Luis Bru.
Hoy, 20 aniversario de la masacre de Atocha, la única noticia relevante relacionada con el terrible atentado, ha sido la petición de la eutanasia realizada por José Emilio Suárez Trashorras a pesar de que no ha leído el libro para indigentes mentales y tarados escrito por un tal Lorenzo Ramírez, recopilatorio de todas las mentiras ya aventadas por Pedro J. Losantos y Luis del Timo.
Al parecer, Suárez Trashorras, elevado a la categoría de víctima por el mentiroso y relativista Pedro J, llama así la atención sobre el no tener permisos ni privilegios carcelarios. Suárez Trashorras, por si le cabe alguna duda al tal Lorenzo Ramírez y a su mentor César Vidal, ya firmó una carta en la que reconocía haber sido el que vendió la dinamita de Mina Conchita a los terroristas islámicos.
En un lamentable prólogo de César Vidal titulado impropiamente «Al fin, la verdad», cuando debería titularse ‘Compendio de todas las mentiras’, entre las grandilocuentes y groseras paridas de César Vidal, enfangado en la mentira cochina, llega a decir que «tampoco se ha aclarado qué hacía Jamal Zougam, sobre el que recayó la culpa de los atentados, en un gimnasio la noche anterior a los crímenes», sin tener en cuenta el testimonio de, entre otros testigos, las dos rumanas que Casimiro García Abadillo trató de que cambiaran su testimonio con lo que podríamos calificar de soborno. César Vidal, que no se ha molestado en investigar, que no tiene ni puta idea, seguramente desconoce de que Jamal Zougam, en prisión, fue otra vez detenido por liderar una trama de presos integrista que planeaba atentados contra funcionarios de prisiones.
Hasta ahí llega la supina ignorancia de César Vidal, y de su acólito el tal Lorenzo Ramírez. Y César Vidal dice, pontificando más despistado y con idéntica falta de fundamento que Bergoglio, se tambalea. Lo que se tambalea es el interés de hacer caja del tal Lorenzo Ramírez entre una serie de descerebrados.
La guinda del pastel de mierda la ha puesto el técnico Isaac Jiménez quien acusa a Enrique de Diego de «chantaje y nos amenaza con echarnos mierda su no le entrevistamos para promocionar su bodrio difamatorio contra la reina Letizia». ¿Podría concretar más el técnico Isaac Jiménez? ¿A qué se refiere? ¿Con qué fundamento levanta ese infundio difamatorio? Mierda la que se han echado los de La Voz de César Vidal, habitualmente un programa riguroso, pero en este caso un pozo de relativismo moral y un compendio de mentiras al peso. ¿O a lo mejor César Vidal considera que se «tambalea» por la petición de la eutanasia de Suárez Trashorras?