Luis Bru.
Enrique de Diego sube de grados y de decibelios el escándalo que azota a Letizia Ortiz Rocasolano. Con un «lenguaje cervantino», al decir del gran abogado José Luis Mazón Costa, experto y venerador del Ingenioso hidalgo. El autor ha dado en la diana y ha roto hecho trizas el nudo gordiano.
Una exigua minoría satanista domina el mundo y en cascada baja por toda la sociedad atenazada por su supervivencia. Con esos amos del mundo ha pactado Letizia Ortiz Rocasolano, siguiendo su ambición irrestricta.
El autor acierta en los manifiestos paralelismos que se dan entre el plandemia y el pashminagate -término acuñado por Enrique de Diego y que ha hecho fortuna- como la postura unánime de los mass mierda, de los medios de incomunicación, de todas las tendencias, en una farsa evidente. Magistralmente describe el dominio del fondo buitre Black Rock sobre todos ellos, mediante sus inversiones en medios, y su dominio de las carteras de publicidad de 20 de las 32 empresas más importantes de España.
Un panorama sombrío, de satanismo, que ha roto aguas por su flanco más débil de la reina consorte mediante su relación adulterina con Jaime del Burgo. Pacto son satán que no ha sido gratis, que ha tenido un alto precio en la vida de Erika, la hermana menor de las Ortiz, que fue llevada a los límites de la naturaleza humana, hasta que la vida le fue insoportable.
El texto incluye las «Coplas de Felpudo, el cornudo, y Letizia Satanizia, la adúltera» que merece estar en las antologías de la mejor poesía satírica española, con un aroma quevediano.
Libro que se lee de un tirón y que está pidiendo a gritos continuidad porque sabe a poco.
Enrique de Diego, Letizia, satánica y adultera, Amazon, Edición Kindle, 62 páginas, 4,25 euros.