Enrique de Diego.
Vengo siguiendo con la atención que puedo a la eurodiputada Crhistine Anderson, de Alternativa para Alemania, y tengo decidido votarla, sin ninguna duda, con entusiasmo, en las elecciones europeas de mayo. Alternativa para Alemania va a ganar en esas elecciones marcando un antes y un después. Es un partido en ascenso que quedó segundo en las elecciones regionales de Baviera, rompiendo así la especie de que dicho partido resultaba ganador -obteniendo mayoría absoluta en un condado- en la Alemania del Este. Lucha contra un partido socialdemócrata, en trance de desaparecer, y una democracia cristiana a cual más woke y degradante para la sociedad.
En la etapa de la plandemia adoptó una posición nítida contra los confinamientos y el genocidio de las timo vacunas. Considera que «Bill Gates debe ser acusado de crímenes contra la Humanidad y la OMS debe ser desmantelada». Un discurso claro y contundente, que es el que se necesita.
No voy a votar en Alemania por ella, sino en España, porque en las elecciones europeas se vota a un partido o grupo parlamentario en toda Europa, sólo que en España la marca coaligada con Alternativa para Alemania y con Crhistine Anderson es Vox. Así que voy a votar a Vox y pido el voto para Vox, con la clara convicción que su lista va a ser las ganadora, aunque pongan al caballo de Calígula (el tarambainas de Juan Carlos Girauta se parece mucho). ¡A llenas las urnas con papeletas de Vox, que es llenarlas con papeletas para Alternativa para Alemania y Crhistine Anderson!