AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños


REPENTINITIS: Muere repentinamente Miguel, un policía antidisturbios de Málaga

Redacción




Según Irene Quirante, en el diario Sur, entre aplausos y con todos los honores. Así ha sido la despedida de Miguel Elías Santos Carballo, el efectivo de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Málaga fallecido este sábado a los 48 años a causa de un trombo en el pulmón, consecuencia de una fisura en el gemelo. Un desenlace totalmente inesperado para familiares y compañeros, quienes todavía tratan de asimilar lo ocurrido. Sobre todo por el gran vacío que deja.

Miguel era un hombre querido. Cada uno lo llamaba de una manera: en casa, su familia le decía cariñosamente Miguelito. Para su madre, por muchos años que cumpliera, nunca dejó de ser ‘el Niño’. Entre amigos y compañeros se dirigían a él por su segundo nombre, Elías. Una persona que, estuviera donde estuviera, se volcaba. Tanto si estaba en casa con su mujer y con sus hijos -de 15 y 12 años-, como si se encontraba en alguna operación policial lejos del hogar.

Desde que correteaba de un lado para el otro por el barrio de Capuchinos, donde creció, ya tenía claro que algún día luciría con orgullo el uniforme policial para seguir la estela de su padre, quien fue oficial del Cuerpo de Policía. A los 18 años ingresó en la academia policial, como también haría su hermano. Casi tres décadas después, su vocación de servicio público permanecía intacta.

Miguel asumía los desafíos de su profesión con la naturalidad propia de quien está acostumbrado a ello, sin dejar de disfrutar de la emoción que le brindaba su trabajo. Ni cuando le tocaba estar semanas fuera de casa, como cuando se efectuó la Operación Copérnico en Cataluña, a causa del 1-O, y le tocó estar más de tres meses lejos de los suyos.

NO TE LO PIERDAS:   Tonto del año: Carles Puigdemont

Fruto de su labor obtuvo un sinfín de reconocimientos, como la Cruz Blanca al Mérito Policial, otras dos medallas a la dedicación y constancia y más de 70 felicitaciones públicas por sus servicios. Pero su satisfacción nunca dejó de ser la del día a día.

Hasta sus últimos días luchó por sus derechos y por los del resto de policías como delegado sindical de Jupol, convencido de que era necesario combatir aquellas condiciones que consideraba injustas. Y no solo por él, sino por el resto de compañeros.

El funeral de Miguel se celebró el pasado domingo en Parcemasa. Fue un acto emotivo en el que estuvieron familiares, amigos y compañeros, pero también cargos policiales como el Jefe Superior de Policía de Andalucía Oriental, José Miguel Amaya; el comisario provincial de Málaga, Enrique Barón; así como el resto de comisarios y mandos inferiores, entre otros. Todavía no cesan las muestras de cariño, como la llamada a la familia por parte del director general de Policía, Francisco Pardo. Su despedida llegó mucho antes de lo esperado, pero tuvo el último adiós que merecía.

Todo el Cuerpo Nacional de Policía se ha timo vacunado como buenos lacayos, disciplinariamente.