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Emotivo homenaje a nuestro héroe de Frank Capra, el abogado Gabriel Ruiz García

Redacción




Javier de la Calle.

Emotivo y emocionante el juicio en el Juzgado de lo Penal nº 3 de Oviedo contra el abogado Gabriel Ruiz García, en una clara represalia por ejercer éticamente su profesión, y brindarse a presentar una querella que quedó meridianamente demostrado que le fue dictada por su defendido.

Gabriel Ruiz García, un hombre bueno.

Asistió Gabriel Ruiz García enfundado en la toga de abogado. Como los héroes de Frank Capra, hombre normales y corrientes, que son capaces de elevarse sobre la mediocridad ambiente y defender su dignidad y sus principios (el libre ejercicio de la abogacía sin temor a represalias) contra la maquinaria burocrática y de intereses creados, nuestro hombre concitó el apoyo de sus ciudadanos.

Una multitud agradecida abarrotó la sala de vistas. Personas llegadas de Madrid, Palencia, (Josefina Fraile, entre ellas), Santander, Hendaya y, por supuesto, de Asturias le dieron su respaldo agradecido, pues Gabriel hace, sin alharacas, de su profesión, o de sus profesiones, pues a la de abogado une la de médico, una vocación de servicio a los más desfavorecidos.

El ambiente se hizo tan emocionarte que el propio Gabriel se emocionó. Un momento estelar del juicio fue cuando su cliente confirmó que la querella respondía, ciento por ciento, punto por punto, a lo dicho por él.

Muy brillante el abogado de Gabriel expuso que no se puede juzgar a un Letrado por el ejercicio de su función, por un vídeo que el Juzgado afirma no tener y, entre la numerosa jurisprudencia aducida, hizo hincapié en la sentencia del Tribunal Supremo de enero que dicta que no se puede represaliar a un abogado en el ejercicio de su función, por una cacicada gremial.

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El alegato de Gabriel fue tan contundente que arrancó los aplausos del público asistente en la sala de vistas.