Enrique de Diego.
En las llanuras costeras del centro de la prefectura de Akita, bordeada por el Mar de Japón, atravesada por el centro de la ciudad por el río Omoño, Akita, con 308.176 habitantes, es uno de los puertos petroleros más importantes del Imperio del Sol naciente. Testigo, en su historia, de las batallas de los samuráis, tiene uno de los más importantes yacimientos de petróleo, refinería, madera, metalurgia y la producción de textiles de seda, amén del cultivo del arroz.
En la remota área de Yuzawadai se ubica un Seitai Hoshikai, un monasterio católico donde, de día y de noche, unas monjas de ojos rasgados dan gloria Dios en el Tabernáculo, en la Hostia Santa, en el Santo Sacrificio del Altar. Son del Instituto de las Siervas de la Santa Eucaristía. Entre ellas está una novicia, la hermana Agnes Katsuko Sagasawa, conversa al catolicismo, pues nació en una familia budista. Es de salud frágil –como Santa Bernadette Soubirous- pues de pequeña una operación de apéndice mal realizada, por un error médico, la dejó inmóvil durante más de una década. Entró en coma y quedó paralizada. Es importante retener bien el dato en la memoria porque se van a dar una serie de señales que muestran como nuestra Madre, la Virgen, entreteje sus Apariciones y nos da pistas claras de como todo obedece a un plan. La primera señal: una monja que la cuidaba la humedeció los labios ¡con agua de Lourdes! y Agnes se despertó inmediatamente, y no sólo eso, también quedó sanada.
He aquí una historia que deja en el más soberano ridículo al jesuita bergogliano cardenal de Hong Kong, Stephen Chown, quien dice que no hay que hacer católicos a los chinos, cuando el mayor regalo es dar a conocer a Cristo. Desoyendo, el modernista, los mandatos evangélicos imperiosos y gozosos: “Haced discípulos a todos los pueblos” (Mt 28,19) y transmite un mensaje universal, planetario: “Proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16, 15).
Agnes se dedicó, siguiendo la clara voluntad de Dios, con todas sus fuerzas e ilusionada a su labor de catequista. Tuvo la alegría de convertir a su hermana. Pero perdió la audición y los médicos diagnosticaron que de modo irreversible.
Sor Agnes Kasutko Sagasawa.
Entre 1969 y 1973 el Cielo se trasladó a este rincón de devoción eucarística al Norte de Japón y lo llenó de gracias extraordinarias. La Virgen gusta de aparecerse en lugares de gran piedad a almas sencillas.
Mientras rezaba el Rosario, un ángel apareció ante la hermana Agnes Sasagawa y le dijo que al final de cada misterio rezara: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno; lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia”. Ella desconocía esta oración, que es la que la Santísima Virgen enseñó a los pastorcitos de Fátima en 1917. Segunda señal: Fátima.
Los días 12, 13 y 14 de Junio de 1973, sor Agnes vió unos rayos luminosos que salían del Sagrario de la capilla, en su convento en Akita. El Señor ofrece un espectáculo de su grandeza, todo luz. El 24 de Junio, domingo, la luminosidad era aún más brillante.
El 28 de junio, una herida en forma de Cruz se formó en la palma de la mano izquierda de sor Agnes. Le causaba un dolor muy fuerte. Es un estigma de la Pasión de Cristo. El 5 de Julio, los dolores de la herida en la palma de sor Inés recrudecieron y sus compañeras le aconsejaron descansar un poco, sin embargo siguió trabajando y ocupándose de la sacristía de la capilla.
Nuestra Señora de todos los Pueblos de Akita, llorando.
El 6 de Julio de 1973: Primer Mensaje de la Virgen:
Primer viernes de mes, a las tres de la mañana, su ángel de la guarda se le aparece y le dice: “No temas. Soy el que está a tu lado y te guarda. Ven y sígueme. No reces únicamente por tus pecados, sino en reparación por los pecados de la humanidad. El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes. La herida de la mano de la Santísima Virgen María es mucho más profunda que la tuya. Ahora vamos hacia la capilla”.
