El uso de las mascarillas, aún muy presente en el entorno escolar, ha aumentado un 20% el número de primeras consultas por problemas en el desarrollo del habla de los niños, según datos del grupo HM Hospitales.
Los más pequeños aprenden a hablar observando el movimiento de los labios y escuchando el sonido de los adultos, algo que no pueden hacer tan bien si quien les habla lleva una mascarilla, como ocurre con los profesores de guarderías y colegios, o con familiares u otros niños que no forman parte de la burbuja de convivencia.
Son mayoritariamente niños de entre dos y cinco años a los que la pandemia de la Covid les ha impactado en el momento evolutivo de aprender a hablar, que termina a los 4 años.
«El uso de la mascarilla está impidiendo que los pequeños que se encuentran inmersos en pleno proceso evolutivo del habla puedan imitar los movimientos de los labios y los sonidos que escuchan, algo que resulta fundamental a la hora de construir el lenguaje”, ha destacado la doctora Sita Pastor, del Servicio de Logopedia del Hospital HM Nens de Barcelona.