Enrique de Diego.
A estas alturas, no sé como alguien con dos dedos de frente sigue viendo la televisión o sigue pegado a ella o le da la más mínima credibilidad, cuando mediante el pánico ha sido utilizada para confinarnos y matar a 140.000 ancianos y luego posteriomente a la masacre brutal de las timo vacunas que han producido; un fenómeno planetario, en el que España ocupa los primeros puestos.
La televisión ha sido el aparato de propaganda del genocidio, de los diversos genocidios, de la mentira cochina, del timo calentamiento global. del silenciamiento de la repentinitis. Es un arma letal, desacreditada, pero que los pútridos globalistas precisan para sus engaños y sus satánicos planes, de los que no les va a salir ni uno bien.
Black Rock, fondo de inversiones del averno, ariete del mal, ha aumentado su presencia en Antena 3 Media hasta el 2,2% y ya es propietario del 4,9% de las acciones de Mediaset. La farsa del duopolio a la luz del día, con un mero reparto de papeles para que sea mayor el engaño. Vicente Vallés, Susanna Griso, Ana Rosa Quintana, Pedro Piqueras, Ana Pastor, Antonio García Ferreras…son las piezas de un guiñol, en el que se busca, ni más ni menos, que nuestra muerte y la de los nuestros hijos, y la de los más pequeños y nuestra esclavitud por unos multillonarios psicópatas sin escrúpulos morales.
Además, Bñack Rock tiene participación en todas las empresas del Ibex con lo que controlan todas las carteras de publicidad más importantes y tienen a su servicio a prácticamente todas las agencias de publicidad, que venden los productos con mensajes sodomitas y lésbicos.
Esas televisiones y todas las grandes empresas hablan del «planeta» y deseperadamente -según me cuentan- venden en sus anuncios a Disney, Netflix, Heineken, El Águila, Cruzcampo, Burger King, McDonalds…señal de que los boicots les hacen mella.
Pero el boicot fundamental es a la televisión. Apágala, rómpela, tírala al basurero. Esto es una guerra y en las guerras no se ve la propaganda del enemigo.