Al llegar a la capilla el ángel desaparece. Sor Agnes se arrodilla delante del altar, frente al sagrario, en adoración profunda. Luego se acerca a la estatua de la Virgen María para mirar la herida que la imagen presenta en la mano. Es una talla de madera maciza y sólida realizada en 1963, por Saburo Wakasa, que representa a la Señora de todos los Pueblos, aparecida en Amsterdam, con rasgos orientales. Apenas mira la mano de la imagen de la Virgen, escucha una voz dulce proveniente de la estatua. Sor Agnes era sorda, pero de una manera milagrosa recibe un primer mensaje de la Virgen
“Hija mía, mi novicia, tú me has obedecido bien abandonándolo todo para seguirme. ¿Es penosa la enfermedad de tus oídos? Puedes estar segura que curarán. Ten paciencia. Es la última prueba. ¿Te duele la herida de la mano? Reza en reparación de los pecados de la humanidad. Cada persona en esta comunidad es mi hija. ¿Rezas bien la oración de las siervas de la Eucaristía? Entonces recémosla juntas:
Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con tu corazón que está siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mí como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo. Defiéndeme y protégeme como hija tuya. Amén”.
«Reza mucho por el Papa, los obispos y los sacerdotes. Desde tu bautismo siempre has orado fielmente por ellos. Continúa orando mucho… mucho. Dile a tu superior todo lo ocurrido hoy y obedécele en todo lo que te diga. El ha pedido que ores con fervor». Es un mensaje particular, un llamado a la adoración de Jesús Hostia, realmente presente. Es la tercera señal, pues una imagen de la Señora de todos los Pueblos de Amsterdam.
El mismo día 6 de julio, algunas hermanas descubrieron gotas de sangre que fluían de la mano derecha de la estatua. Este flujo de sangre se repitió cuatro veces. La llaga en la mano de la estatua permaneció hasta el 29 de septiembre. Pero ese mismo día, la estatua comenzó a «sudar», especialmente por la frente y el cuello.
El 25 de Julio, Monseñor John Shoojiroo Ito se dirige al convento para verificar el sangramiento en la mano de la estatua. Al día siguiente, la mano de la imagen sangra de nuevo. Esta vez la sangre es más abundante y oscura. Ese día sor Inés sintió un dolor violento en la herida de la palma de su mano.
- Al día siguiente, el viernes 27 de Julio, el ángel le dijo:
“Tus dolores terminarán hoy. Guarda con mucho celo el recuerdo de la sangre de María y grábalo en tu corazón. La herida de María tiene un significado muy importante: Ha sido hecha para obtener vuestra conversión, para implorar la paz, para reparar las ingratitudes, ofensas, ultrajes e injurias que Dios recibe. Tengan en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo”.
3 de Agosto de 1973 (primer viernes), el segundo Mensaje:
“Hija mía, mi novicia, ¿amas al Señor? Si tú amas al Señor escucha lo que voy a decirte. Es muy importante. Lo comunicarás a tu Superior:
Muchos hombres en el mundo afligen al Señor. Deseo almas para consolarle, para suavizar la cólera del Padre Celestial. Deseo, con mi Hijo, almas que reparen con sus sufrimientos y su pobreza, por los pecadores y los ingratos. Para que el mundo se dé cuenta de su ira, el Padre Celestial se dispone a mandar un gran castigo a toda la humanidad.
Muchas veces he intervenido con mi Hijo para apaciguar la Ira del Padre. He impedido que vinieran calamidades, ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, su preciosa Sangre, las almas predilectas que le consuelan y constituyen la cohorte de las almas víctimas. Oración, Penitencia y Sacrificios animosos pueden suavizar la Ira del Padre. Lo deseo también de tu comunidad, que amen la pobreza, que se santifiquen y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres. Rezad la oración de las Siervas de la Eucaristía meditando su significado, ponedla en práctica. Ofrecedla en reparación de los pecados. Que cada una se esfuerce según su capacidad y oficio, ofreciéndose enteramente al Señor.
Aun en un instituto secular la oración es necesaria. Ya las almas que desean rezar están en camino de ser reunidas. Sin poner demasiada atención a la forma, se fiel y ferviente en la oración para consolar al Maestro.»
