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Carta del Editor: Luis del Pino no es muy listo

Redacción




Enrique de Diego.

Luis del Pino no es muy listo; en otro caso no hubiera montado la follonera que montó sobre el 11-M, en la que mereció ser sepultado, profesionalmente, entre los escombros del piso de Leganés. No fue así, vivimos tiempos oscuros. en donde la mentira, de todas clases, de derechas o de izquierdas, toma carta de naturaleza y da el triunfo en esta dictadura del relativismo moral. Por esas razones, se le ha visto interviniendo en la tribuna de oradores en el último mitin de Vox, junto a Santiago Abascal, otro que es más vago que la chaqueta un guardia, y que tampoco es muy listo. Lo cual no quiere decir que no sean pícaros para montárselo y es lo que han hecho. Encima estás en el lodazal losantiano de Es Radio, precisamente porque todo es mentira.

Llamaste en el citado mitin a que todos los funcionarios se opusieran al golpe de Estado de Pedro Sánchez, delirante teoría oficial de Vox, que no se sostiene. Y claro el rey felpudo es el primer funcionario de la nación fallida. Así que, opositando al puesto de lameculos mayor del reino, para el que hay abrumadora competencia, calificas de «perfecto» el discurso de apertura de la legislatura en el que el felpudo comienza felicitando por haber conseguido los apoyos parlamentarios suficientes al mismo Pedro Sánchez, al que tú sitúas, en pleno delirium tremens, como el golpista.

Pero bueno, alma de cántaro, tú peroras para imbéciles, como tu amigacho Santi Abascal, el falso patriota que se escaqueó del servicio militar, y grita, inconsistente, a pulmón abierto, ¡viva el rey!, como un conjuro garrulo. El rey es la piedra angular de la casta parasitaria, mendrugo; no encarna la unidad de España sino su disgregación. El sistema proporcional, con la Ley d`Hondt más la circunscripción provincial, más la inflada casta parasitaria en autonomías, diputaciones, ayuntamientos, dan siempre el poder a las minorías nacionalistas. Así que la estabilidad de España depende de quienes quiere desestabilizarla. Lo puedo explicar más, pero es inútil con mentes tan romas como la de Luis del Pino y sus oyentes abducidos.

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Así que estamos en los últimos estertores del régimen del 78, en los últimos estadios de sus contradicciones internas y el discurso del monarca felpudo es retórica vacua, puro formalismo, conjunto de obviedades como que las Cortes representan algo, cuando no representan nada, no al ciudadano, que a estas alturas no puede recordar el nombre de a quién ha votado, ni puede llamarle ni ponerse en contacto con su ignoto representante, que representa a la cúpulocracia. Y que debemos mantenernos unidos sin divisiones es un simple brindis al sol, una mera buena intención de esas que, al decir del Dante, está empedrado el suelo del infierno.

Pero tus mentiras, Luis del Pino, dan para seguir viviendo que es lo que se trata, en esta España de pícaros. España es un Estado fallido. No hay porqué engañar a la gente. Quien manda es Carlos Puigdemont y lo demás es comentario. Y vendrá la amnistía, el referéndum y la independencia de Cataluña. Favorecidos por unas matemáticas democráticas diabólicas -Letizia es satanista, que proteste a su amo- la espoleta se cebó al comienzo de la transición, ese puro desastre nacional sin paliativos. Y felpudo a tragar, que para eso cobra. Se ha iniciado no la legislatura, sino el último acto de la farsa y todo va a estallar haciendo saltar todas las costuras.

Roberto Centeno, catedrático de Economía, y una mente lúcida acierta al valorar el discurso del felpudo: «El Rey no solo es el mayor traidor de la Historia, nos toma por imbéciles. Pide “una ESPAÑA UNIDA, sin divisiones ni enfrentamientos” cuando ha entregado el Gobierno a los enemigos de ESPAÑA y ni ha apoyado las protestas masivas en defensa de la Constitución. Un felón sin límites».