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Carta a Inés Arrimadas: ¡Vaya cagada!

Redacción




Enrique de Diego.

Entre las numerosas tribulaciones de estos tiempos aciagos y convulsos, de los ataques de los dirigentes satánicos de este mundo corrompido, donde toda depravación tiene su acomodo, y mientras vamos viendo con la resistencia crece y en su torpeza los globalistas se les tuercen mucho las cosas, el Señor nos permite tener momentos de solaz y disfrute como ver el ridículo espantoso de la ponzoña globalista, de la excrecencia putrefacta, de la escoria inmunda de Ciudadanos.

Los de Andalucía ha sido de traca, la debacle, por no esperable más satisfactoria, hasta ver al fatuo prepotente Juan Marín deshacerse en lágrimas por conseguir la auténtica proeza de pasar de 21 diputados a 0. ¡Menudo papelón el tuyo, Inés Arrimadas, vaya cagada, de las que hacen época! Y llueve sobre encharcado. ¡Vaya podredumbre infecta la de tu formación! Pero, bueno, hay que mantenerse mientras aguanten los fondos públicos.

Sede de Ciudadanos.

Has dicho que vas a renovar todo, ¡cómo no renueves el fondo de armario! Y que te van a votar…¡Si tú no tienes la culpa, alma de cántaro! Lo que es un misterio son las finanzas de Ciudadanos que os dan para tener una sede en Ventas. Pero me parece a mí que nadie te culpa por la mierda de resultados; no das para más ni para menos. Ya sólo falta que saquéis de la tumba al muy mediocre Ignacio Aguado, más conocido por PaniAguado, como le bautizo el titi, y le hagáis caso, y después de dimitir tú y toda tu ejecutiva, le pongáis al triste al frente de Ciudadanos, para que nos podamos echar unas risas a mandíbula batiente. ¡Está traiciona por sistema, por costumbre! Traidorzuelo compulsivo.

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Lo malo no es quién apaga la luz, si lo de Ciudadanos está no para renovación sino para directa disolución. Inés, apaga y vámonos, que ya habéis hecho suficiente el payaso. Pero, claro, con tal de vivir del muermo.