Después de un silencio le dijo:
“¿Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. Él sabrá cómo entenderte y dirigirte”.
El 29 de Septiembre de 1973, sábado, fiesta de san Miguel Arcángel, Patrón del Japón, los milagros se multiplicaron. Mientras sor Inés rezaba el rosario con otra hermana, la estatua resplandecía con rayos luminosos, envuelta en una luz toda blanca. Al terminar notó que la herida de la mano de la estatua había desaparecido completamente. Y un líquido espeso, como sudor, salía de la estatua. Lo secaron con gasas y algodones. Una vez seca la estatua, los algodones exhalaron un perfume inefable que olía a rosas, a lirios, o violetas… Toda la capilla se llenó de este suave olor. Este perfume duró hasta el 16 de octubre, fecha en que el ángel le había dicho que cesaría.
13 de Octubre de 1973, el tercer mensaje:
“Mi querida hija, escucha bien lo que voy a decirte, informarás de ello a tu superior. Si los hombres no se arrepienten y no se mejoran, el Padre mandará un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo más grave que el diluvio, como jamás ha habido otro. Caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, tanto a los malos como a los buenos, no perdonando a fieles ni a sacerdotes.
Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que nos quedarán entonces serán el Rosario y el Signo dejado por mi hijo. Cada día recita las oraciones del rosario. Con el rosario rogad por el Papa, los Obispos y los sacerdotes.
La acción del diablo se infiltrará hasta la Iglesia, de tal forma que se verán cardenales oponiéndose a otros cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneren serán despreciados y combatidos por otros sacerdotes. Las iglesias y los altares serán saqueados. La Iglesia se llenará de quienes aceptan componendas, y el demonio empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas, a abandonar el servicio del Señor. El demonio atacará encarnizadamente sobre todo a las almas consagradas a Dios. El pensamiento de la perdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y en gravedad, ya no habrá perdón para ellos.
Con valentía, habla con tu superior. Él sabrá cómo dar a cada uno valor para rezar y lograr obras de reparación.» Es el obispo Ito quien dirige vuestra comunidad. ¿Todavía tienes algo que preguntar? Hoy es la última vez que yo te hablaré con voz viva. Desde ahora en adelante obedecerás al que se te envía y a tu superior. Reza mucho las oraciones del Rosario. Solo yo puedo todavía salvarles de las calamidades que se acercan. Aquellos que ponen su confianza en mí se salvarán.»
El 13 de Octubre de 1974, mientras oraba ante el Santísimo, la Hermana Agnes se curó instantáneamente de su sordera. Ella misma telefoneó a Monseñor Ito y le habló como si nunca hubiera estado sorda.
El día siguiente, el médico diagnosticó: “Facultad de oír normal”. La curación duró seis meses, luego volvió a estar sorda. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio.
Monseñor Ito.
La Virgen lloró 101 veces. Tanto la sangre como las lágrimas fueron enviadas a analizar y fueron procesadas por el profesor del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Akita, Doctor Kaora Sagisaka, no creyente. Concluyó que “la sangre era de origen humano, así como las lágrimas”. Las lacrimaciones fueron vistas por más de 300 testigos, entre ellos el alcalde budista. El Obispo Ito declaró oficialmente que las Apariciones “eran de origen sobrenatural y dignas de ser creídas”.
No sólo hay una coherencia interna en los Mensajes de Nuestra Madre, sino claras señales que nos remiten a otras Apariciones marianas: Lourdes en la milagrosa curación de Agnes, Fátima, en la oración que le enseña el Ángel, la imagen de nuestra Madre es una reproducción de la Señora de todos los pueblos de Amsterdam y el tercer mensaje es en todo similar a los de Garabandal: la apostasía de la Iglesia, el dominio de los que aceptan componendas del mundo y el tremendo castigo al que se ha hecho acreedora con sus pecados, y del que sólo nos puede salvar el arrepentimiento, la penitencia, la enmienda de vida, la oración, especialmente el Santo Rosario, y el trato amoroso y delicado con la Eucaristía.
El Santo Sacrificio del Altar, con visitas frecuentes al Santísimo, y la participación en la Santa Misa, siempre presente en todas las Apariciones de la Madre de Dios y Madre nuestra.