Roberto Centeno. Empresario y Catedrático de Economía de la UPM.
El plan Feijoo quedó perfectamente claro ante el peor Congreso de la historia del PP, donde los aplausos de los palmeros profesionales sin criterio alguno ( a Casado, a Ayuso, a Feijoo, a Rajoy, a todos, ¿cabe mayor grado de cinismo?), superaron la más absoluta de las indecencias. El traidor Feijoo, traidor a la derecha, traidor a sus votantes y traidor a la unidad nacional, sin una idea de España y sin solución alguna a sus angustiosos problemas definió lo que sin duda será la ruina del PP en tres grandes apartados.
Mantener en el poder al tirano guerracivilista Sánchez para continuar con la ruina a que está llevando a las familias y a España con pactos de Estado y de Gobierno; poner el futuro en manos del pasado y de las ruinas que dejaron y como lo nuevo es Ayuso destruirla; bilingüismo “cordial” negando el derecho a estudiar en español en Galicia, Cataluña, País Vasco, Baleares y Valencia, a la vez que renuncia a darla batalla cultural a la izquierda.
Pero el acoso y destrucción del malvado Feijoo a Ayuso no cesa. Después del desprecio publico en Sevilla, saludando a todos menos a ella, ha formado un comité ejecutivo ( cinco vicesecretarías ) donde a Madrid la ha dejado sin representación alguna. Ha rechazado la de Ayuso ( Serrano) y puesto en su lugar a un gallego de tercera amiguete suyo ( Rollán), y de Saenz de Santamaría, aquel desastre con patas que salvó La Sexta y El País de la ruina entre otras canalladas históricas, como mantener en el poder a los separatistas en Cataluña después del 1-O.