Lawrence Wilson.
El presidente Kevin McCarthy (R-Calif.) anunció el 12 de septiembre que la Cámara abrirá una investigación de impeachment para investigar la posible participación del presidente Joe Biden en los negocios de su hijo, Hunter Biden.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes han revelado serias y creíbles imputaciones sobre la conducta del presidente Biden. En conjunto, estas imputaciones plasman un panorama de una cultura de corrupción”, dijo McCarthy.
“Hoy ordeno a nuestro comité de la Cámara de Representantes que abra una investigación formal de impeachment contra el presidente Joe Biden. Este siguiente paso lógico dará a nuestros comités todo el poder para reunir todos los hechos y respuestas para el público estadounidense”, dijo McCarthy.
La investigación estará dirigida por los representantes James Comer (R-Ky.), Jason Smith (R-Mo.), Jim Jordan (R-Ohio), los presidentes de los comités de supervisión, medios y arbitrios y el judicial, respectivamente.
“Iremos a donde nos lleve la evidencia”, dijo McCarthy.
McCarthy se negó a responder las preguntas de los periodistas al concluir su declaración.
El portavoz de supervisión e investigaciones de la Casa Blanca, Ian Sims, calificó la medida como “política extrema en su peor expresión”.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes han estado investigando al presidente durante 9 meses y no han encontrado ninguna prueba de irregularidades”, escribió Sims en Twitter el martes. “Sus propios miembros del GOP lo han dicho. Se comprometió a celebrar una votación para abrir un impeachment, ahora dio la vuelta porque no tiene apoyo”.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes tiene una investigación en curso sobre la familia Biden y sus presuntos planes de negocios en el extranjero. El presidente del comité, James Comer (R-Ky.), dijo el 7 de septiembre que los correos electrónicos de la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA) fueron la “gota que derramó el vaso” que generaría suficientes votos en la Cámara para abrir una investigación.
La agencia admitió en agosto que tenía en su poder una gran cantidad de correos electrónicos supuestamente enviados por el presidente Joe Biden bajo cuentas de correo electrónico seudónimas mientras era vicepresidente, según la organización conservadora sin fines de lucro Southeastern Legal Foundation.
El grupo presentó una demanda contra NARA, obligando a la agencia a entregar los aproximadamente 5400 correos electrónicos potencialmente vinculados a las cuentas de correo electrónico falsas que supuestamente fueron enviados bajo tres cuentas de correo electrónico con los seudónimos personales: Robin Ware, Robert L. Peters y JRB Ware.
McCarthy alegó que el presidente Biden mintió al pueblo estadounidense sobre su conocimiento de los negocios de su familia en el extranjero. El orador dijo que los testigos han testificado que el presidente Biden participó en una serie de llamadas telefónicas y tuvo otras interacciones que resultaron en el flujo de millones de dólares a las cuentas comerciales de Hunter Biden y sus socios comerciales.
“Sabemos que los registros bancarios muestran que casi 20 millones de dólares en pagos se dirigieron a miembros y asociados de la familia Biden a través de varias empresas fantasma. Sólo el Departamento del Tesoro tiene más de 150 transacciones que involucran a la familia Biden y otros socios comerciales que fueron señalados como actividad sospechosa por los bancos estadounidenses”, dijo McCarthy, y agregó que un informante del FBI alegó que se hizo un soborno a la familia Biden.
“A pesar de las graves acusaciones, parece que la propia administración de Biden ha ofrecido a la familia del presidente un trato especial, trato que de otro modo no habrían recibido si no estuvieran relacionados con el presidente”, dijo McCarthy. “Estas son acusaciones de abuso de poder, obstrucción y corrupción. Y justifican una mayor investigación por parte de la Cámara de Representantes”.
La senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) criticó el anuncio, calificándolo de “política con esteroides”.
“Esto no tiene fundamento”, dijo Warren. “Se trata de que el presidente McCarthy se incline ante un puñado de extremistas que le costarán su puesto si no se vuelve tan salvaje y agresivo como ellos ya lo están”.
El senador Mitt Romney (republicano por Utah), cuando se le preguntó si apoya la investigación, dijo: “esa es la tarea de la Cámara”.
“Van a realizar una investigación. No ha habido ninguna acusación de delito grave o delito menor que pase la prueba constitucional”, dijo Romney. “Así que ese es un asunto muy diferente y veremos si surge”.