Montes.
Ha nacido con fuerza la «Resistencia venezolana«. El gobierno ilegítimo de Nicolás Maduro -la elección de la llamada asamblea constituyente es una mascarada, denunciada como pucherazo por la propia empresa encargada del recuento- sólo se basa actualmente en la fuerza, en la represión. Más de 125 manifestantes, la mayoría jóvenes, han sido asesinados desde abril por la Guardia Nacional Bolivariana y por los grupos de sicarios chavistas. Cifras escalofriantes que llevaron a la intervención en Libia, pero que no están moviendo a la comunidad internacional en Venezuela.
Ha nacido, con fuerza, la «Resistencia venezolana» que asume la lógica de la violencia represiva de los que califica como «delincuentes, corruptos y narcotraficantes«. La Resistencia está dispuesta a la lucha armada, con la convicción de que «la derrota de este régimen es inevitable«.
La «Resistencia» no busca la confrontación con «nuestros hermanos militares«, pues está formada por militares de alta preparación, sino con los dirigentes y con sus «sicarios«. Ahora «el miedo lo tiene el Gobierno«. Óscar Romsharti llama, en nombre de la Resistencia, a la unión, a continuar la batalla y a poner barricadas en las calles.